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Solo se habla de ómicron, pero la gran preocupación aún es la ola latente de delta
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¿SOBREVIVIRÁ DELTA?

Solo se habla de ómicron, pero la gran preocupación aún es la ola latente de delta

La sexta ola no se explica sin ómicron, pero muchos casos graves aún son delta. Los médicos se preguntan si es cuestión de tiempo o si se nota que la nueva variante es leve

Foto: Un paciente con covid ingresado en la UCI. (EFE/Etienne Laurent)
Un paciente con covid ingresado en la UCI. (EFE/Etienne Laurent)

Al fin parece que hemos alcanzado el ansiado pico de la curva, pero la sexta ola del covid ha resultado ser un tsunami de contagios que solo se puede explicar por la variante ómicron y su altísima contagiosidad. A pesar de todo, delta sigue ahí. No solo no ha desaparecido, sino que sigue siendo protagonista de muchos ingresos hospitalarios y, por el momento, todavía es mayoritaria en las UCI. ¿Qué nos dicen estos datos sobre el futuro de la pandemia? ¿Corroboran la idea de que ómicron es más leve y que, en realidad, sería una buena noticia que acabara por desplazar a todas las demás formas del virus? ¿Mantendrá delta su hueco?

El último informe sobre variantes del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad (con fecha del pasado lunes, 17 de enero) indica que ómicron supone el 83,9% de los casos, mientras que delta se queda en el 16,1%. El resto de versiones del virus ya han desaparecido. La información procede de muestreos aleatorios de PCR específicas (hasta el 9 de enero) y de secuenciación de muestras, también aleatorias (hasta el 2 de enero), así que los datos se publican con algo de retraso con respecto al tiempo real. Viendo la tendencia, cabe suponer que ómicron haya avanzado aún más.

Foto: Foto: Reuters/Dado Ruvic.

Su avance es fulminante, ya que hasta bien entrado el mes de diciembre delta seguía siendo la variante que predominaba, tal y como ocurrió en toda la segunda mitad de 2021. Por lo tanto, se confirma que la mayor transmisibilidad de ómicron le ofrece una ventaja decisiva. Parece que antes o después se producirá una sustitución completa y acabará por ser la variante única. ¿O no? El número de casos en la sexta ola no tiene precedentes, así que el pequeño porcentaje que aún le corresponde a delta, en números absolutos, sigue siendo muy elevado. Si durante muchas jornadas se han superado los 150.000 contagios nuevos, cabe suponer que algunas decenas de miles aún le correspondan a delta. Por eso, los expertos se preguntan si, cuando la curva descienda, aún habrá hueco para que esta variante sobreviva.

Además, delta sigue muy presente en los hospitales. ¿Por qué? Por una parte, todavía se nota un cierto retraso entre el momento del contagio y el momento del ingreso, sobre todo en lo que respecta a las UCI. Por otra parte, el hecho de que delta sea una variante más grave que ómicron puede tener cierta influencia. Esta idea, que se manejó desde el principio, aún está en discusión, pero hay muchos indicios de que estamos frente a una enfermedad algo más leve, al menos para los vacunados.

Las UCI, con poco ómicron

"Actualmente, todavía hay pocos pacientes con la variante ómicron en las UCI", comenta Álvaro Castellanos, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), en declaraciones a Teknautas. "Aún hay pocos datos para poder analizar más esta cuestión, pero la gravedad de esos casos, de momento, es similar", añade. La media de estancia en las unidades de cuidados intensivos está entre las tres y las cuatro semanas. Tres de cada cuatro mejoran, pero la mortalidad se mantiene en torno a un 25%. A medida que haya más ingresos atribuibles a la nueva variante, se verá si la tendencia cambia.

