Elon Musk también 'aparece' en Gaza: Israel ya le ha pedido ayuda con sus satélites

Elon Musk también ha irrumpido en Gaza. Este martes, el Gobierno de Israel ha confirmado que está en conversaciones con SpaceX, empresa propiedad del magnate, para que reforzar la conexión a internet mediante los satélites de Starlink, según ha adelantado Bloomberg. En concreto, la idea del Ministerio de Comunicación pasa por prevenir futuros cortes en la línea del frente, de un modo similar a lo que ya ocurrió en Ucrania, donde se ha demostrado crucial para el ejército en momentos clave. Por ahora, se desconoce la respuesta del hombre más rico del mundo.

Por su parte, Israel también ha reconocido que están valorando dejar incomunicados a los habitantes de Gaza, tanto por internet como por teléfono, así como cerrar las oficinas de Al-Jazeera, que consideran que "se utiliza para la propaganda de Hamás". En los últimos días, además, han interrumpido los suministros básicos, como agua, electricidad o combustible en la franja de Gaza.

A diferencia de lo que ocurrió en Ucrania, donde la respuesta fue casi instantánea, esta vez el magnate se ha movido en un terreno más difuso, sin llegar a tomar parte de una forma tan clara como entonces. Por ahora, lo máximo que ha hecho es ofrecer gratis los supercargadores de Tesla en todo Israel. Cuando le recordaron que no había electricidad en Gaza, respondió que esperaba que "los servicios esenciales se restablezcan rápidamente en Gaza" y que le "gustaría ayudar a quienes en Gaza quieren la paz, pero no tienen forma de conseguirla".

"Siento ver lo que está pasando en Israel. Espero que pueda haber paz algún día", dijo poco después del ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, con el que se inició esta nueva escalada. De hecho, también dejó caer que la estrategia del "ojo por ojo" no le parecía "la mejor respuesta estratégica".

Además, cabe recordar que la ayuda de Musk a Ucrania también le supuso un importante quebradero de cabeza. Primero, porque se negó a pagar la parte del servicio que parecía que había ofrecido gratuitamente (al final, acabó asumiendo el gasto el Pentágono). Después, y tras casi un año de uso, aseguró que estos dispositivos solo podían emplearse con fines civiles, nunca militares, pese a que era evidente que estaban teniendo ambos. Mientras tanto, todo eso ha levantado las suspicacias del Gobierno ucraniano sobre las intenciones del magnate, que ha reconocido que recibió un toque de atención por parte de China, un mercado clave para sus negocios.