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El plan chino para adelantar a EEUU en el espacio copiando las naves de Elon Musk
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Quieren un SpaceX Starship propio

El plan chino para adelantar a EEUU en el espacio copiando las naves de Elon Musk

China quiere crear una flota de cohetes reutilizables como los Starship de Elon Musk para avanzar más rápido y más barato en la carrera espacial

Foto: Imagen de lanzamiento del Larga Marcha 9 que llevó el róver lunar Chang'e 5 a la Luna. (CSNA)
Imagen de lanzamiento del Larga Marcha 9 que llevó el róver lunar Chang'e 5 a la Luna. (CSNA)

Mientras EEUU es prisionera de su política e historia con su anticuado programa Artemis, China quiere una flota de cohetes reutilizables como los de Elon Musk. El mayor fabricante aeroespacial chino se ha lanzado a la creación de una nueva flota de cohetes y naves espaciales totalmente reutilizables con el objetivo de incrementar el número de lanzamientos y reducir el coste de su programa espacial radicalmente. Los nuevos vehículos usarán metano y oxígeno como combustible, regresando a la Tierra para posarse suavemente con sus retrocohetes. Exactamente lo que hace SpaceX.

Foto: 'Ghost In The Shell' (2017). (Paramount)

El fin último de China es ir a la Luna para establecer una base en el polo sur de nuestro satélite antes que la NASA. De hecho, el país asiático anunció recientemente que comenzará la construcción de esta base permanente en 2027 en vez de 2035 como estaba planeado. Para poder conseguirlo, les hará falta mucho más que el Long March 9, su actual cohete pesado y totalmente desechable. Por eso han elegido a SpaceX como su modelo.

placeholder Un Starship en Starbase, la fábrica y plataforma de lanzamiento de SpaceX en Boca Chica, Texas. (SpaceX)
Un Starship en Starbase, la fábrica y plataforma de lanzamiento de SpaceX en Boca Chica, Texas. (SpaceX)

No es la primera vez que los chinos copian a los americanos. Lo llevan haciendo durante décadas en lo militar y lo civil, bien directamente por espionaje industrial o ‘importando’ científicos e ingenieros que han pasado décadas en las universidades, laboratorios y empresas norteamericanas formándose en tecnología punta y desarrollando nuevos ingenios. El pasado mayo, el propio administrador general de la NASA, Bill Nelson, se maravillaba ante el rápido avance chino mientras los acusaba de robar y copiar los diseños de EEUU: “Creo que estamos en una carrera espacial con China. Han hecho algunas cosas impresionantes. Róver en Marte, estación espacial. Sí, son buenos robando. Tenemos que tomarnos muy en serio la ciberseguridad en el sector público y privado”.

Qué es lo que quieren hacer

Ahora le ha tocado el turno de la fotocopia a SpaceX. Como apunta la publicación 'SpaceNews', la Shanghai Academy of Spaceflight Technology acaba de publicar un análisis pormenorizado de las naves que piensa fabricar inspiradas en la compañía de Elon Musk. Aparecido en el diario científico chino 'Aerospace Technology', los nuevos cohetes tendrán varios tamaños y serán muy parecidos a la línea Falcon y al Starship.

Habrá tres modelos de 3,35 metros, cuatro metros y siete metros. Todos usarán motores Longyun idénticos para todas las etapas. Según el estudio, cada motor tiene un empuje de 70 toneladas fuerza y, como el Raptor de SpaceX, utilizan metalox —metano y oxígeno líquidos— como combustible. El Raptor, sin embargo, ofrece mucha más potencia: la versión 1 produce 185 toneladas fuerza mientras que la última llega a 230 toneladas fuerza. El cohete más pequeño usará cinco motores y el mediano de siete a nueve. El grande podrá llegar a 22 motores, 11 menos que la etapa Super Heavy del Starship. Esta última versión podrá llevar unas 20 toneladas de carga a una órbita heliosíncrona a 700 kilómetros de altitud.

placeholder Los tres primeros cohetes reutilizables (izquierda) y fotografías de algunos de los mecanismos que ha probado hasta ahora.
Los tres primeros cohetes reutilizables (izquierda) y fotografías de algunos de los mecanismos que ha probado hasta ahora.

