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Una UE con Ejército o con poder nuclear: se abre paso el melón de la defensa europea
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Una UE con Ejército o con poder nuclear: se abre paso el melón de la defensa europea

Con un Vladímir Putin en el Kremlin y con un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, en Bruselas comienza a tomar forma la idea, hasta ahora inalcanzable, de desarrollar una UE de la Seguridad

Foto: Una insignia de la misión "Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea en Ucrania" (EUMAM) se adjunta al uniforme del ejército. (Reuters / Annegret Hilse)
Una insignia de la misión "Misión de Asistencia Militar de la Unión Europea en Ucrania" (EUMAM) se adjunta al uniforme del ejército. (Reuters / Annegret Hilse)

Un Ejército europeo. Una UE con capacidades nucleares. Poner botas en Ucrania. Otanizar Europa. Contar con un comisario de Defensa para la próxima legislatura. Son algunos de los debates que se están abriendo paso en Bruselas. La UE de la Seguridad y la Defensa, el gran sueño de los padres fundadores, comienza a tomar forma en un contexto global de inestabilidad global y en el que el aliento de Vladímir Putin se siente cada vez más cerca.

El arco parlamentario se divide entre una izquierda que reclama el regreso pacifista del bloque comunitario y el centro-derecho, que apela al impulso de la industria de defensa europea para soltar la mano de Estados Unidos.

El Partido Popular Europeo, la principal familia de la Eurocámara, presentará la próxima semana en Bucarest su manifiesto y su programa de cara a las elecciones europeas, que se celebran entre el 6 y el 9 de junio. Uno de sus puntos fuertes será la reivindicación de la UE de la Defensa, algo ya consensuado por todas las delegaciones que lo integran, incluso entre aquellas del Este que históricamente han confiado solamente en el escudo protector de la Alianza Atlántica.

"Sin abandonar los fuertes vínculos transatlánticos, Europa necesita hacer un gran esfuerzo para tener más poder y autonomía. Por ahora, la situación es catastrófica. Nadie estaba preparado para lo que ocurrió hace dos años cuando Rusia lanzó su brutal guerra contra Ucrania. Y ahora no tenemos los suficientes medios ni para nosotros ni para ayudar a Ucrania", asegura en entrevista con El Confidencial Rasa Jukneviciene, vicepresidenta del Partido Popular Europeo

Para la exministra de Defensa de Lituania, el punto clave es comenzar a dar forma a la UE de la Defensa a través de la creación de una Unión Industrial de Defensa. La única forma de cumplir con los principios de la legislación de las doce estrellas es fomentar la inversión conjunta, ya que los tratados delegan cualquier aspecto de defensa a los Estados miembros. También prohíben el envío de armamento a un país en guerra.

Foto: Charles Michel, junto con Volodimir Zelenski y Ursula Von der Leyen, en Kiev. (EFE)

Para sortear este último punto, tras la invasión rusa a Ucrania, el proyecto europeo ha financiado la donación de material bélico a las filas de Volodímir Zelenski con el bautizado como Fondo Europeo para la Paz. Se trata de un instrumento ad hoc que está al margen de los presupuestos.

"Esta herramienta es un truco para eludir la prohibición del Tratado de la UE de financiar operaciones militares con cargo al presupuesto de la UE. Llamarlo así es cínico y esconde el verdadero propósito. Lo que se declara como ayuda y se vende como solidaridad no es realmente ayuda. En el caso de Ucrania, las entregas de armas solo prolongan la guerra —para la que no hay solución en el campo de batalla— para los propios intereses geopolíticos de la UE. Si la UE se hubiera tomado en serio su Premio Nobel de la Paz, hace tiempo que habría trabajado por la diplomacia, la desescalada y un rápido fin de la guerra", crítica Ozlem Demirel, eurodiputada alemana de La Izquierda.

Ursula von der Leyen confirmó hace unos días el que era uno de los secretos peor guardados de Bruselas: su intención y deseo de ser reelegida al frente de la Comisión Europea. La exministra de Defensa de Angela Merkel ya ha desvelado las que serían algunas de sus prioridades si revalida el mandato: fortalecer la industria de la defensa y crear un puesto en el colegio de comisarios con esta cartera.

Foto: Vista de un carro de combate Leopard 2 en una cadena de producción. (Reuters / Fabian Bimmer)

Algo que genera rechazo entre las fuerzas de izquierda radical. "A pesar de que infringe el Tratado de la UE, en particular el artículo 41.2. Ursula von der Leyen sigue siendo ejemplar en este camino para construir un vasto complejo militar en la UE. Será, eso sí, a costa de la política social, de la erradicación de la pobreza y de otros ámbitos políticos importantes, como la lucha contra el cambio climático. No solo se perderá ese dinero en todo esto, sino que la oleada de armamentos no conducirá a una mayor seguridad y paz, sino que aumentará el riesgo de guerra", denuncia Demirel, que asevera que la UE dejó de ser un proyecto de paz hace tiempo y que ahora "está trabajando para convertirse en una potencia militar abierta en el mundo".