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Test. (EFE)

Los datos de hospitalización no son más precisos porque no siempre se realiza una prueba específica para atribuir cada caso a una de las variantes. En el Hospital General Universitario de Alicante se ha empezado a hacer de forma sistemática con todos los pacientes que ingresan hace poco más de una semana, desde el pasado 14 de enero. El resultado es que, en estos momentos, el 90% son infecciones por ómicron, así que en planta la penetración de la nueva variante es mucho más intensa que en las UCI.

"Es verdad que ómicron provoca menos hospitalizaciones y menos ingresos en UCI, pero hay tantísimos casos que al final se nota", señala José Manuel Ramos Rincón, médico internista en este centro alicantino y miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Además, "los que ingresan lo hacen porque tienen neumonía", recuerda. Por eso, aunque la percepción generalizada entre los profesionales sanitarios es que esta variante es más leve, es necesario poner los datos en su contexto: la sexta ola se ha producido con el nivel más alto de vacunación, así que es muy difícil comparar con otros momentos de la pandemia. Aunque ómicron escapa a los anticuerpos, la inmunidad celular que proporcionan las vacunas está siendo el gran salvavidas.

En qué se diferencian

Las manifestaciones clínicas son ligeramente diferentes. La nueva variante parece atacar más a las vías respiratorias altas y menos a los pulmones. En los casos leves, llama la atención que ómicron apenas provoca síntomas como la anosmia (pérdida del sentido del olfato) y la ageusia (pérdida del gusto), una de las características que se había mantenido durante toda la pandemia. Sin embargo, los internistas aprecian también cuadros distintos entre los pacientes hospitalizados: más bronquitis, más tos y más sibilancias (sonidos agudos durante la respiración). "Son pitidos que antes no observábamos, salvo que fueran pacientes asmáticos", comenta el experto.

Foto: Foto: EFE/Quique García.

Varios estudios indican que ómicron se uniría peor a las células de los alveolos pulmonares que delta. Incluso en alguna de las investigaciones, con hámsteres, el virus no aparece en estos órganos de los animales cuando se trata de esta variante. Las mutaciones en la proteína S, clave para que se produzca la infección, harían que esta variante fuera menos eficiente en el tejido pulmonar a pesar de que llegara con facilidad a las vías respiratorias superiores. Eso podría explicar la supuesta mayor levedad de esta versión del SARS-CoV-2. Sin embargo, parte de la explicación también podría estar en la eficacia de la respuesta inmune celular inducida por las vacunas, que tarda lo suficiente en reaccionar como para que se produzca la infección por las vías de entrada del virus, pero llega a tiempo para evitar mayores complicaciones.

Lo que está claro es que, aunque hablemos de ómicron, "los no vacunados tienen un riesgo muy similar de complicaciones que el que veíamos en enero del año pasado", comenta Ramos Rincón. "La posibilidad de que vayan mal y tengan un cuadro grave es muy alta sea la variante que sea, mientras que en los vacunados es baja", añade. Aun así, con un nivel de contagios tan grande, y teniendo en cuenta que más del 90% de la población está vacunada, las cifras de hospitalizados se han invertido en las últimas semanas. "A mitad de diciembre, más de la mitad de los ingresados que teníamos eran pacientes sin vacunar y ahora hay más vacunados", apunta. En las UCI, según la Semicyuc, además de tener más casos de delta, el 80% son no vacunados.

Al fin parece que hemos alcanzado el ansiado pico de la curva, pero la sexta ola del covid ha resultado ser un tsunami de contagios que solo se puede explicar por la variante ómicron y su altísima contagiosidad. A pesar de todo, delta sigue ahí. No solo no ha desaparecido, sino que sigue siendo protagonista de muchos ingresos hospitalarios y, por el momento, todavía es mayoritaria en las UCI. ¿Qué nos dicen estos datos sobre el futuro de la pandemia? ¿Corroboran la idea de que ómicron es más leve y que, en realidad, sería una buena noticia que acabara por desplazar a todas las demás formas del virus? ¿Mantendrá delta su hueco?

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