Las tabletas Android siguen vivas: son mejor opción de lo que piensas (si sabes qué compras)

O el iPad o un caótico mercado de tabletas 'low cost' creadas por fabricantes chinos que dan para lo que dan. Ese es un error en el que muchos pueden caer a la hora de comprar una. Es cierto que no existe el interés de antaño, ni por parte de los consumidores ni por parte de las empresas, en estos dispositivos. Hay muchos que han dejado de hacerlas. Google, que sigue apostando por los teléfonos, no ha vuelto a dar forma a ninguna. LG ha cortado el grifo de todo lo que tenga que ver con este negocio. Y lo mismo ocurre con Sony. Pero eso no significa que todo el monte es orégano, ni la de Apple, aunque sea el que mayor cuota de mercado tiene, es la única compra que merece la pena. Las tabletas de Android siguen vivas. Y son mejor opción de lo que 'a priori' muchos pueden pensar. Claro está, si sabes qué comprar.

Samsung sigue apostando muy fuerte por este formato. Siempre lo ha hecho. Huawei también lo hacía, aunque el ya famoso veto de Estados Unidos a la compañía china ha hecho que en estas latitudes el interés por la marca se haya desplomado. Xiaomi, que lleva varias generaciones de producto, trajo de forma oficial varios de sus modelos al mercado español. Y así un buen puñado de marcas.

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Hemos seleccionado tres modelos que pueden satisfacer al que busca la mejor tablet Android. Esta no suele ser una decisión fácil. ¿Por qué? Porque los precios del iPad normal hacen que muchos se puedan sentir tentados por la fiabilidad de la tableta más famosa del mundo.

En el caso de que sean muy caras, no hay que olvidar que muchas veces los accesorios no están incluidos, siempre uno puede plantearse estirar el techo presupuestario e irse a una Surface. Decir que Android está bien adaptado al formato y ponerlo al nivel de iPadOS es una falacia. Faltan 'apps' dedicadas y construidas pensando en este tipo de pantalla. Es un error histórico por parte de Google, que no tiene tan controlado el ecosistema como sus compatriotas de la manzana. Pero decir que no aportan nada no es cierto, como vamos a ver a lo largo de esta pieza.

Es importante tener claro varias cosas a la hora de comprar una de estas máquinas. Si te estás planteando el iPad, por ejemplo, debes saber para empezar que, aunque no tengas iPhone, eso no impide que puedas utilizarla y exprimirla al máximo. Es cierto que Apple 'premia' con funciones extras a los que tienen otros aparatos de la marca. De la misma manera que hace Samsung, por ejemplo, con sus Galaxy. También tienes que saber que probablemente el iPad normal sacie tus necesidades y que, si te vas a un modelo superior, sea esencialmente por el diseño. Porque, por muy buen procesador que le calcen, iPadOS es una correa corta, que impide hacer todo lo que permitiría hacer un chip M1. La cuestión es que Android va por detrás y el trabajo recae en los fabricantes. Otra cosa a tener en cuenta es para qué quieres la tableta exactamente. Si la quieres para navegar, ver alguna serie y contestar 'e-mails', te valdrá cualquier tablet barata. Pero si la quieres aprovechar para tu trabajo diario y que te dure varios años, quizá deberías valorar una inversión mayor.

Samsung Tab S8 +

Samsung lanzó su serie Galaxy S22 hace unas pocas semanas. Aprovechó la ocasión para presentar su línea de tabletas siguiendo una estrategia similar a la de sus teléfonos. Tres modelos, estándar, + y ultra. Esta última es el tope de gama y parte nada más y nada menos de 1.200 euros. Es muy difícil convencer, salvo a los creyentes más acérrimos del formato y que no sean gregarios fieles de la manzana, de gastarse ese dineral en una tableta. Sin embargo, rebajando un peldaño podemos encontrarnos con una propuesta interesantísima, aunque también exige rascarse el bolsillo.

En líneas generales ha sido una renovación bastante continuista, que prácticamente les deja en el mismo lugar que estaban el año pasado. Es decir, tabletas a tener en cuenta siempre que pienses en una que funciona con Android. Particularmente, además de por el precio, me gusta este modelo porque el tamaño es algo más comedido. Tiene un panel OLED de 12,4 pulgadas, mucho más cómodo de manejar que las más de 14 del Ultra. Tenemos resolución 2 K además de una muy buena relación de contraste y ángulos de visión. Se nota la experiencia que acumula la compañía con estos componentes. El brillo nos permite trabajar en prácticamente todos los escenarios posibles. No hay pegas a un panel que también alcanza hasta 120 Hz de tasa de refresco.

