Funeral de Estado de Isabel II: oportunidad única para la 'Global Britain' post-Brexit

El funeral de Isabel II, que tendrá lugar el lunes en Londres, será una cita histórica para que el pueblo pueda despedir a la figura que durante siete décadas ha sido un símbolo de unidad y continuidad. Pero también marca una oportunidad diplomática sin igual para una nueva 'Global Britain' que busca posicionarse tras el Brexit. Tener alrededor de 500 mandatarios y Casas Reales de todo el mundo concentrados en la Abadía de Westminster no es algo que se vea muy a menudo.

Se trata del primer funeral de Estado que celebra el Reino Unido desde la muerte de Winston Churchill en 1965. El de Lady Di (1998), la Reina madre (2002) o incluso el Duque de Edimburgo (2021) fueron solo ceremoniales.

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Para despedir al emblemático primer ministro británico, dignatarios de 112 países —incluidos Dwight Eisenhower o Charles de Gaulle— asistieron al servicio religioso celebrado en la Catedral de St. Paul. A pesar de que el funeral se llevó a cabo en el apogeo de la Guerra Fría, la Unión Soviética envió en representación a su viceprimer ministro. La misa fue seguida por televisión y radio por aproximadamente 350 millones de personas en todo el mundo.

La diplomacia en torno a tales eventos es, sin duda, posible. En 1979, inmediatamente después del funeral de Louis Mountbatten —tío abuelo de Carlos III asesinado por el IRA— Margaret Thatcher celebró una cumbre con su homólogo irlandés John Lynch en un momento de gran tensión entre los dos países. La reunión se convirtió en la antesala para poder firmar el acuerdo de Viernes Santo de 1998 que selló la paz entre católicos y protestantes.

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Por su parte, en el memorial de Nelson Mandela en 2013, el entonces presidente norteamericano Barak Obama estrechó la mano e intercambió palabras, por primera vez, con el cubano Raúl Castro, allanando el camino para descongelar las relaciones.

En definitiva, la política no es algo que se pueda dejar apartado estos días en la capital británica. El propio Carlos III y Camilla, reina consorte, ejercerán de anfitriones este domingo en una cena con presidentes, primeros ministros, miembros de la realeza y embajadores de casi todos los países con los que el Reino Unido tiene relaciones diplomáticas.

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Por su parte, la nueva primera ministra Liz Truss —que apenas lleva dos semanas en Downing Street— también aprovechará la ocasión para celebrar un pequeño número de reuniones bilaterales aliados clave, entre ellos, Australia y Nueva Zelanda, miembros de 'Five Eyes' (cinco ojos), una de las alianzas de espionaje más completas de la historia, creada tras la Segunda Guerra Mundial. Aunque en un principio había también prevista una cita con Joe Biden, se ha pospuesto al miércoles, cuando Truss y el norteamericano se verán en la Asamblea General de la ONU.

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Asimismo, habrá trato especial para los países de la Commonwealth, incluidos Canadá y Australia, que conservan la monarquía británica como jefe de estado. Disfrutarán de la mayor representación en el funeral con diez delegados cada uno y tendrán una recepción aparte en Windsor, a la que no están invitados otros jefes de estado, incluido el presidente Biden.

La llamada "familia de naciones" es el legado del imperio británico y también de una esclavitud que en el siglo XXI plantea preguntas difíciles sobre el papel que debe tener un rey extranjero. Tras la muerte de Isabel II, los movimientos republicanos desde el Pacífico hasta América del Norte y el Caribe evalúan ahora si deben aprovechar el momento.

Y el protagonismo de esta unión de naciones no solo está ahora en el ámbito de la realeza, sino también en el escenario político. Tras el referéndum del Brexit, los euroescépticos se empeñan en recobrar la importancia de futuros acuerdos comerciales con estos países con los que, aparte de compartir idioma, guardan cierta semejanza en cuanto a sistemas administrativos y legales.

