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Reino Unido anuncia el mayor recorte de impuestos desde 1980, pero los británicos lo pagarán caro
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Reino Unido anuncia el mayor recorte de impuestos desde 1980, pero los británicos lo pagarán caro

Pese a los recortes de impuestos concretos, los británicos están sufriendo la mayor caída del nivel de vida desde la década de 1950

Foto: El ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt, pronuncia la Declaración de Otoño en la Cámara de los Comunes en Londres. (Reuters/Jessica Taylor)
El ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt, pronuncia la Declaración de Otoño en la Cámara de los Comunes en Londres. (Reuters/Jessica Taylor)
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Charles Darwin aseguró que las expresiones faciales de las emociones son universales, por lo que los gestos de los políticos pueden hacer perder o ganar elecciones. Quizá por eso el ministro del Tesoro, Jeremy Hunt, no ha interrumpido en ningún momento su sonrisa (dicen que eso da más votos) al presentar este miércoles la considerada declaración económica más optimista que se ha escuchado en mucho tiempo en Westminster.

El Canciller ha dicho que llevará a cabo "el mayor paquete de recortes de impuestos que se ha implementado desde la década de 1980", un logro, a su parecer, solo posible por el minucioso trabajo de reparación llevado a cabo por el actual Ejecutivo tras el calamitoso mandato de Liz Truss. "El país ha dado un giro hacia el crecimiento económico", apuntaba.

El problema es que los políticos tienen gran pericia con el idioma —que se agudiza sobremanera en campaña electoral— y sus descripciones no atienden normalmente a la fotografía completa. Pese a los recortes ahora de impuestos concretos —tanto para las empresas como para los trabajadores— la realidad es que la carga tributaria general aumentará hasta alcanzar un máximo de niveles posguerra para 2027-2028. Los británicos están sufriendo la mayor caída del nivel de vida desde la década de 1950.

Los británicos están sufriendo la mayor caída del nivel de vida desde la década de 1950

Por mucho que Hunt no pierda su sonrisa, los datos no son favorables de cara a los comicios previstos para el próximo año, donde la oposición laborista saca más de 20 puntos de ventaja. ¿Qué está fallando en el plan de Downing Street?

Pongámonos en situación. Tras la salida de Liz Truss —obligada a dimitir después de que la libra cayera a mínimos históricos respecto al dólar tras su gran apuesta con los mayores recortes de impuestos desde 1972— el moderado Rishi Sunak tomó las riendas del Partido Conservador. Los Presupuestos de emergencia presentados el pasado mes de marzo fueron todo un ejercicio de "conservadorismo de gran Estado". Carecían de recortes impositivos significativos, estaban llenos de nuevas promesas de gasto y la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) —encargada de supervisar las cuentas públicas— estimó que llevaría la relación entre gasto público y PIB a "un 43,4%, su nivel sostenido más alto desde la década de 1970".

Foto: (Reuters: Dado Ruvic)

Desde entonces, las filas tories han estado presionando por un cambio de rumbo. De ahí la gran expectación generada este miércoles cuando el titular del Tesoro ha presentado en la Cámara de los Comunes lo que se conoce como Declaración de Otoño, una cita clave con la que se anuncia el paquete presupuestario para actualizar las medidas económicas en el ecuador del año fiscal (en Reino Unido comienza en abril).

En este contexto, Hunt ha querido ahora aliviar la carga impositiva a empresas y trabajadores. Entre los anuncios más importantes está la decisión de hacer permanente el llamado full expensing por el cual, las empresas se pueden deducir en su totalidad e inmediatamente de las ganancias imponibles cada libra que inviertan en maquinaria, plantas o equipamiento informático. Hunt asegura que es el "mayor recorte de impuestos a las compañías en la historia británica moderna", por un monto de 9.000 millones de libras, que lleva a Reino Unido hasta "la tasa impositiva corporativa más baja del G7", un punto que el Gobierno quiere enfatizar tras la discordia generada en el partido tras aumentar el pasado mes de marzo el impuesto de sociedades del 19% al 25%.

Con todo, el anuncio sorpresa fue la reducción de dos puntos, al 10 %, de la contribución de los trabajadores a la Seguridad Social. Para los autónomos, el recorte será de un punto, situándose en el 8 %. La medida fue combinada con reformas de la asistencia social, que restringirán aún más las ayudas si la gente se niega a buscar trabajo.