El diseño, rematado en metal y Gorilla Glass Victus, está en general muy logrado. Eso sí, tengo sensaciones encontradas. En los móviles puedo comprender que se haya ido eliminando progresivamente el jack para auriculares, pero no lo entiendo en una tableta. No le veo sentido, encima cuando opta a convertirse en tu equipo principal de trabajo. Solo hay dos puertos: el tipo C para cargarlo y ranura microSD, para ampliar la memoria hasta un 1 TB, algo que siempre es de agradecer. Al igual que ocurre con otros modelos, viene con el S-Pen incluido. Pero ya. No hay ni una funda básica. Particularmente, en estos niveles de precio, se debería incluir una. Han creado fundas con teclado (algo indispensable si quieres sacarle partido al dispositivo), pero supone pasar por caja y soltar un pico que encarece aún más una tableta que no es precisamente barata.

Después de las Surface de Microsoft, los más destacados en lograr conjugar lo mejor del mundo PC y lo mejor del mundo tableta en mi opinión, creo que Samsung va bastante adelantado en este trabajo. Y lo logran gracias a DeX. Se trata de un programa puente que es capaz de servir, en la propia tableta o en un monitor externo, una experiencia similar a la de escritorio. Lo cierto es que lo han limado mucho desde aquellas primeras versiones. Ahora se parece bastante a lo que puede ofrecer un Chromebook.

Es más agradable, sí, pero tiene un pequeño pero. Al final, lo que tienes entre manos es Android servido con otro emplatado (muy logrado), pero Android al fin y al cabo. Algunas 'apps' como el paquete Office o herramientas como Google Docs o Spreadsheets están bien adaptadas, pero otras como Ligthroom o Photoshop no andan para tirar cohetes en la Play Store. Es lo que tiene controlar el 'software' y el 'hardware' al mismo tiempo como hace Apple. Esto es algo que se deja notar también en los móviles. El mejor ejemplo: las 'stories' de Instagram. Prueben a comparar el procesado que hace la 'app' en un sistema operativo y en otro.

DeX se siente cada vez más fluido. Pero también es de ley decir que Samsung se ha esforzado mucho en la multitarea de su interfaz tradicional de One UI, consiguiendo probablemente una de las mejores opciones en una tableta que puedes encontrar a día de hoy. Ofrece un montón de opciones adaptables para exprimirla tanto como quieras. Muy bien en este sentido.

Todo lo que propulsa esto es un procesador Snapdragon 8 Gen 1 (el buque insignia de Qualcomm) y 8 o 12 GB de RAM. Yo he utilizado la configuración básica y he podido utilizar varias 'apps' con la multitarea sin problemas, con Ligthroom siendo una de ellas. Es decir, no anda escasa de músculo. Habrá que ver qué tal le sienta Android 12L, la versión adaptada a tabletas, que Google ha preparado y que llegará a lo largo de este año. El almacenamiento interno puede ser de 128 o de 256 GB, ampliable, recuerdo, por microSD. Sin pegas en este sentido. Hablar de la autonomía en una tablet no siempre es fácil. Si lo utilizas esporádicamente, una hora al día, puede pasar una semana sin que necesites cargarla. Sin embargo, si lo utilizas como equipo principal de trabajo puede pasar día y pico lejos del enchufe. No es nada impresionante, pero es correcta.

Sobre las cámaras, un breve apunte. En la parte trasera, ahora tenemos un doble sensor, ya que viene con un gran angular. El trabajo es decente, pero siempre me parece que pocas personas van a sacarle provecho a las lentes en una tableta. La delantera, simple a diferencia del Ultra, ofrece un buen nivel de nitidez. Y probablemente tus videollamadas luzcan mejor que en tu viejo portátil. El principal problema es el precio. Es complicado asimilar una inversión así en la mejor tablet Android, incluso para los que crean que las carencias del sistema operativo no les van a pasar factura. Con los 900 euros largos, casi 1.000, que cuesta este aparato en su versión básica, te puedes hacer con ordenadores muy ligeros y muy competentes.

Lenovo Tab S12 Pro

Desde hace un tiempo parece que, si quieres una de las mejores tablets con una pantalla generosa, o recurrías a las Galaxy Tab o te iba a saber a poco cualquier cosa. No es la sensación que he tenido con esta Lenovo Tab P12 Pro, una buena alternativa tanto a lo que nos da Samsung como lo que nos da Apple. Eso sí, su precio supera los 800 euros, lo que la deja en una franja muy competida.

La marca china, mayor vendedor mundial de ordenadores, propone en esta ocasión un diseño clásico en el sentido de que combina el aluminio de la parte trasera con el cristal de la frontal, que luce unos marcos lógicos, ni muy anchos ni muy estrechos. Lo mejor, un grosor de poco más de 5 milímetros, lo que la convierte en una de las más finas del mercado. Puerto de carga USB tipo C, conector jack y ranura para una microSD de hasta 1 TB son detalles que redondean este armazón.

