'Brexiters' suicidas: hasta 20 'tories' tratarán de derrocar a May si hay prórroga del Brexit

Quien iba a decir a The Eagles que se iban a ver relacionados con el Brexit. Pero escribir hoy en día los discurso de la primera ministra es más que ardua tarea. Tras dos años tratando la misma cuestión y sin conseguir apenas avances, uno tiene que tirar de ingenio. En este sentido, el último alegato de Theresa May para conseguir el respaldo de los suyos es el siguiente: si el Acuerdo de Retirada no es ratificado, el Reino Unido quedará atrapado en la versión europea del Hotel California, donde “podrás hacer el 'check out', pero nunca podrás irte”.

El eslogan no es de los mejores, pero la amenaza de una prórroga sine die es la última baza con la que la líder tory cuenta de cara a esta semana en la que, antes del miércoles, someterá por tercera vez el pacto de salida a sus señorías. Si finalmente es aprobado, solicitará a Bruselas una extensión del Brexit hasta junio. Si no logra su propósito, la ampliación será más larga y obligará al Reino Unido a participar en las elecciones europeas de mayo. En cualquier caso, son los Veintisiete quienes deben aprobar por unanimidad cualquier cambio en el calendario. Y, a día de hoy, la posibilidad de que el país abandone el club el 29 de marzo sin convenio sigue siendo legalmente viable.

Si quiere salvar la situación in extremis, May tiene que hacer cambiar de opinión hasta 75 euroescépticos. De momento, 15 ya han dado públicamente su brazo a torcer. El caso, más significativo, sin duda alguna, el de David Davis. El tory dimitió como ministro del Brexit como crítica a la gestión de la 'premier'. Ahora sigue sin gustarle el acuerdo, pero considera que es la única opción para garantizar la salida del bloque.

Con todo, los números aún no salen. Y si May pierde el voto y lleva a cabo su intención declarada de solicitar una extensión larga del artículo 50, el sector incondicional del núcleo duro euroescéptico está dispuesto a activar lo que llaman la “opción nuclear”, es decir, votar con el Partido Laborista si se plantea moción de no confianza para derribar al Gobierno.

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Entre seis y veinte tories están dispuestos a inmolarse, incluido un exministro del Gabinete. En las filas conservadoras ya han sido apodados como “atacantes suicidas”, ya que serían deseleccionados automáticamente para ser candidatos en las próximas generales. Pero muchos están dispuestos a acabar con su carrera política si ese es el precio que deben pagar.

Lo cierto es que, hasta ahora, el llamado European Resear Group (ERG) -que aglutina al núcleo duro de los aproximadamente 90 'brexiters' del Partido Conservador- se habían mantenido como un bloque consistente capaz de hacer bailar a May al son de sus continuas amenazas.

Pero en la recta final, hay claros signos de divisiones. El que hasta la fecha había sido su cabecilla, Jacob Rees-Mogg, considerado “Mr. Brexit”, en privado, se habría mostrado a favor de respaldar en última instancia el acuerdo. Por su parte, Boris Johnson, también se estaría planteando un cambio de voto. Aunque en su caso puramente por estrategia de cara a sacar adelante su candidatura como próximo líder tory. “Si el pacto sale adelante y él está de nuevo en el bando ganador tendrá más oportunidades”, aseguraba a 'The Sun' uno de sus defensores.

La clave para que alrededor de otros veinte conservadores euroescépticos votarán a favor del convenio radica en conseguir el respaldo del DUP -de cuyo apoyo depende el Gobierno en minoría de May-. Los norirlandeses se encuentran en intensas conversaciones con diferentes ministros, entre ellos, el 'Chancellor' Philip Hammond. Esto ha generado bastante rumores sobre la posibilidad de que finalmente -si el acuerdo es ratificado- se apruebe otra partida de mil millones de libras extra para la provincia, que ya consiguió mil millones de libras cuando el DUP le garantizó en 2017 el poder a May tras perder la mayoría absoluta.

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, se reunirá este lunes con diputados de diferentes formaciones -entre ellos, también habrá conservadores pro UE rebeldes- para valorar opciones alternativas al pacto de May, entre ellas, el llamado modelo “Noruega Plus”. El Reino Unido quedaría dentro del Espacio Económico Europeo, como miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio, y además se pediría a la UE estar dentro de la unión aduanera comunitaria como solución a la compleja cuestión de la frontera de Irlanda.

Si el pacto vuelve a ser tumbado por tercera vez, sus señorías tendrán dos semanas para votar sobre diferentes alternativas, a fin de consensuar un plan mayoritario que pudiera presentarse como justificación a los Veintisiete.

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Por lo tanto, a día de hoy, no está aún claro si para el Consejo Europeo del jueves y viernes la UE sabrá ya con certeza cuál es la propuesta concreta de Londres o, por el contrario, será Bruselas la que definirá finalmente las condiciones de la prórroga y, al presentarlas en Westminster, será cuando la premier apueste quizá por un cuarto intento para aprobar el convenio. En definitiva, un completo caos.

Al otro lado del Canal de la Mancha se ha perdido por completo la confianza en la 'premier'. Pocos creen que tenga posibilidades de éxito. La mayoría ya se está preparando para un cambio en Downing Street. En este sentido, una nota diplomática de una reunión de embajadores y altos funcionarios de la UE filtrada a 'The Observer' revela que un nuevo primer ministro no podría deshacerse de inmediato del acuerdo de retirada cerrado en noviembre.