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La NASA afirma que el riesgo de un impacto de asteroide es mayor de lo que creíamos
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Los impactos son más comunes

La NASA afirma que el riesgo de un impacto de asteroide es mayor de lo que creíamos

Esta noche pasará un asteroide rozando nuestro planeta. Mientras que un nuevo estudio de la NASA que asegura que sus impactos contra la Tierra son mucho más habituales de lo que se creía

Foto: Un nuevo estudio de la NASA asegura que los impactos letales de asteroides son mucho más frecuentes de lo que se pensaba. (Northern Arizona University)
Un nuevo estudio de la NASA asegura que los impactos letales de asteroides son mucho más frecuentes de lo que se pensaba. (Northern Arizona University)

Un asteroide del tamaño de un rascacielos pasará esta noche (sábado 25 de marzo) entre la Tierra y la Luna a una velocidad de 28.044 kilómetros por hora. A pesar de que su trayectoria lo acerca peligrosamente a nuestro planeta no existe riesgo de impacto, al menos por ahora. Los astrónomos calculan que en tres años volverá a pasar por la órbita terrestre y existe una probabilidad pequeña de que choque contra la Tierra. Este evento coincide con la publicación de un nuevo estudio de la NASA que asegura que el impacto de grandes asteroides contra la Tierra es mucho más frecuente de lo que se pensaba hasta ahora.

Foto: Visualización de un evento Carrington sobre Nueva York. (MidJourney/Novaceno)

El asteroide, conocido como 2023 DZ2, fue descubierto por primera vez por los astrónomos del Observatorio de La Palma, en las Islas Canarias, en febrero de 2023. Según las estimaciones, esta roca espacial se acercará a unos 73.000 kilómetros de la Tierra, lo que lo hace observable desde el hemisferio norte de nuestro planeta con telescopios de 15 centímetros.

El 2023 DZ2, orbita alrededor del Sol cada 3,17 años, por lo que volverá a aparecer el 27 de marzo de 2026 con una probabilidad de impacto contra la Tierra de una entre 430. Según EarthSky, es posible que esa pequeña probabilidad de impacto se vaya reduciendo a medida que los astrónomos conozcan mejor la trayectoria del asteroide.

placeholder La estela del meteorito que cayó cerca de Cheliábinsk.
La estela del meteorito que cayó cerca de Cheliábinsk.

Pero si lo hace puede causar graves daños. El tamaño del 2023 DZ2 es tres veces más grande que el que cayó a 80 kilómetros de la ciudad de Cheliábinsk, en Rusia, en 2013. El evento Cheliábinsk provocó un estallido que causó daños en 7.000 inmuebles y más de 1.400 personas tuvieron que ser atendidas por lesiones, la mayoría debido a cortes provocados por los cristales de los edificios.

Este es solo uno de los 24 objetos espaciales con probabilidades de impactar contra la Tierra en el próximo siglo, según el programa Sentry del Centro de Estudios Cercanos a la Tierra de la NASA.

Caen más asteroides letales

Un nuevo estudio de la NASA —presentado por el equipo de James Garvin, científico jefe del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, durante la edición número 54 de la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria—ha observado que el impacto de grandes asteroides en el último millón de años es mucho mayor de lo que han estimado los científicos hasta ahora. Los investigadores han puesto el foco en asteroides entre uno y 2,5 kilómetros de diámetro, un tamaño más pequeño que el del que acabó con los dinosaurios, pero lo suficientemente grande como para provocar una explosión unas 10 veces mayor que la bomba nuclear más potente de la historia. Un impacto así sería capaz de mandar parte de nuestra atmósfera al espacio, provocando la disrupción del clima de todo el planeta y causando extinciones localizadas.