Ofrece una pantalla de 12,6 pulgadas, lo que supone un espacio sobrado para trabajar y utilizarlo a modo de portátil. Este es un panel para presumir. AMOLED, brillo excepcional y contraste muy logrado. Resolución 2 K. Dolby Vision y HDR 10+. 120 Hz de tasa de refresco (adaptable a 60 Hz). Pocas quejas se pueden sacar en este caso. Es una gozada ver una serie ahí. Pero también tiene cabida para el trabajo. El sonido, compatible con Dolby Atmos, también está a la altura gracias a los altavoces de JBL. Es una tablet muy redonda para consumir contenidos.

Esta tableta se mueve al son de un Snapdragon 870, 6 GB de RAM y 128 o 256 de memoria. Con el apellido Pro, si somos sinceros, esperaba encontrarme al menos 8. Más que nada para darle un plus para cuando el tiempo pase. Sin embargo, creo que Lenovo ha tenido mucha mano a la hora de optimizar el equipo. He podido editar vídeo y fotos sin que se sobrecaliente. Obviamente, para trabajar con presentaciones, documentos de texto o Excel va sobrado, y a la hora de jugar también.

Las pegas que puedas sacarle probablemente vengan más por los límites que pone Android y que los desarrolladores no terminan de empujar la llegada masiva de 'apps' adaptadas al formato tableta. Viene con Android 11, pero con actualización a Android 12. Además, es compatible con Android 12L. Si no has oído hablar nunca de esta versión, tranquilo. Se trata de una beta preparada para que el sistema operativo funcione mejor en pantalla grande. No he notado gran diferencia cuando lo he utilizado, pero habrá que esperar a una versión estable. Lo que sí funciona bien es la función que te permite utilizarla como monitor externo de un equipo que funcione con Windows 11. Es útil en muchos casos.

Una cosa que me ha gustado mucho es el modo productividad. De la misma manera que Samsung hace con DeX, trata de imitar la experiencia de trabajar con un entorno de escritorio y ventanas. Añadiéndole un teclado y ratón por BT, vas a poder trabajar perfectamente. Esto es interesante para estudiantes que se la quieran llevar a la universidad y luego trabajar en casa como si lo hicieran en un ordenador. O para llevar a reuniones o encuentros fuera de la oficina y luego volver a tu despacho y trabajar tranquilamente, sin tener que cambiar de equipo. Funciona muy bien y es un claro ejemplo de lo que debería hacer Google y Apple con sus sistemas operativos para tabletas.

El lápiz óptico viene incluido en la caja. Es un accesorio que funciona tremendamente bien, con una gran sensibilidad así como una buena sensación y ergonomía a la hora de hacer dibujos o tomar notas (por cierto, con una 'app' que facilita sincronizarlas con Windows). Sin embargo, me parece que la gente sacaría mucho más provecho a una funda con teclado (aunque sea básico) que a este accesorio. Podían apostar por un caballete tipo Surface, que ayudaría y mucho a poder utilizar teclados BT.

La buena optimización que veíamos en el procesador también la vemos en la autonomía. Su batería de 10.200 mAh da de sobra para aguantar un día relativamente inteso de trabajo y todavía te sobraría un buen pico. No vas a tener estrecheces en este sentido. Una cosa que no entiendo, sin embargo, es que, si es compatible con carga de 45 W, el cargador sea de 30 W. Que estamos pagando 800 euros por la tableta. En media hora puedes conseguir cerca del 40%. Pasar de cero a 100 lleva algo más, 120 minutos.

Sobre las cámaras, en la parte trasera cuenta con un sensor de 13 megapíxeles y un gran angular de 5. Sirven para lo que sirven. Nada de maravillas. La frontal es de 8 megapíxeles y ofrece calidad FHD en las videollamadas, pero sufre más de la cuenta cuando iluminación no es la más adecuada y muestra mucho grano. Por último, un breve apunte. Si te interesa la biometría, tienes lector de huellas, superfiable; y reconocimiento facial, efectivo, pero algo más lento que en otros sistemas.

Xiaomi Mi Pad 5

Ya sabemos la carta de presentación que suele traer Xiaomi. Un precio muy competitivo en sus dispositivos, recortando en lo accesorio, pero manteniendo un buen desempeño y experiencia en los elementos centrales con el objetivo de ser una de las mejores tablets calidad precio. Probablemente, esta Mi Pad 5, la primera que llega de forma oficial a España, cumpla ese mantra al dedillo. Obviamente, está en ciertos elementos a rebufo e incluso a bastante distancia de los otros modelos anteriormente mencionados, pero teniendo en cuenta que su precio de venta ha ido mermando rápidamente, como suele ocurrir con esta compañía, el atractivo es innegable. Ya se puede considerar dentro del grupo de las tablets baratas, al encontrarse en torno a los 350 euros.

