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La mayor 'masacre' de tanques rusos de la guerra, en tres actos: "Fue pura locura"
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Blindados, misiles y guerra electrónica

La mayor 'masacre' de tanques rusos de la guerra, en tres actos: "Fue pura locura"

Lo que iba a ser un alarde táctico se convirtió en un drama bélico en tres actos. Reconstruimos uno de los episodios blindados más catastróficos de la invasión y sus incógnitas

Foto: Tanques rusos destruidos en Bohorodychne. (Reuters/Vladyslav Musiienko)
Tanques rusos destruidos en Bohorodychne. (Reuters/Vladyslav Musiienko)
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Las llanuras a las afueras de la aldea ucraniana de Tonenke han sido testigo de una de las mayores 'masacres' de tanques rusos en la guerra de Ucrania. La más brutal en una sola operación. Lo que iba a ser un alarde bélico del Ejército de Moscú tras tomar a sangre y fuego la ciudad de Avdíivka se convirtió en un drama táctico en tres actos que nos permite identificar algunas de las actuales claves del conflicto. A continuación, una reconstrucción —con la información disponible— de uno de los episodios blindados más desastrosos de la invasión rusa, sus varias incógnitas y los factores en juego.

Primer acto: una emboscada inesperada

El pasado 30 de marzo, una hilera de al menos 36 carros de combate y 12 vehículos de combate pertenecientes al 6º Regimiento de Tanques de las Fuerzas Armadas rusas se desplazaba por un camino de tierra en el eje Tonenke-Avdíivka. Su misión era tomar posiciones en el oeste de las ruinas de la ciudad recién conquistada para tratar más adelante de romper las líneas defensivas ucranianas pocos kilómetros al norte, en el poblado de Umanske. El paisaje era llano y prácticamente despejado, con apenas unos arbustos jalonando un borde del camino.

Esta unidad mecanizada estaba considerada antes de la invasión como de las mejor equipadas y entrenadas de las Fuerzas Armadas rusas, por lo que a los observadores les ha llamado la atención que estuviera movilizándose de forma tan casual y poco precavida por terreno hostil.

"Es un ataque muy interesante porque se utilizó una gran cantidad de medios de guerra electrónica. En la parte superior, se puede ver que los tanques rusos cargaban unos aparatosos sistemas de contramedidas electrónicas. Creían haber eliminado la amenaza de los drones y avanzaban confiados en que eran invulnerables. Y en ese momento son alcanzados por misiles. No creo que estuvieran esperando ese ataque", contextualiza Andrew Perpetua, analista de inteligencia de fuentes abiertas (osint, por su sigla en inglés) y responsable del mapa de seguimiento de la guerra Ukraine Daily Update.

El convoy marchaba a buen ritmo hasta que uno de los tanques explotó súbitamente, algunos analistas creen que al detonar una mina anticarro. No se sabe si alertados por la explosión o mediante drones de reconocimiento, pero la 25ª Brigada aerotransportada de Ucrania identifica la concentración de tanques y entra en acción.

“No es la primera vez que las Fuerzas Armadas de Ucrania han engañado al enemigo haciéndole percibir una ventaja inexistente. En muchos aspectos, este asalto se parece al avance fallido cerca de Vuhledar en febrero de 2023. Hicieron creer a los rusos que podían expandirse a lo largo de ese eje, lo que resultó en un despliegue continuo de tanques, a pesar de que la artillería autopropulsada rusa era inadecuada para defender la operación. Perdieron muchas vidas allí (y unos 36 carros de combate en varios días de ofensiva)", recuerda Valentin Chatelet, analista osint y experto militar en el grupo de análisis The Atlantic Council.

Segundo acto: tanques ardiendo en las llanuras

Después del primer impacto, una sucesión de proyectiles plagó el paisaje de columnas de humo. Los expertos no coinciden en el arma utilizada. Algunos sostienen se trató de fuego de artillería, otros apuestan por misiles antitanque (Javelin, Kornet o Brimstone). Incluso una combinación de las anteriores. El resultado fue que varios carros de combate son alcanzados y comienzan a arder, engullidos en bolas de fuego. En algunas imágenes se puede ver cómo la tripulación escapa de los vehículos dañados. Mientras, el resto de la columna se afanaba por salir de la línea impacto a toda velocidad, mientras los proyectiles van reventando varias unidades en el camino. Uno de los montajes suman hasta una docena de blindados en llamas.

