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Jota, el primer 'youtuber' en denunciar a Google por despido: "Estamos indefensos"
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EL JUICIO SERÁ EN JUNIO DE 2024

Jota, el primer 'youtuber' en denunciar a Google por despido: "Estamos indefensos"

Tras reiteradas desmonetizaciones de sus canales, este creador ha decidido emprender un proceso judicial en el que pide el reconocimiento de una relación laboral con la tecnológica

Foto: El 'youtuber' JotaPOV. (Cedida)
El 'youtuber' JotaPOV. (Cedida)

A Jota se le ha acabado la paciencia. Sus canales de YouTube, donde acumula más de 121 millones de visitas, llevan años sufriendo la desmonetización por parte de la plataforma. En la práctica, eso se traduce en dejar de ganar dinero con unos vídeos a los que dedicaba hasta 10 horas diarias. Es la razón por la que ha decidido denunciar a Google España por despido improcedente, convirtiéndose en el primer youtuber español en dar este paso. Mientras los juzgados dirimen si tiene una relación laboral con la tecnológica, él se adelanta y pide que haya una mayor regulación del trabajo de los creadores de contenido. "Estamos indefensos", lamenta.

Jota, que ya ronda los 40 años de edad y prefiere no revelar su identidad, es la persona que está detrás de canales como Jota Pink o Último Bastión, aunque JotaPOV es el más conocido. Su trayectoria en esta plataforma comenzó hace 10 años y, por norma general, sus vídeos tratan sobre temas de actualidad, política, humor o verificación de fake news. "Empecé simulando el formato de APM, de TV3, en los que se incluyen fragmentos de otros programas. Fui el precursor de ese formato en YouTube", cuenta en conversación con El Confidencial.

Ahí también relata cómo esa idea le cambió la vida: "Siempre había compaginado trabajos en la obra y la hostelería con la creación de contenido, hasta que vi que esto también era una profesión y me podía dedicar a ello". Esa percepción cambió cuando comenzó la desmonetización de sus canales, allá por 2018.

"Lo hicieron de forma ilegítima y unilateral. El proceso de apelaciones no era como el que hay ahora. Antes solo le podías dar a un botón para que lo revisaran, pero la respuesta era genérica y siempre decía que los vídeos incumplían su política", desarrolla. Aun así, el resultado acaba siendo prácticamente el mismo. "Llevo años sufriendo estas decisiones, que son tomadas de forma automática por un bot, algoritmo o red neuronal, tanto para las desmonetizaciones como para las apelaciones", critica Jota, que enfatiza que no haya una gestión humana de estos conflictos. "YouTube debería poner una persona que atendiera las solicitudes de los creadores que residen en España".

Foto: El 'youtuber' mexicano Chucho Calderón. (Cedida)

La desmonetización que acabó en denuncia

Aquella situación le hizo abandonar las redes sociales en 2018. La mecánica siempre se repetía: ante la desmonetización de un canal, se creaba otro con el mismo contenido y conseguía la autorización de YouTube para recibir ingresos, aunque tenía que asumir el trabajo extra de recuperar a sus suscriptores. Pasado un tiempo, volvían a imponerle la misma sanción, sin que hubiera ningún tipo de aviso previo por parte de YouTube. "Dije que, si esto me volvía a pasar, emprendería acciones legales", recuerda. Y eso es lo que ha ocurrido ahora.

En 2021, Jota intentó retomar sus canales, pero haciendo una prueba: subir el mismo contenido en dos de ellos, JotaPOV y Jota Pink. "Resulta que mi canal principal no fue aprobado para monetizar y el secundario sí. Es la prueba de que el sistema no funciona bien", subraya. De nuevo, intentó recuperar su canal principal apelando las cuestiones señaladas por YouTube, pero no surtió efecto y continuó con Jota Pink.

placeholder Logo de Youtube. (Reuters/Dado Ruvic)
Logo de Youtube. (Reuters/Dado Ruvic)

"Durante dos años me fue bastante bien con este canal. Conecté con la audiencia de nuevo y el algoritmo me posicionaba porque tenía conocimientos de SEO y marketing digital. Incluso llegué a equiparar mis visitas con las de mi principal competidor", continúa, aunque la alegría le duró poco. A mitad de febrero de este año, este canal —en el que ya había acumulado unos 5.000 suscriptores— volvió a ser desmonetizado.