En cambio, la lituana estima que este cambio hacia una mayor militarización no solo es necesario desde el punto de vista de desarrollar una "autonomía estratégica" sino una "responsabilidad estratégica". "Los países de la Unión Europea deben cambiar su enfoque de la seguridad y la defensa y aumentar su gasto. Porque no es sostenible vivir de las garantías de los demás. La Administración estadounidense puede cambiar de postura y la población norteamericana empieza a preguntarse por qué se debe gastar tanto dinero en defensa cuando algunos países, como Alemania, no son capaces de gastar el 1,5% del PIB, y en su lugar están dirigiendo ese dinero en la economía social", plantea Jukneviciene.

¿Un Ejército y una bomba nuclear?

Otro de los debates que se están cocinando de cara al futuro es la creación de un Ejército europeo. El presidente francés Emmanuel Macron lanzó esta idea durante su primer mandato. La Comisión comandada por Jean-Claude Juncker lanzó el debate a nivel político, pero las cuestiones logísticas, jurídicas, de competencias y de divisiones entre los Veintisiete lo paralizaron. Con las advertencias crecientes —desde Suecia hasta Alemania, Bélgica o España— de que Putin podría atacar territorio aliado en el "corto-medio plazo", la iniciativa vuelve a tomar fuerza. Macron incluso ha ido más allá llegado a plantear, por primera vez desde el inicio de la guerra, el despliegue de soldados europeos en Ucrania, algo que ha provocado un rechazo frontal en su socio alemán.

Foto: Destrozos provocados por un misil ruso en la ciudad de Járkov. (Reuters/Sofiia Gatilova)

"Cuando se trata de un ejército o unas fuerzas armadas de la UE, tendríamos que empezar por reforzar las capacidades de los Estados miembros. ¿De qué tipo de ejército estamos hablando cuando algunos de los Estados miembros no gastan ni siquiera el 2 % en defensa? Al fin y al cabo, ¿cuáles serán sus funciones? No podría resistir la agresión rusa. Hoy tenemos un ejército fuerte en el continente europeo, el ejército ucraniano", asevera la lituana democristiana. "Se trataría de un ejército adicional que no sustituiría al ejército nacional de los Estados miembros de la UE. Eso significa más costes, pero ¿con qué propósito? ¿Quién daría la orden de desplegarlos y sobre qué base jurídica? El establecimiento de un nuevo ejército de la UE no sería más que otro instrumento militar para ejercer influencia política en el mundo. En lugar de armar aún más a la UE como potencia militar, necesitamos una Europa de la diplomacia. Por último, un ejército de la UE estaría fuera del alcance de cualquier control y escrutinio parlamentario", discrepa la alemana de izquierda.

Y sin ser una potencia militar, comienzan a sonar las primeras voces que apelan a que el bloque comunitario se convierta en una potencia nuclear. Hace unos días, la vicepresidenta del Parlamento, la socialdemócrata Katarina Barley, instaba a la UE "a plantearse adquirir sus propias armas nucleares". Unas palabras que llegan superados los dos años de guerra en Ucrania y en un macro año electoral donde el Donald Trump, que amenaza con sacar a su país de la OTAN y a no respetar el artículo 5 (la sagrada cláusula de defensa colectiva) podría regresar a la Casa Blanca.

Foto: Ursula Von der Leyen, en su etapa como ministra de Defensa alemana. (Reuters)

"Veo que hay un gran cambio en el pensamiento europeo en este campo. Recuerdo que cuando era ministra de Defensa en Lituania había una cierta euforia por el desarme nuclear total y por la energía nuclear cero. Esto fue muy perjudicial para la seguridad internacional, ya que otros países estaban desarrollando sus capacidades nucleares. Hoy en día, dependemos de las armas nucleares de Estados Unidos, que si decidiera retirarlas de Europa dejaría solo [como potencias nucleares] a Reino Unido, que no es miembro de la UE, y a Francia, que no puede competir con las armas nucleares de Francia. No tenemos ningún potencial disuasorio. Entiendo las armas nucleares como un potencial disuasorio, de modo que no sean una herramienta de chantaje contra nosotros", comparte Jukneviciene.

"Las nucleares son las armas más destructivas, inhumanas e indiscriminadas, con las consecuencias humanitarias y ambientales más catastróficas, generalizadas y persistentes. Atacarán principalmente a civiles, no a objetivos militares. La disuasión nuclear no es un concepto, sino una peligrosa espiral de escalada. La disuasión nuclear hace que el uso de estas armas sea aún más probable porque la amenaza del uso de armas nucleares debe ser 'creíble', por lo que los estados con armas nucleares mostrarán en un momento dado la voluntad de usarlas", discrepa Demirel.

Un Ejército europeo. Una UE con capacidades nucleares. Poner botas en Ucrania. Otanizar Europa. Contar con un comisario de Defensa para la próxima legislatura. Son algunos de los debates que se están abriendo paso en Bruselas. La UE de la Seguridad y la Defensa, el gran sueño de los padres fundadores, comienza a tomar forma en un contexto global de inestabilidad global y en el que el aliento de Vladímir Putin se siente cada vez más cerca.

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