Pero la compañía china está también trabajando en una nave de nueve metros, que vendrá después de estas tres y tendrá una capacidad de carga similar a la del Starship: 100 toneladas. También como la nave de Elon Musk, tendrá dos fases, ambas reutilizables. El estudio asegura que ya tienen todas las tecnologías necesarias y que ahora solo queda comenzar a integrar y construir las naves.

Obviamente, SpaceX lleva ventaja, aunque los chinos no van a esperar a tener su nave gigante lista y podrían poner en práctica un plan muy diferente para llegar a la Luna y a Marte. En vez de depender de grandes lanzadores como el SLS o Starship, China puede establecer una infraestructura en órbita terrestre y en el punto Lagrange L2, el lugar más allá de la órbita lunar donde se puede aparcar una estación gracias a la interacción entre las fuerzas gravitatorias de la Tierra con el Sol y la Luna.

placeholder Ilustración del Starship HLS en la Luna. (SpaceX)
Ilustración del Starship HLS en la Luna. (SpaceX)

Usando esa infraestructura se podría volar a nuestro satélite y al planeta rojo utilizando cohetes muchos más pequeños, que llevarían tanto naves vacías como equipo, combustible y astronautas a esas estaciones para comenzar los viajes desde ahí. Sin embargo, todo esto es meramente especulativo. Todavía no hay planes seguros de cómo China planea su avance por el sistema solar.

Acechando al gigante americano

Aunque claramente China está siguiendo el liderazgo americano, que le lleva varias décadas de ventaja, sería injusto no reconocer que Pekín está innovando sobre todos estos diseños birlados y creando los suyos propios.

placeholder Los 29 motores Raptor del Super Heavy Booster. (SpaceX)
Los 29 motores Raptor del Super Heavy Booster. (SpaceX)

Un claro ejemplo es la fabricación de un nuevo motor de segunda etapa con más del doble de empuje que el equivalente del Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA, el cohete que utiliza la misión Artemis. El motor chino es muy diferente que el de la NASA, mucho más grande y mucho más moderno en su diseño y fabricación gracias a nuevas tecnologías desarrolladas en China. El resultado es una máquina con una potencia de 25 toneladas fuerza contra las 11 toneladas fuerza del diseño americano, el RL-10B2 basado en un motor desarrollado en los años 50.

Mientras, el lanzamiento de Artemis —la misión que devolverá a los EEUU a la Luna— fue suspendido hasta finales de año por problemas derivados de su anticuado diseño, evidenciando los serios problemas que tiene la NASA, que sigue enredada en tecnología del pasado por orden de los políticos norteamericanos en vez de apostar por nuevas soluciones (que, además, ya tiene).

Carrera espacial y geopolítica

Para China, copiar a SpaceX y crear una nueva flota de naves para su asalto a la Luna será un gran reto de desarrollo y construcción, pero no es complicado. La empresa de Musk también copió diseños e ideas de la NASA para crear sus cohetes Falcon. Su gran innovación fue la integración con el 'software' y 'hardware' adecuado para hacer posible la reutilización, que es clave para el futuro de la exploración espacial.

Foto: El Larga Marcha 9 tendrá cinco veces la capacidad de carga del Larga Marcha 5B que aparece en la imagen. (CNSA)

Ahora veremos si los chinos son capaces de batir a la NASA con su base lunar y al propio Musk en su objetivo de ir a Marte utilizando la misma tecnología. Su gran ventaja, más que tecnológica, es que cuenta con el empuje de todo el aparato gubernamental, que tiene una visión única y no tiene que enredarse con la complicación inherente de la política en un sistema democrático. Su desventaja es que no tiene múltiples empresas compitiendo como sí tiene ahora EEUU (aunque recientemente han abierto la mano a empresas privadas, como el fabricante del motor Longyun que usarán estos cohetes, llamado Jiuzhou Yunjian). En esta nueva carrera espacial, no solo se enfrentan dos potencias que quieren dominar el espacio, sino también dos sistemas económicos y políticos antagónicos.

Mientras EEUU es prisionera de su política e historia con su anticuado programa Artemis, China quiere una flota de cohetes reutilizables como los de Elon Musk. El mayor fabricante aeroespacial chino se ha lanzado a la creación de una nueva flota de cohetes y naves espaciales totalmente reutilizables con el objetivo de incrementar el número de lanzamientos y reducir el coste de su programa espacial radicalmente. Los nuevos vehículos usarán metano y oxígeno como combustible, regresando a la Tierra para posarse suavemente con sus retrocohetes. Exactamente lo que hace SpaceX.

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