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Modelo 'Noruega Plus': la fórmula política que puede salvar el Brexit
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todos están buscando un plan b

Modelo 'Noruega Plus': la fórmula política que puede salvar el Brexit

Si el acuerdo de retirada es rechazado en la Cámara de los Comunes el próximo 11 de diciembre, muchos creen que la solución es un estatus similar al del país nórdico pero con adaptaciones

Foto: Michel Barnier, negociador jefe de la Unión Europea, durante una reunión en Bruselas, el 25 de noviembre de 2018. (Reuters)
Michel Barnier, negociador jefe de la Unión Europea, durante una reunión en Bruselas, el 25 de noviembre de 2018. (Reuters)

'El ambiente en Westminster estos días es realmente tenso. Los 'whips' del Partido Conservador -encargados que los diputados voten lo que marca la dirección de la formación- están haciendo lo imposible por asegurarse que los suyos respalden el acuerdo de retirada y la declaración política que Theresa May ha cerrado con la UE. Y, sin embargo, en los corrillos se da ya por hecho que ambos textos serán rechazados en la votación clave del próximo 11 de diciembre.

Todo el mundo está buscando un Plan B. Se rumorea incluso que en Bruselas ya se asume que, al menos en una primera votación, los documentos no serán aprobados. Llegados a este escenario siempre se había escuchado la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas o incluso un segundo referéndum. Pero, en el último momento, se ha colado una alternativa que parece cuenta cada vez con más apoyo en la Cámara de los Comunes. Se trata del modelo “Noruega Plus”: El Reino Unido quedaría dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) como miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y además se pediría a la UE estar dentro de la unión aduanera comunitaria.

Foto: La primera ministra británica, Theresa May, se reúne con comerciantes en el recinto Royal Welsh de la Feria de Invierno, en Builth Wells. (EFE)

Según ha podido saber El Confidencial, una de las teorías más extendidas en estos momentos es que, si la votación del 11 de diciembre fracasa, se intentaría primero una moción de confianza contra el Gobierno y quizá un segundo referéndum. Está complicado sacar adelante cualquiera de estas dos opciones. Por lo que se mandaría de nuevo a May a Bruselas para hacer algún tipo de modificación en la Declaración Política -que a diferencia del Acuerdo de Retirada no es vinculante- para terminar votando el “Noruega Plus”.

La hipótesis ha cogido más fuerza después de que se haya filtrado la reunión entre el ex ministro Nicholas Boles -precursor de la idea- con cuatro miembros del Gabinete capitaneados por Michael Gove, líder de los llamados “Brexiteers pragmáticos”, que buscan como sea pasar el umbral del 29 de marzo de 2019. Una vez garantizado el divorcio ya se vería luego cómo se negociarían las futuras relaciones con el bloque. Asimismo, otros cinco ministros pro UE - David Lidington, Philip Hammond, Amber Rudd, David Gauke y Greg Clark- también han acordado que, si los textos no pasan, hay que conseguir negociar una salida aún más suave.

Boles presentó su plan por primera vez en septiembre sin que nadie le mostrara especial atención. En un principio, el tory planteó una membresía temporal al EEE y AELC mientras el Reino Unido negociara con el bloque un acuerdo de libre comercio al estilo canadiense (el gran objetivo del núcleo duro euroescéptico). Pero la propia primera ministra de Noruega, Erna Solberg, adelantó que sería “complicado” para los miembros del AELC aceptar que el Reino Unido ingresara en “una organización que desde el primer momento se está preparando para dejar”. Boles llegó a la conclusión de que la membresía temporal tampoco sería aceptada por la UE.

placeholder El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, a su llegada a Downing Street este miércoles. (EFE)
El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, a su llegada a Downing Street este miércoles. (EFE)

Cambios de postura

Por otra parte se planteaba además el problema de la frontera de Irlanda. La AELC tiene sus propios acuerdos de libre comercio por lo que, al menos inicialmente, el Reino Unido tendría que permanecer en la unión aduanera comunitaria.

Por lo tanto, el ex ministro desarrolló aún más su idea y de “Noruega por el momento” se pasó a “Noruega Plus”. El plan implica aceptar por completo el Acuerdo de Retirada negociado por May, pero renegociar la Declaración Política para especificar que, después de la transición (ahora fijada hasta diciembre de 2020), el Reino Unido se uniría a AELC como pilar importante del EEE y además se quedaría temporalmente en la unión aduanera.

