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Una avanzada terapia española contra el cáncer, en peligro de desaparecer: "Es tirar millones"
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CINCO VECES MÁS BARATA

Una avanzada terapia española contra el cáncer, en peligro de desaparecer: "Es tirar millones"

El Hospital Clínic de Barcelona ha desarrollado el primer tratamiento CAR-T de Europa, pero un cambio legislativo europeo amenaza la continuidad de la autorización que lo ha permitido

Foto: Células CAR-T (rojo y verde) rodeando células cancerosas (azul). (NIH).
Células CAR-T (rojo y verde) rodeando células cancerosas (azul). (NIH).

En los últimos años, las células CAR-T están ofreciendo una nueva perspectiva en la lucha contra el cáncer. Cuando la quimioterapia y la radioterapia no son suficientes, este tratamiento, basado en entrenar al sistema inmunitario, logra salvar la vida de pacientes con tumores malignos de la sangre. Por el momento, es la última bala, la opción más novedosa y cara, pero algunos estudios demuestran que también sería preferible entre las primeras opciones terapéuticas.

España se subió al carro desde el primer momento. A partir de 2018, varios hospitales comenzaron a ofrecer este tratamiento y participaron ensayos clínicos. Sin embargo, en el Hospital Clínic de Barcelona fueron más allá y, frente a las opciones comerciales que ofrecían las compañías farmacéuticas, desarrollaron su propia CAR-T, siendo pioneros en Europa. Esta alternativa, avalada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), es igual de eficaz y segura, pero sale mucho más barata; un desarrollo de I+D+i ejemplar que ya está siendo exportado. Sin embargo, corre un grave peligro: en la actualidad, el Parlamento Europeo debate acabar con la autorización que la hace posible.

Foto: Células CAR-T (rojo y verde) rodeando células cancerosas (azul). (NIH)

El propósito de la UE es sacar adelante una nueva legislación farmacéutica europea que mejore la innovación en este campo. Después de dos décadas sin cambiar las normas, Europa quiere actualizarse y, uno de los asuntos que probablemente se van a modificar es la cláusula de exención hospitalaria. Esta figura hace posible que algunas terapias avanzadas, en lugar de seguir un procedimiento convencional de autorización, se puedan fabricar "en un hospital a medida para un solo paciente con prescripción facultativa y sujetos a normas de calidad específicas", según explica la AEMPS.

Una experiencia única en el mundo

En realidad, la lista de autorizaciones de uso por esta vía es muy reducida: solo hay tres casos en España y uno de ellos es la terapia contra el cáncer del Clínic, denominada ARI-0001, para pacientes con leucemia linfoblástica aguda. Sin embargo, ya han desarrollado ARI0002 para mieloma múltiple y están a punto de iniciar un ensayo clínico con ARI-0003 para linfoma. "Al principio, lo que nos motivó es que no teníamos ningún CAR-T disponible; ahora, lo que nos motiva es que producirlo en el hospital hace que muchos más pacientes puedan acceder a este tratamiento", explica a El Confidencial Álvaro Urbano, coordinador del Programa CAR-T del hospital barcelonés.

placeholder Desarrollo de terapias celulares en el Hospital Clínic. (Europa Press)
Desarrollo de terapias celulares en el Hospital Clínic. (Europa Press)

Básicamente, existen dos problemas. El primero es que las autorizaciones de las CAR-T comerciales "están limitadas a indicaciones muy concretas", comenta. El segundo es el coste: una sola dosis de este tratamiento puede oscilar entre los 300.000 y los 500.000 euros. En estas condiciones, "hay muchos sistemas sanitarios, incluso de países con gran poder adquisitivo, que deciden no pagar esa cantidad y dedicar los fondos a otras áreas". Sin embargo, la preparación del Clínic reduce el presupuesto a la quinta parte.

El procedimiento consiste en "modificar genéticamente las defensas del paciente", comenta Urbano. Los investigadores extraen linfocitos T de la persona enferma, los modifican en el laboratorio para que sean capaces de atacar el tumor y se los vuelven a infundir. Así, gracias a esta reprogramación genética, estas células son "hasta 10.000 veces más poderosas contra el cáncer" que antes y se dirigen específicamente a su objetivo. En definitiva, es un tratamiento "eficaz y muy poco tóxico".

placeholder Investigadores del Hospital Clínic. (Europa Press)
Investigadores del Hospital Clínic. (Europa Press)

ARI-0001 es la primera terapia CAR-T desarrollada en Europa y los científicos del Clínic ya están formando a otros colegas españoles para que pueda fabricarse en más hospitales, probablemente, hasta una decena por todo el país. "Es una experiencia única en el mundo", asegura el coordinador del programa, "así lo reconocen las sociedades científicas internacionales y se está intentando implantar incluso en EEUU, donde lo llaman "el modelo español". En 2023, la Red Española de Terapias Avanzadas (TERAV) lo explicó y lo defendió en un artículo publicado en Nature.