Para apelar esta vez, Jota tuvo que subir un archivo de vídeo explicando su apelación ante la medida. YouTube, como ya había hecho en 2018, insistía en que subía contenido reutilizado de un tercero sin cambiarlo de forma significativa. "Eso es absolutamente falso, pero ninguna de mis apelaciones son tenidas en cuenta", lamenta.

Una deuda de 1.800 euros con YouTube

El siguiente movimiento llegó ya con un abogado de por medio, con Bernardo García, laboralista de UGT conocido por su papel contra Glovo en los tribunales, que se hizo cargo del caso. Mientras tanto, Jota decidió recuperar otro de sus canales, Último Bastión, desmonetizado en 2018. "Subo el mismo contenido que tenía en Jota Pink, lo que vuelve a demostrar que el sistema de YouTube es fallido", insiste. La compañía aprobó la monetización de este canal el 4 de mayo. El 14 de agosto volvía la desmonetización.

Esa fue la gota que colmó el vaso, así que decidió llevar el caso a los tribunales y denunciar un despido improcedente. Allí se juzgará si YouTube mantenía una relación laboral con el creador de contenido y si en la desmonetización no incurren en otros delitos, aunque el creador de contenido se decanta por no dar más detalles de este caso.

Foto: Mark Bergen. (David Paul Morris)

Por ahora, YouTube ya se ha presentado al acto de conciliación previo a fijación de la fecha del juicio oral, que se celebrará el 26 de junio de 2024. "Me sorprendió que viniera un abogado de un bufete particular y no propio de la empresa", apunta, aunque esta reunión tampoco le granjeó demasiados avances: "Nos dijeron que ya nos llamarían, y aquí no ha llamado nadie".

A todo ello se suma una extraña deuda de 1.800 euros que Google ha endosado a Jota y que también forma parte de su denuncia. "Google me emitió una factura con mis ingresos generados durante el último mes de actividad, como hace habitualmente, pero luego emitió otra con el símbolo en negativo, así que ese dinero me lo quitan de mi cuenta de AdSense", se explaya. Además, las semanas en las que creó contenido en su canal Último Bastión —antes de que fuera desmonetizado— tampoco aparecen contabilizadas en ningún lugar.

placeholder Foto: Reuters/Dado Ruvic.
Foto: Reuters/Dado Ruvic.

"Existen indicios de dependencia y ajenidad suficientes para determinar la laboralidad en este caso concreto, en el que el creador de contenido regularmente prestaba sus servicios y percibía una remuneración derivada de los ingresos publicitarios", defienden en UGT, donde también advierten de que "la sentencia podría conllevar una indemnización por despido improcedente, al desmonetizar Google de manera unilateral su canal", por lo que "podría suponer el pago por parte de la empresa de sus obligaciones en materia de Seguridad Social".

Hasta ahora, Jota dedicaba una jornada laboral a sus creaciones, algo que con lo que acababa ingresando unos 1.400 euros brutos al mes. "A eso hay que quitarle impuestos y la cuota de autónomo, así que se me queda en unos 1.000 euros", apuntilla, antes de recordar que esta "desprotección total" es algo extensible a la inmensa mayoría de sus youtubers: "Un sistema informático que funciona mal está tomando decisiones de forma unilateral y sin capacidad apenas de apelación. Esto no es una causa mía, le pasa a cientos de personas". A Jota todavía le queda la esperanza de que los reguladores tomen cartas en este asunto, "aunque lleguen tarde".

A Jota se le ha acabado la paciencia. Sus canales de YouTube, donde acumula más de 121 millones de visitas, llevan años sufriendo la desmonetización por parte de la plataforma. En la práctica, eso se traduce en dejar de ganar dinero con unos vídeos a los que dedicaba hasta 10 horas diarias. Es la razón por la que ha decidido denunciar a Google España por despido improcedente, convirtiéndose en el primer youtuber español en dar este paso. Mientras los juzgados dirimen si tiene una relación laboral con la tecnológica, él se adelanta y pide que haya una mayor regulación del trabajo de los creadores de contenido. "Estamos indefensos", lamenta.

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