"En total, 12 tanques y ocho (vehículos de combate de infantería) BMP fueron destruidos", afirmó Kriegsforscher, un operador de drones de la 36ª Brigada de Infantería de Marina de Ucrania y analista osint en la red social X. "Fue pura locura".

Pero tampoco las cifras definitivas están claras. A pesar de las imágenes y vídeos publicados por las Fuerzas Armadas ucranianas, las bajas y equipo destruido no ha podido ser verificado de forma independiente.

Foto: Imágenes satelitales muestran blindados rusos agazapados a las afueras de Vuhledar. (Reuters)

"No hay videos en bruto de la operación, todos están muy editados y provoca ansiedad intentar diseccionar qué es lo que está sucediendo. Los vídeos saltan tanto de ubicación como de cronología. El número exacto de pérdidas rusas es difícil de calcular", advierte Perpetua, quien ha podido confirmar visualmente al menos nueve carros de combate rusos destruidos, además de otros diez vehículos neutralizados de operador desconocido —de estos, siete probablemente son rusos—.

Tercer acto: cuando llegan los drones

Una vez emboscados y destruidos los carros pesados, la columna ya no dispone de contramedidas electrónicas. En ese momento, entran en acción los drones cargados de explosivos, que atacan a blindados ligeros, vehículos de infantería y a las tropas que buscan ponerse a cubierto.

"Debido a las medidas de guerra electrónica, al comienzo de la operación no se ven indicios obvios de uso de drones FPV ucranianos —de visión en primera persona—. Hasta que los tanques son destruidos y llegan los drones", apunta Perpetua.

Foto: Señuelo inflable de un blindado. (Reuters/Eva Korinkova)

El golpe, obviamente, no va a cambiar el equilibrio de fuerzas en la línea de contacto y tampoco supone un revés táctico importante para los objetivos del Kremlin. Las pérdidas rusas son una gota en el océano de material ruso destruido. Los más recientes cálculos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (ISSS, por sus siglas en inglés) estiman que Rusia ha perdido al menos 3.000 carros de combate, pero todavía tendría suficientes unidades viejas almacenadas —y nuevas en producción— como para sostener la ofensiva durante años.

"Moscú ha sido capaz de cambiar la calidad por la cantidad, sacando miles de viejos tanques de los almacenes a un ritmo que ha llegado a alcanzar en algunos momentos las 90 unidades por mes", detalla el informe anual del ISSS.

De hecho, en las imágenes difundidas de esta operación se pueden identificar una combinación de modelos, desde los más modernos T-80 y T-90 a los veteranos T-62 y T-55 de la Guerra Fría. Pero incluso hay uso documentado de unidades T-54 de los años 40 desplegados en zonas de combate

"Es lógico suponer que las fuerzas rusas habrían iniciado una maniobra de posiciones cerca de Tonenke. La modesta ganancia territorial en Avdíivka debe traducirse en un impulso ofensivo tangible que todavía no se ha efectuado. Parece que los jefes militares rusos han optado por una movilización masiva para hacer retroceder a las fuerzas ucranianas", argumenta Chatelet.

Ofensiva blindada, defensa a cara de perro

Más allá del fiasco táctico ruso, el lance pone de relevancia varios factores que serán clave para el devenir del conflicto en los próximos meses.

El primero es el retorno (o al menos el intento) de los carros de combate a la ofensiva rusa. Tras sacrificar ingentes cantidades de infantería para tomar Avdíivka, ahora el invasor vuelve a mostrarse confiado en desplegar más equipo cerca del frente y en áreas susceptibles de ser atacadas. Aldeas como Tonenke no tienen una importancia estratégica, forman parte de las líneas defensivas que las fuerzas de Kiev intentan mantener en sus alrededores.

"El enemigo ha reintroducido el empleo de vehículos blindados, incluidos tanques", había advertido el viernes antes del ataque el Centro Ucraniano para Estrategias de Defensa. Esto habla del momentum del Kremlin en el frente. Quieren avanzar y están dispuestos a tomar riesgos y sacrificar personal y equipos para ello.

