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La IA ha puesto aún más difícil fichar talento en España: "Ya tenemos que pagar 100.000 €"
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YA HAY SUELDOS DE SIETE CIFRAS

La IA ha puesto aún más difícil fichar talento en España: "Ya tenemos que pagar 100.000 €"

La tecnología de moda ha hecho que grandes tecnológicas, como Google, tengan que disparar salarios para fichar a ingenieros especializados, y eso lo va a poner más complicado a las empresas españolas

Foto: Sam Altman, fundador de OpenAI. (Reuters/Amir Cohen)
Sam Altman, fundador de OpenAI. (Reuters/Amir Cohen)

"OpenAI no existiría sin europeos. Punto". La frase la dijo el propio Sam Altman, fundador y CEO de esta empresa, durante su visita a Madrid, hace unas semanas. Además, aprovechó que estaba ante el auditorio de IE University, repleto de estudiantes para lanzarles un guante e invitarles a que les dejaran su currículum. A muchos de los asistentes les pudo sonar a guiño para ganarse el aplauso de la grada, pero no lo era tanto. Altman reconoció que una tercera parte de su tiempo lo dedica a buscar profesionales para seguir trabajando en ChatGPT y otros desarrollos. Y no, no estaba exagerando.

La escasez de determinados perfiles técnicos se ha convertido en uno de los principales problemas de las tecnológicas y, en especial, las startups, que cuentan con menor músculo financiero —y, en ocasiones, un atractivo menor— para poder competir con empresas como Apple, Google o Amazon. Ahora, el boom de la inteligencia artificial ha ahondado en esa lucha por fichar a quien tenga algo de experiencia en este sector. De hecho, las big tech han ejecutado un plan de recortes en los últimos meses, al mismo que tiempo que concentraban sus esfuerzos en la tecnología de moda.

Foto: Foto: EFE/EPA/Axel Heimken.

"Si a OpenAI le cuesta encontrar talento, imagina al resto", apunta Nacho Puell, jefe de investigación del fondo de inversión Kfund. "Es algo que ya está empezando a llegar aquí, porque hay empresas que quieren implementar la inteligencia artificial antes que la competencia, y eso va desde el Ibex 35 a las startups, que ya están ofreciendo posiciones de este tipo. Si alguna empresa no tiene estrategia de IA, debería tenerla ya, porque la van a necesitar".

OpenAI, por cierto, ya está pagando salarios de entre 200.000 y 370.000 dólares en efectivo y hasta cerca de un millón en capital. En algunos casos, con puestos totalmente nuevos, como los llamados ingenieros rápidos (prompt engineer). Esas cifras van en la línea de lo que se ofrece en otras tecnológicas californianas. De acuerdo con los datos recopilados por Business Insider, un ingeniero de IA convencional de Google en EEUU gana alrededor de 254.000 dólares, más otros 200.000 en compensaciones. En los casos de más alta cualificación, hay quien asegura haber alcanzado ya el millón de euros anual, sumando salario y complementos. Por supuesto, esas cantidades están por encima de los estándares de otros ingenieros, y no pasa solo en Mountain View, también en el resto de principales tecnológicas, en un efecto dominó que acaba alcanzando a España.

"Hay poca gente con experiencia real"

"Si una startup española de IA te dice que no tienen un problema, es que no saben que tienen un problema", afirma Joe Haslam, director del programa de scaleup de IE University. Sobre este punto, Haslam hace hincapié en que tener ya talento en casa no asegura nada. "Este es un trabajo con mucho escaparate internacional y es muy fácil encontrar a la gente en lugares como foros. Además, hay formas de ver la calidad de su trabajo, como su repositorio en Github. El riesgo de perder empleados existe. La única pregunta es si lo saben o no", explica.

Javier de Andrés ya está viviendo esta nueva lucha por la captación de talento especializado en inteligencia artificial. Hace un par de meses, cofundó LuzIA, una startup que ofrece un chatbot similar a ChatGPT, pero que permite llevarte la herramienta a WhatsApp, para que puedas hablar con una como si fuera uno de tus contactos. "Es una tecnología muy específica y relativamente nueva, así que hay poca gente con experiencia real, manchándose las manos con estos programas y modelos de IA. Esos perfiles tienen una posición de fuerza para negociar las condiciones", cuenta a este periódico.

placeholder Foto: EFE/Rayner Peña R.
Foto: EFE/Rayner Peña R.