Su precursor defiende que este escenario ofrece ventajas inmediatas. “Estaríamos en el mercado único, pero fuera de la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo. Estaríamos fuera de las políticas agrícolas y pesqueras comunitarias y seríamos capaces de operar como un estado costero independiente. Ya no estaríamos obligados por el impulso de la UE hacia una "unión cada vez más estrecha" y, después del acuerdo de divorcio, pagaríamos sustancialmente menos en contribuciones anuales”, escribía recientemente en Financial Times.

Foto: Martín Sellés (izq) y Humberto Arnés, presidente y director general de Farmaindustria.

El gran inconveniente es que el Reino Unido no recuperaría el control de sus fronteras ni pondría fin a la libre circulación de personas, la cuestión protagonista durante la campaña del histórico referéndum de 2016. Boles defiende que el Reino Unido estaría cubierto por el artículo 112 del EEE que establece que “si existen serias dificultades económicas, sociales o ambientales” el país afectado puede tomar una acción unilateral respecto a la llegada de inmigrantes.

En definitiva, el modelo “Noruega Plus” sería muy diferente al Brexit del que ahora se habla. Sin embargo, sus defensores aseguran que si la votación del 11 fracasa y no se ha podido lograr ni elecciones anticipadas ni segundo referéndum, los ánimos en los Comunes serán muy distintos y los diputados querrían acabara con un periodo de incertidumbre y evitar el caos.

placeholder La primera ministra británcia Theresa May durante una visita a una feria de invierno en Gales, el 27 de noviembre de 2018. (Reuters)
La primera ministra británcia Theresa May durante una visita a una feria de invierno en Gales, el 27 de noviembre de 2018. (Reuters)

Un escenario improbable

A parte de ser íntimo amigo de Michael Gove, el precursor de “Noruega Plus” está también trabajando con Nicky Morgan -tory pro UE- y Frank Field -ex Laborista ahora independiente-. En junio, 75 laboristas desafiaron la disciplina de su partido para abstenerse y acabaron votando a favor de que el Reino Unido se quedara dentro del EEE. Por lo que se cree que ahora apoyarían la propuesta. Asimismo, el hecho de que tanto Nicola Sturgeon - ministra principal escocesa y líder del SNP- como Arlene Foster -responsable de los unionistas norirlandeses del DUP, de cuyo apoyo depende el Gobierno en minoría de May- hayan asegurado que estudiaran la propuesta también es muy significativo.

En cualquier caso, otras figuras vinculadas con el escenario político consultadas por este diario ven “casi imposible” primero llevar el plan a la práctica y luego que el Reino Unido realmente vaya a aceptar un modelo que implicaría cumplir la normativa comunitaria, pero sin tener ya ni voz ni voto. Respecto a fechas, mientras unos aseguran a El Confidencial que es inevitable una extensión del artículo 50, otros creen que todo podría quedar zanjado a principios del próximo año porque el Acuerdo de Retirada, que es el legalmente vinculante, no tendría que ser modificado.

Foto: Foto: Reuters. Opinión

Pero existen muchas dudas de que el núcleo duro euroescéptico vaya a permitir la supervivencia política de May en caso de que pierda la votación del 11 de diciembre. Si la humillación es por un margen por debajo de 100, la premier podría aguantar la quema y regresar a negociar a Bruselas. Pero si sobrepasa los 100 podría verse obligada a dimitir o afrontar una moción a su liderazgo. The Sun asegura este miércoles que la cifra podría llegar a los 200.

Los Brexiteers no lograron la semana pasada reunir las 48 cartas necesarias para activar un desafío que podría derivar en primarias. Según las reglas del partido, si May sobrevive quedaría inmune un año, por lo que los rumores apuntan a que finalmente se decidió esperar a ver que pasaba con la votación de diciembre. En principio, el objetivo sería garantizar el Brexit y forzar para primavera, ya de manera más sosegada, unas primarias. Pero todo podría precipitarse a finales de este año. Si una semana en política es un mundo, con el Brexit media hora es toda una eternidad.

'El ambiente en Westminster estos días es realmente tenso. Los 'whips' del Partido Conservador -encargados que los diputados voten lo que marca la dirección de la formación- están haciendo lo imposible por asegurarse que los suyos respalden el acuerdo de retirada y la declaración política que Theresa May ha cerrado con la UE. Y, sin embargo, en los corrillos se da ya por hecho que ambos textos serán rechazados en la votación clave del próximo 11 de diciembre.

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