"Los tanques fueron enviados a lo largo de una ruta expuesta, fuertemente minada y sin cobertura adecuada. Eso los convertía en blancos fáciles para ataques de represalia con vehículos aéreos no tripulados o armamento antitanque. A diferencia de ataques anteriores, hubo menos apoyo de la aviación rusa durante esta operación", comenta Chatelet.

Foto: Voluntario ucraniano entrena en la Operación Interflex en Reino Unido. (Fuerzas Armadas de Ucrania/Yrina Rybakova)

La segundo factor apunta a la fortaleza defensiva ucraniana feroz pese a la alarmante escasez de munición, el bajo momento de moral y la necesidad de reclutamiento. Estos episodios muestran que Ucrania ha adaptado su capacidad militar para defender el terreno y provocar daños considerables al Ejército ruso haciendo un uso más eficiente de la munición de alto calibre y la artillería, mientras emplea masivamente drones de bajo coste que está produciendo en su propio territorio —hasta 50.000 unidades al mes según estimaciones ucranianas—.

"Es posible que los altos mandos rusos sobreestimaran sus capacidades ofensivas tras la toma de Avdiivka, asumiendo erróneamente que una retirada ucraniana significaba que el eje quedaría desprovisto de defensas y minas”, explica Chatelet, lo que vuelve a poner de relieve, continúa el experto, "una toma de decisiones impulsiva o, en el peor de los casos, una disposición a emplear grandes cantidades de equipo como carne de cañón, como se evidencia en este caso".

Apetito por la destrucción

Y tercero, y quizás más significativo, que la guerra de maniobras, donde se combinan medios aéreos, mecanizados e infantería para tomar grandes posiciones de terreno, sigue siendo muy arriesgada para ambos bandos. Ucrania lo comprobó en su fallida contraofensiva de 2023, cuando apenas avanzó unos kilómetros en áreas muy concretas y a expensas de un gran desgaste humano y material. En este caso, los rusos se habían preparado para avanzar y, en un primer momento, su plan parecía funcionar. Sin embargo, ni siquiera las contramedidas de guerra electrónica les pudieron salvar del caer bajo el fuego de los drones (ubicuos y letales en el campo de batalla). Al menos, de momento.

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Puesto en perspectiva, el futuro de Ucrania en la guerra sigue siendo incierto y sombrío. Un grupo de oficiales militares ucranianos, que formaban parte del círculo de confianza del recientemente defenestrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Valerii Zaluzhny, afirmaron que las fuerzas de Kiev tendrán muchas dificultades para repeler las ofensivas en los múltiples frentes abiertos a lo largo de los más de 1.000 kilómetros de línea de contacto. Mientras, Gobierno de Volodímir Zelenski insiste en la necesidad urgente de contar con mayor respaldo militar de Occidente para poder sostener el pulso al órdago de Vladímir Putin.

"No hay nada que pueda ayudar a Ucrania ahora porque no existen tecnologías serias capaces de compensar a Ucrania por la gran masa de tropas que Rusia probablemente nos lanzará", dijo una de las fuentes a Politico. "No tenemos esas tecnologías y Occidente tampoco las tiene en cantidades suficientes", agregó.

Pero momentos como la debacle blindada de Tonenke también son un recordatorio de que, muchas veces, los rusos son sus peores enemigos en esta guerra.

"A veces, es increíble las cantidades estúpidas de carne que mueren a espuertas por la ambición de un pequeño (hombre)", aseguró desafiante la 25ª Brigada aerotransportada, acompañando unas imágenes de la batalla del pasado sábado en su canal de Telegram.

Las llanuras a las afueras de la aldea ucraniana de Tonenke han sido testigo de una de las mayores 'masacres' de tanques rusos en la guerra de Ucrania. La más brutal en una sola operación. Lo que iba a ser un alarde bélico del Ejército de Moscú tras tomar a sangre y fuego la ciudad de Avdíivka se convirtió en un drama táctico en tres actos que nos permite identificar algunas de las actuales claves del conflicto. A continuación, una reconstrucción —con la información disponible— de uno de los episodios blindados más desastrosos de la invasión rusa, sus varias incógnitas y los factores en juego.

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