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Aunque la realidad es que la Commonwealth es hoy un mercado menor, disperso y fragmentado que, además, carece de la integración económica del mercado único de la UE. Reino Unido comercia más con Bélgica y Luxemburgo que con Canadá y Australia, dos de las mayores economías de este club de países.

"Este será un funeral como ningún otro, o como pocos. Ha habido grandes funerales de estado antes, de presidentes estadounidenses, de Nelson Mandela y otros. Pero simplemente, la reina fue la persona más famosa del mundo y, como resultado, creo que habrá una lista de asistentes que no tendrá precedentes", asegura John Kampfner, director del 'U.K. in the World' en reputado think tank de Chatham House.

Eso sí, los líderes políticos deben proceder de manera más que discreta con cualquier conversación o encuentro privado. Algo demasiado obvio sería interpretado como inapropiado y falta de respeto. Y por supuesto nada de selfis. La fotografía que protagonizó la ex primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt con el ex primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y el expresidente Barack Obama en el funeral de Mandela en Johannesburgo fue de lo más comentada.

"La reina fue la persona más famosa del mundo y, como resultado, creo que habrá una lista de asistentes que no tendrá precedentes"

Entre los invitados al funeral de Isabel II estará el rey Felipe VI —que tiene lazos de sangre con la familia real británica desde el siglo XIX— y la reina Letizia. Y será meticulosamente analizado el acercamiento —o no— que tengan con el rey emérito Juan Carlos, que se desplazará por su cuenta a la capital británica, pero compartirá hotel con su todavía esposa Doña Sofía.

También viajarán miembros de otras familias reales europeas, incluidas las de Bélgica, Dinamarca, los Países Bajos, Noruega y Suecia. Se espera que Olena Zelenska, la esposa del presidente ucraniano, también asista.

Por su parte, entre las invitaciones más polémicas está la del príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita —implicado por los Estados Unidos en el asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi, en 2018— y el vicepresidente chino Wang Qishan, a pesar de que una delegación del Gobierno chino vio el viernes denegada su entrada a la capilla ardiente situada en el salón principal de Westminster. El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, rechazó la petición a causa de las sanciones del país asiático contra cinco diputados y dos lores británicos.

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EFE

No han sido invitados representantes de Siria, Venezuela y Afganistán, según la BBC, ni tampoco Rusia, Bielorrusia y Birmania, mientras que Corea del Norte y Nicaragua podrán solo enviar embajadores.

Las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y Rusia se han extinguido desde la invasión rusa de Ucrania, y un portavoz del presidente ruso, Vladímir Putin, dijo la semana pasada que "no estaba considerando" asistir al funeral. Asimismo, Londres también ha reducido significativamente su presencia diplomática en Myanmar desde un golpe militar en el país en febrero de 2021.

"Desde Londres se ha pedido a la mayoría de líderes que se desplacen en vuelos comerciales para evitar bloquear los aeropuertos"

Por su parte, la presidenta de la India, Droupadi Murmure, sí se espera que esté presente, pero no acudirá el primer ministro de este país, Narendra Modi. El líder nacionalista llamó el pasado sábado a la primera ministra Liz Truss para expresar sus condolencias. Pero justo la semana pasada, antes de que se supiera la muerte de Isabel II, pronunció un discurso instando a India a deshacerse de sus lazos coloniales, en una ceremonia para cambiar el nombre de una calle que tiene ahora el nombre de Jorge V.

Desde el Reino Unido se ha pedido a la mayoría de líderes que se desplacen en vuelos comerciales para evitar bloquear los aeropuertos de Londres y contaminar lo menos posible, ya que la protección del Medio Ambiente siempre ha sido una de las grandes causas defendidas por el ahora monarca Carlos III. A su llegada a la capital, serán transportados en autobuses. Solo los líderes del G7, como Joe Biden o Emmanuel Macron, podrán desplazarse en vehículos oficiales privados para garantizar su seguridad.