El equipo de investigadores ha estudiado los enormes anillos que rodean los cráteres de tres impactos de meteorito que sucedieron hace más o menos un millón de años. Garvin asegura que estos anillos son decenas de kilómetros más anchos de lo que se pensaba hasta ahora, lo que prueba que los impactos fueron mucho más violentos de lo que creíamos.

placeholder Los bordes de los cráteres pueden ser más grandes de lo estimado hasta ahora. (NASA)
Los bordes de los cráteres pueden ser más grandes de lo estimado hasta ahora. (NASA)

Para hacer estos cálculos, los investigadores usaron el nuevo catálogo de imágenes de satélite de alta resolución —la altimetría lidar de los satélites ICESat-2 y el Global Ecosystem Dynamics Investigation instalado en la Estación Espacial Internacional— y en imágenes estereoscópicas proporcionadas por las empresas Planet y Maxar. El equipo asegura que estos datos más recientes tienen una mayor resolución y constituyen una "mejora importante con respecto a la topografía existente" utilizada para los cálculos de impacto anteriores.

Hasta ahora los científicos han estimado que este tipo de rocas espaciales de al menos un kilómetro de diámetro impactan contra la Tierra cada 600.000 o 700.000 años. Pero el nuevo estudio sugiere que esa frecuencia es mucho mayor y apunta a un ratio de cuatro impactos de asteroide en el último millón de años. Además, los cráteres resultantes son solo los que se pueden ver en la superficie terrestre, por lo que algunos investigadores opinan que considerando que el planeta es dos tercios agua, el número total de impactos podría ascender a una docena en ese mismo periodo.

Un descubrimiento controvertido

Las conclusiones del estudio de la NASA necesitan un trabajo de campo que corrobore las observaciones que se extraen de las imágenes. El propio Garvin es consciente de esto cuando afirma: “no hemos demostrado nada" todavía. Así que no es de extrañar que los demás expertos en el campo del impacto de meteoritos desconfíen del estudio, sobre todo porque estos nuevos datos desmienten las estimaciones previas de los índices de impacto. La revista Science ha entrevistado a algunos de ellos que acudieron a la Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria de la semana pasada.

Anna Łosiak, investigadora de la Academia Polaca de Ciencias, duda que los anillos identificados por el equipo de Garvin sean realmente los bordes de los cráteres. Si lo fueran, afirma, "sería aterrador porque significaría que realmente no entendemos en absoluto lo que está pasando y que hay un montón de rocas espaciales que pueden venir y provocar un gran desastre".

En la misma línea está Gordon Osinski, científico planetario de la Western University, que asegura que “esos rasgos son tan sutiles que no creo que sean un gran borde estructural". En su lugar, añade Brandon Johnson, científico planetario de la Universidad de Purdue, podrían ser anillos de escombros expulsados por los impactos.

Garvin se defiende diciendo que no cree que una simple cresta de escombros vaya a ser todavía visible desde el espacio tras un millón de años de erosión. También asegura que los anillos implican que los grandes cráteres de la Tierra tienen estructuras más variables que los que hay en otras partes del Sistema Solar debido a su gran erosión. "En la Tierra, las cosas se desordenan, sobre todo cuando se aplica mucha energía", afirma el investigador.

A pesar de la controversia hay un punto en el que todos los científicos parecen estar de acuerdo. Y es que, teniendo en cuenta los escasos medios de los que disponemos para evitar un impacto así y las terribles consecuencias que tendría para nuestra civilización, no podemos permitirnos el lujo de dejar sin demostrar la hipótesis que plantea el equipo de la NASA, dice Johnson. "Tenemos que ir allí, comprobar la geología y obtener más detalles".

Un asteroide del tamaño de un rascacielos pasará esta noche (sábado 25 de marzo) entre la Tierra y la Luna a una velocidad de 28.044 kilómetros por hora. A pesar de que su trayectoria lo acerca peligrosamente a nuestro planeta no existe riesgo de impacto, al menos por ahora. Los astrónomos calculan que en tres años volverá a pasar por la órbita terrestre y existe una probabilidad pequeña de que choque contra la Tierra. Este evento coincide con la publicación de un nuevo estudio de la NASA que asegura que el impacto de grandes asteroides contra la Tierra es mucho más frecuente de lo que se pensaba hasta ahora.

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