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Así es la nave Osiris-Rex que ha traído restos del asteroide Bennu
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Un auténtico hito

Así es la nave Osiris-Rex que ha traído restos del asteroide Bennu

Siete años después de su lanzamiento, la sonda espacial Osiris-Rex ha cumplido su misión. Los restos del asteroide Bennu ya están en la Tierra y prometen revelar aspectos desconocidos del Sistema Solar

Foto: La superficie de Bennu no es como se esperaba (EFE/NASA)
La superficie de Bennu no es como se esperaba (EFE/NASA)

El domingo 24 de septiembre fue un día histórico para la NASA y la humanidad en general. La nave Osiris-Rex cumplió con su misión de traer regolitos obtenidos de la superficie del asteroide Bennu, cuya posibilidad de impactar con la Tierra antes del año 2300 es de 1 entre 1.750. No olvidemos que fue lanzada al espacio el 8 de septiembre de 2016 desde Cabo Cañaveral y que en ella se invirtieron más de 1.000 millones de dólares.

Pero ¿cómo ha sido posible este hito? Osiris-Rex alcanzó al asteroide el 3 de diciembre de 2018 y, a partir de ese momento, pasó más de un año cartografiando su superficie y analizando su composición. De los datos obtenidos pudo averiguarse que, probablemente, formaba parte de un meteorito de mayor tamaño y que su superficie no era sólida, sino esponjosa.

Esta parte de la misión ya era considerada una proeza. Sin embargo, lo más difícil de todo venía después. Durante el mes de octubre de 2020, la sonda debía tratar de recoger fragmentos de la superficie de Bennu. Para ello, había sido equipada con un brazo retráctil a través del cual sería posible eyectar nitrógeno en estado gaseoso. Las porciones de arena y piedra que se desprendieran serían capturadas y almacenadas en la cápsula de retorno que ayer aterrizó en el desierto de Utah, Estados Unidos.

Solo tenía tres intentos

La carga de nitrógeno que llevaba Osiris-Rex solo ofrecía tres oportunidades para conseguir restos del asteroide. La NASA había estimado que en cada uno de ellos podría obtener entre 60 y 2.000 gramos de material. Finalmente, a la Tierra han llegado 250 gramos. Una cifra que podría haber sido mejor, pero que es más que suficiente. También debemos considerar que cada contacto entre la sonda y el asteroide podía tener una duración máxima de cinco segundos.

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Por su parte, la nave había sido equipada con tres cámaras diferentes. La encargada de recoger las imágenes del momento en el que se produjese la recogida de muestras recibió el nombre de SamCam, mientras que MapCam fue la encargada de cartografiar el objeto. La tercera, llamada PolyCam, hizo fotografías de alta resolución del asteroide cuando la sonda aún se encontraba a dos millones de kilómetros de su superficie.

Sin embargo, la misión de Osiris-Rex no acabó en el momento en el que las muestras de Bennu fueron liberadas y alcanzaron la superficie de la Tierra. El plan de la NASA es que continúe orbitando alrededor del sol y recogiendo datos interesantes sobre el comportamiento de los asteroides que representan un riesgo potencial de impacto en el futuro.

El domingo 24 de septiembre fue un día histórico para la NASA y la humanidad en general. La nave Osiris-Rex cumplió con su misión de traer regolitos obtenidos de la superficie del asteroide Bennu, cuya posibilidad de impactar con la Tierra antes del año 2300 es de 1 entre 1.750. No olvidemos que fue lanzada al espacio el 8 de septiembre de 2016 desde Cabo Cañaveral y que en ella se invirtieron más de 1.000 millones de dólares.

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