Creo que pocas pegas se le pueden sacar, después de usarla durante algunas semanas, en el frente del 'hardware' por este precio. Nos ofrece una pantalla de 11 pulgadas con resolución 2.5 K (1600 x 2560 pixeles), lo que nos da un buen nivel de definición tanto a la hora de ver vídeo o jugar con ella. Es cierto que tenemos un panel LCD en lugar de un panel AMOLED, lo que significa que tendremos colores menos auténticos y negros menos profundos. Pero ¿qué diantres? Que aquí va de tener tablets baratas y buenas.

Sin embargo, lo compensa con la compatibilidad con Dolby Vision, un estándar similar al HDR utilizado por las principales plataformas de 'streaming'. Lo mejor, los 120 Hz, una especificación muy común en los móviles que no esperaría ver en una tableta de gama media. Es agradable tenerlo porque las transiciones y animaciones se sienten muy fluidas. Especialmente interesante si lo vas a emplear para jugar a ciertos juegos compatibles con esta tasa de refresco. La pega, la ausencia de lector de huellas o reconocimiento facial. Nada de biometría. Si estás pensando en utilizarla para ver Netflix y demás, mención aparte a su sonido. Muy fino para este rango de precios que buscan convertirse en las mejores tablets calidad precio.

Un breve apunte sobre el diseño. Es una tableta con marcos reducidos, pero no invisibles. Su parte trasera está hecha de plástico. Esto le da una ligereza tremenda y, aunque corra el peligro de no parecer firme o parecer cutre, el acabado que le dan está muy logrado. Tenemos cargador USB tipo C, conector jack para auriculares (indispensable en mi opinión en un formato así), sin embargo, no tenemos una ranura microSD para ampliar memoria ni la opción de introducir una tarjeta SIM para contar con datos móviles. Pero ¿en la era de las tarifas planas alguien necesita eso pudiendo hacer 'tethering' con su 'smartphone'?

Lo que nos encontramos bajo el capó es un Snapdragon 860 con 8 núcleos, 6 GB de RAM y 128 GB (UFS 3.1, un estándar de lectura y escritura avanzado) de memoria base. Hay opción de 256. Por ponerlo en contexto, Apple, que suele racanear en este apartado, ofrece 64 de partida en todos los modelos de iPad menos en los Pro. Particularmente, me inclinaría hacia la versión superior, pero porque tengo una suerte de síndrome de Diógenes en versión digital.

Sobre el rendimiento, me parece excelente dentro de sus posibilidades. Soporta multiventana, varias 'apps' corriendo en paralelo, juegos, editores de texto... Vamos, es solvente a la hora de resolver lo que le va a demandar cualquier usuario de tableta mundano. Puede mover otras cosas, como puede ser un Adobe Ligthroom, aunque se nota que le pesa más el culo, por así decirlo. La mayor pega es no tener un poquito más de RAM y disponer de 8. Sobre la autonomía, decir que ronda las nueve horas de vida media, lo que me parece un hito muy reseñable. El problema, la carga. No es lentísima, pero no rapidísima. El cargador que viene en la caja es de 25 W y no de 33 W como permite el dispositivo. Eso hace que en media hora solo podamos llenar una cuarta parte del tanque.

Sobre las cámaras, varios apuntes. No me centro en la trasera (que no se comporta del todo mal) porque ya sabemos que en las tabletas y más de este tamaño pasa a segundo plano. La frontal es una cámara muy mundana, que transmite en 1080p, que sufre un poco de más cuando falta luz a la hora de hacer una videollamada. Pero también sufren muchas cámaras de ordenador. Sobre el 'software', la capa MIUI para tabletas responde bien (aunque siempre conviene hacerla un poco más ligera) y cubre cosas que Google se deja a medias. Aquí no tenemos un modo portátil como sí lo tenemos en el caso de Lenovo o Samsung. Pero nadie da duros a cuatro pelas, que dice mi señora madre. Por la tableta corre Android 11, que ya sabemos de sobra las carencias que tiene. Sin embargo, no me parece un argumento, como en los anteriores casos, para descartarla.

La bola extra es un lápiz óptico. No está incluido. Cuesta 99 euros. Mi consejo, no te lo compres si no tienes clarísimo que vas a sacarle provecho y te gusta tomar notas o dibujar con él. No hay excesivas 'apps' que te permitan exprimirlo.

Samsung Tab S8 + (964 €) Lenovo Tab P12 Pro (998 €) Xiaomi Mi Pad 5 (359 €)

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