La empresa, que por ahora tiene cinco empleados, acaba de lanzar una oferta para contratar director de inteligencia artificial. "Damos por hecho que tendrá que ser en remoto y con un sueldo por encima de los 100.000 dólares, además de stock options y un paquete retributivo que vaya más allá. Al menos, hemos puesto preferencia para que nos coincidan dos o tres horas en el huso horario y podamos trabajar más fácilmente", continúa De Andrés. Como ya explicó este periódico, las stock options son el as en la manga para que las startups españolas puedan resistir al envite de gigantes como Amazon o Meta en el mercado laboral español.

En cualquier caso, no es la primera vez que este empresario ve algo así. En 2009, fundó Ticketea y, casi una década más tarde, la vendió a la estadounidense Eventbrite. "Uno de los motivos por los que querían comprar era porque facilitaba el acceso a talento tecnológico desde Estados Unidos. Allí solo podían fichar los ingenieros que no contrataban los grandes", continúa de Andrés, que apunta que también influyó la fidelidad de los empleados: "En España, el tiempo medio de permanencia es más grande. Hay que tener en cuenta que son entornos muy competitivos y con poca lealtad, algo que también tiene un coste, porque los primeros meses tienes que dar formador hasta que se entienda el producto y la tecnología".

En España, la batalla solo acaba de comenzar

Sin embargo, la remuneración no es el único aspecto que pesa en los profesionales a la hora de tomar estas decisiones. "El tipo de proyecto pesa mucho. Si eres un ingeniero top, ¿vas a querer quedarte en una empresa española o sumarte a OpenAI? Si no tienes empresas potentes, ¿cómo los atraes, aparte de que pagues menos que en EEUU?", se pregunta Puell, de KFund, que hace hincapié en las distintas inversiones, tanto públicas como privadas, en este sector. "En España hay buen talento técnico, pero lo que falta es el acceso a perfiles de otros países. Es la razón por la que las estamos apostando por proyectos con potencial. Ahora es más posible retener talento que hace años, aunque falte mucho para ser competitivos".

"Las oportunidades afuera son tan grandes que, a menos que empecemos a tratar el talento de la IA como tratamos a nuestros futbolistas, se irán. Como ocurre con los delanteros, hay pocos que tengan capacidad de meter goles", reconoce Haslam, que considera que, "históricamente, en España no se ha valorado mucho a los técnicos". "Se daba más importancia a las capacidades de hacer negocio que a ellos, porque había muchos profesionales con capacidad de, por ejemplo, crear una app. En cambio, una persona con talento en IA es mucho más difícil y hay que premiarla más", desarrolla.

Foto: Foto: EFE/EPA/Wu Hao.

Sin embargo, la verdadera batalla por la captación de talento aún está por llegar a España. Según un análisis de KFund, en España hay cerca de medio centenar de startups relacionadas con la inteligencia artificial generativa, pero donde hay "una ausencia notable de empresas que operan en la capa de infraestructura". Es decir, construyen sus aplicaciones sobre los modelos como ChatGPT, que necesitan una cantidad ingente de recursos.

"En esos casos, no es una tecnología nueva. Es como una aplicación que usa Google Maps: lo gordo lo hace Google y tú aplicas. Por ahora, muchos ingenieros de la casa pueden crear capas sobre lo ya existente, pero van a necesitar talento muy cualificado tarde o temprano, y es el reto al que se enfrentan todos", continúa Puell, que hace hincapié en que serán perfiles muy específicos, "porque no es como reciclar a un programador de la casa para que pase de Phyton a Java". En LuzIA tienen como objetivo ir construyendo su propio modelo, pero tienen claro lo que está por venir: "Mientras construimos sobre otros, será algo más fácil contratar. Cuando queramos pasar de ahí, vendrá el reto de verdad".

"OpenAI no existiría sin europeos. Punto". La frase la dijo el propio Sam Altman, fundador y CEO de esta empresa, durante su visita a Madrid, hace unas semanas. Además, aprovechó que estaba ante el auditorio de IE University, repleto de estudiantes para lanzarles un guante e invitarles a que les dejaran su currículum. A muchos de los asistentes les pudo sonar a guiño para ganarse el aplauso de la grada, pero no lo era tanto. Altman reconoció que una tercera parte de su tiempo lo dedica a buscar profesionales para seguir trabajando en ChatGPT y otros desarrollos. Y no, no estaba exagerando.

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