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Los líderes de la UE responden a Biden: suspender patentes no es la solución mágica
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CUMBRE SOCIAL

Los líderes de la UE responden a Biden: suspender patentes no es la solución mágica

Los jefes de Estado y de Gobierno se han reunido en una cumbre informal en Oporto en la que han discutido, entre otras cosas, la propuesta de Biden de suspender las patentes de las vacunas

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es recibido por la ministra de Trabajo y Solidaridad de Portugal, Ana Mendes Godinho, a su llegada a la Cumbre Social Europea en Oporto (Portugal). (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es recibido por la ministra de Trabajo y Solidaridad de Portugal, Ana Mendes Godinho, a su llegada a la Cumbre Social Europea en Oporto (Portugal). (EFE)

Hace mucho tiempo que la presidencia portuguesa prepara la cumbre informal de Oporto, cuya cena de jefes de Estado y de Gobierno se ha celebrado este viernes. El objetivo es poner en práctica lo que en teoría se discutió en Gotemburgo, en 2016. Cómo poner en marcha de forma efectiva el pilar social. Como suele ocurrir con las cumbres informales, la agenda que se tiene prevista acaba siendo barrida por algún asunto de última hora. En este caso ha sido el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos a la posibilidad de suspender las patentes de las vacunas contra el coronavirus con el objetivo de aumentar la producción global. La propuesta original fue presentada por India y Sudáfrica en octubre de 2020.

Así, esta decisión de la administración Biden ha sobrevolado un encuentro en el que los distintos jefes de Estado y de Gobierno han defendido distintas posturas. El debate interno en la Unión Europea se abrió solamente unas horas después del anuncio de Washington, cuando en un discurso Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, explicó que el bloque comunitario estaba abierto a discutir la propuesta. “La UE está dispuesta a discutir cualquier propuesta para afrontar la crisis de forma eficaz y pragmática. Por eso estamos dispuestos a discutir cómo la propuesta de Estados Unidos de suspender la protección de la propiedad intelectual de las vacunas del covid19 puede ayudar a alcanzar ese objetivo”, señaló en un discurso ante el Instituto Europeo de Florencia.

Foto: Katarina Barley. (Reuters)
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Sin embargo, la frase de Von der Leyen continuaba, señalando que lo primordial era que todos los países con capacidad productora abran sus fronteras. En Bruselas el anuncio de la administración Biden no ha sentado bien. Desde diciembre los Veintisiete han exportado más o menos la mitad de las dosis que se han producido en territorio europeo, mientras Estados Unidos se ha acogido a una ley que data de la guerra de Corea para evitar la exportación de dosis. Algunas fuentes comunitarias y diplomáticas se muestran visiblemente irritadas por el giro de la administración americana, que solamente ha llegado cuando ya ha inyectado al menos la primera dosis a más del 50% de su población adulta.

Algunos Gobiernos, entre ellos algunos miembros del Ejecutivo español, recibieron con los brazos abiertos la propuesta del equipo de Biden. Otros mostraron desde el primer momento su desacuerdo. Uno de ellos ha sido el Gobierno alemán, que señaló que no estaba de acuerdo con que la idea de suspender las patentes sea efectiva. Esa ha sido la posición del Ejecutivo comunitario durante los últimos meses cada vez que el asunto ha vuelto a ponerse sobre la mesa. Y no ha cambiado de postura: cree que no es la opción más efectiva.

Lo que está claro es que la mayoría de capitales, incluso las que apoyan la idea de una suspensión de las patentes, no están de acuerdo con que eso sea suficiente. El jueves por la noche Moncloa movió un 'non paper', un documento que sirve para el debate interno entre delegaciones, en el que señalaba que si bien apoyaba la suspensión de patentes esa medida por sí sola no era suficiente.

Foto: Vacunación en Barcelona. (Reuters)

No solamente el Gobierno alemán ha mostrado su escepticismo. Emmanuel Macron, presidente galo, se ha referido a su entrada a la cumbre en Oporto a “los anglosajones”, explicando que han estado bloqueando la exportación de materias primas. “¿Cuál es el problema real en este momento? No se trata realmente de propiedad intelectual. Puedes ceder la propiedad intelectual a laboratorios que no saben cómo producirla”, ha señalado el líder galo.

Es un mensaje en el que coinciden fuentes comunitarias, que explican que el problema no son las patentes. Hay cuellos de botella, falta de materias primas y problemas logísticos y de transferencia de conocimientos que no se solucionarán con la suspensión de las patentes, que, además, creen que tendrán efectos negativos al desmovilizar a las farmacéuticas con las que, insisten las fuentes, hay que seguir trabajando de forma muy estrecha.

Este mismo viernes fuentes comunitarias señalaban que el esfuerzo se debía centrar en cómo pueden los países productores ayudar a los países en vías de desarrollo reforzando la apuesta por la alianza Covax y aumentando las capacidades de producción de forma que pueda haber vacunas suficientes para todos. Buscar un gran acuerdo para suspender las patentes sería muy complejo, señalaban las fuentes, que explicaban que ese debate en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) podría llegar a durar años.

Foto: Un médico sujeta una dosis de la vacuna contra el covid-19. (Reuters)

En el seno de la Comisión Europea, donde han estado siguiendo muy de cerca la producción de las vacunas de tecnología ARN mensajero, saben bien que el desarrollo es complejo, y que tanto Pfizer y los laboratorios BioNTech como Moderna han necesitado mucho tiempo para empezar a producir a gran escala de forma efectiva. Saben que el proceso de ampliar la producción no será sencillo.

Pero el movimiento de la administración Biden obliga a la Unión a mover ficha. En un ambiente difícil, porque en muchas capitales se cree genuinamente que el movimiento será poco útil en el corto y medio plazo, y que hay motivaciones políticas detrás. Ahora la cuestión es más política que técnica.

Washington hace parecer que Bruselas está fuera de juego, y algunos Gobiernos quieren evitar perder la iniciativa. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha enviado este mismo viernes junto a sus homólogos francés, danés, sueco y belga una carta a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en la que precisamente señalan que la UE “debe estar en primera línea” en la respuesta internacional al coronavirus. La jugada de Biden ha sido una patada al tablero de los mensajes políticos. Durante la administración de Donald Trump la Unión Europea se presentó como la antagónica al líder americano, comprando más dosis de las necesarias y volcándose en la iniciativa Covax. Pero ahora el equipo del nuevo presidente americano ha dado la vuelta al asunto.

Hace mucho tiempo que la presidencia portuguesa prepara la cumbre informal de Oporto, cuya cena de jefes de Estado y de Gobierno se ha celebrado este viernes. El objetivo es poner en práctica lo que en teoría se discutió en Gotemburgo, en 2016. Cómo poner en marcha de forma efectiva el pilar social. Como suele ocurrir con las cumbres informales, la agenda que se tiene prevista acaba siendo barrida por algún asunto de última hora. En este caso ha sido el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos a la posibilidad de suspender las patentes de las vacunas contra el coronavirus con el objetivo de aumentar la producción global. La propuesta original fue presentada por India y Sudáfrica en octubre de 2020.

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