La amenaza legislativa

Entonces, ¿por qué corre peligro este caso de éxito de la innovación sanitaria española? La figura de la exención hospitalaria que ha permitido desarrollar una CAR-T propia "se interpreta de forma distinta en cada país", advierte Adrián Alonso Ruiz, especialista en innovación farmacéutica y acceso a medicamentos en el Global Health Centre de Ginebra (Suiza). Mientras que la AEMPS exige datos de seguridad a través de ensayos clínicos, certificación de buenas prácticas de producción y hasta un plan de farmacovigilancia para analizar posibles efectos secundarios en los pacientes, "hay países con exigencias mucho menos estrictas".

placeholder Eurocámara. (EFE)
Eurocámara. (EFE)

Desde ese punto de vista, parece lógico "armonizar" los criterios. El problema es que las enmiendas que están sobre la mesa en este momento, en lugar de elevar las exigencias al nivel de España —el criterio para la autorización es comparable al que se pide a los medicamentos desarrollados por la industria farmacéutica—, lo que hacen es "imponer barreras" para la que la opción de la exención hospitalaria, en la práctica, "no se pueda utilizar".

Por ejemplo, proponen que un hospital no pueda desarrollar un medicamento si en cualquier otro país de Europa hay una compañía farmacéutica realizando un ensayo clínico (por lo tanto, probando si funciona o no) con un tratamiento para la misma indicación. En la práctica, "le están diciendo a las instituciones de investigación que no pueden hacerle la competencia a la industria farmacéutica", opina el experto del Global Health Centre.

placeholder Hospital Clínic. (EFE)
Hospital Clínic. (EFE)

"Hay un interés comercial, eso está claro", comenta Urbano, "las farmacéuticas consideran que esto es una competencia, pero no podemos dejar a los pacientes sin una terapia porque perjudique económicamente a estas compañías". Según el experto del Clínic, "es lógico que un Estado proteja a sus investigadores y a sus hospitales, pagados con los impuestos, que han generado un medicamento igual de eficaz que el comercial y cinco veces más barato". Por eso, cree que el dilema está "entre el paciente y el interés comercial".

Un incentivo para la I+D

Por el contrario, Alonso Ruiz considera que el sector privado también puede verse beneficiado de la exención hospitalaria. "Si tienes una red de hospitales públicos haciendo la investigación básica, los ensayos preclínicos y los primeros ensayos clínicos, después puedes licenciar el producto a una farmacéutica", explica. De hecho, "uno de los acuerdos que tiene el Clínic es con una compañía india que está en proceso de comercializar su tratamiento CAR-T, que va a ser el segundo que llegue a ese país". Por otra parte, los hospitales involucrados también pueden ser privados.

placeholder Paciente curado en Brasil con CAR-T. (EFE)
Paciente curado en Brasil con CAR-T. (EFE)

Por eso, no entiende que las enmiendas que están tratando de poner "palos en las ruedas" de la exención hospitalaria estén siendo propuestas por eurodiputados conservadores y liberales. "Esta figura no impide el libre mercado, más bien lo contrario, puede ser un importante incentivo, fomenta la competición científica y el acceso a la comercialización", asegura. "Se me ocurren pocos ejemplos más claros de una política de éxito en innovación farmacéutica que, además de asequible, beneficie tanto al sector público como al privado", añade.

Tal vez el problema esté en que "siempre intentamos copiar lo que hace EEUU y allí este modelo no existe", apunta, "es posible que no se entienda que puede ser una fuente de innovación". Los expertos rechazan eliminar esta práctica y proponen armonizar la legislación basándose en la experiencia española. Además, recuerdan que el caso de las CAR-T, aunque significativo, solo es uno más, puesto que entre los tratamientos avanzados también se cuentan otro tipo de terapias celulares o génicas.

"Tirar millones de euros a la basura"

De momento, queda tiempo para dar la batalla. Si llega a votarse la nueva Directiva farmacéutica en el Parlamento Europeo antes de las elecciones de junio, seguirían las negociaciones en la Comisión y el Consejo. La ministra de Sanidad, Mónica García, ya se ha manifestado a favor de mantener la continuidad de la exención hospitalaria y considera que es compatible con los objetivos de la industria.

Foto: La ministra de Sanidad, Mónica García. (EFE/Alexandros Michailidis)

No obstante, "se está generando la idea de que esta figura es mala", lamenta el especialista en innovación farmacéutica, y esto puede tener consecuencias nefastas. "España ha decidido que el desarrollo de terapias avanzadas es una prioridad industrial y de salud, y ha dedicado muchos millones de euros a usar la exención hospitalaria para lograrlo", explica, así que, si finalmente se impidiera su uso "se habrían tirado a la basura cientos de millones de euros".

Para Urbano, "hay que proteger la innovación en España y el acceso a los medicamentos eficaces", pero también "una cierta autonomía de Europa con respecto a otras potencias del mundo". En ese sentido, recuerda una de las lecciones de la pandemia: la dependencia europea del desarrollo y producción de vacunas para el covid. "Veremos si en un futuro somos capaces de pagar los fármacos más caros", reflexiona.

En los últimos años, las células CAR-T están ofreciendo una nueva perspectiva en la lucha contra el cáncer. Cuando la quimioterapia y la radioterapia no son suficientes, este tratamiento, basado en entrenar al sistema inmunitario, logra salvar la vida de pacientes con tumores malignos de la sangre. Por el momento, es la última bala, la opción más novedosa y cara, pero algunos estudios demuestran que también sería preferible entre las primeras opciones terapéuticas.

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