"Si queremos que la gente se levante temprano por la mañana", dijo Hunt. "Si queremos que la gente trabaje de noche, si queremos una economía en la que la gente haga un esfuerzo adicional y trabaje duro, entonces debemos reconocer que su trabajo duro beneficia a todos nosotros".

Foto: Sede del Tribunal Supremo de Reino Unido. (EFE/EPA/Neil Hall)

Pero, ¿realmente puede considerarse la Declaración de Otoño para el Crecimiento? Si bien los recortes de impuestos se centraron en gran medida en fomentar la inversión y el trabajo (la OBR estima que todas las medidas tomadas en conjunto agregarán 200.000 puestos), las cifras del PIB cuentan una historia diferente.

La OBR, organismo independiente encargado de supervisar las cuentas públicas, predice ahora un crecimiento pequeño para este año, en comparación con su predicción de una pequeña recesión en marzo. Sin embargo, ha revisado a la baja sus pronósticos para los próximos tres años: del 1,8% al 0,7% en 2024; del 2,5% en 2024 al 1,4 % en 2025, y del 2,1% al 1,9% en 2026.

Para la economía de Reino Unido, este escenario supone un grave revés para sus arcas públicas. No hay una única causa concreta, sino muchas. Y gran parte de ellas "han sido nuevamente tapadas o pasadas por alto por completo" por el Gobierno, según recalcaba incluso la prensa más afín como The Spectator.

Foto: Un comprador recorre el pasillo de las bebidas alcohólicas en un supermercado de Huddersfield, UK. (EFE/Adam Vaughan)

Si bien hay una reducción de la contribución a la Seguridad Social, millones de personas han sido arrastradas por el llamado lastre fiscal a una categoría impositiva más alta en los últimos años debido a la decisión de Rishi Sunak de congelar los umbrales impositivos sobre renta (sin tener en cuenta inflación).

Se espera que la carga fiscal se desacelere, pero la actualización de la OBR estima que la congelación significa que, para 2028-29, "casi cuatro millones de trabajadores más pagarán impuestos sobre la renta, tres millones más pasarán a la tasa más alta y 400.000 más pagarán la tasa adicional". En definitiva, la carga fiscal seguirá aumentando hasta alcanzar el nivel más alto desde la posguerra.

El lastre fiscal generará al Tesoro 45.000 millones de libras para 2029, frente a los 10.000 millones de libras que supondrá el recorte en la tasa principal de contribución a la Seguridad Social.

Foto: Tiendas de campaña frente a un centro comercial en Londres. (EFE/Andy Rain)

Con todo, incluso con niveles récord de canalización de impuestos hacia el Tesoro, el Gobierno no tiene garantías de cumplir su objetivo de reducir la deuda (actualmente en el 97,8 % del PIB) en un lustro. Según la OBR, Hunt tiene un margen fiscal de 27.000 millones de libras, y la mayor parte ya se ha gastado en las medidas que ha esbozado este miércoles, teniendo en cuenta que una de sus reglas clave es que el endeudamiento no debe exceder el 3% del PIB al final de un período de cinco años. "Si Hunt, como todos los Cancilleres desde 2011, decide mantener las tasas donde están, entonces se eliminaría más del 43% del margen de maniobra en 2028-29 y la deuda ya no caería en 2027-28", advierte la OBR.

A pesar de todo lo que se habla de "decisiones difíciles", el Gobierno continúa esquivando las grandes cuestiones de gasto que harán que el endeudamiento se mantenga muy por encima de los niveles prepandémicos. La decisión de aumentar las ayudas sociales con las cifras de inflación de septiembre (6,7%) —en lugar del 4,6% de octubre— tiene sentido, teniendo en cuenta que la actual crisis del costo de vida continúa afectando desproporcionadamente a los más pobres.

Sin embargo, la decisión de, una vez más, evitar la política de las pensiones estatales y "cumplir plenamente con el compromiso de triple candado" —las pagas se revalorizan, lo mismo que el incremento de los ingresos medios, el índice de precios al consumo o un mínimo del 2,5%; la cifra que sea mayor— supondrá 30.000 millones de libras. Pero a un año de las elecciones, los tories quieren garantizarse el voto de jubilados. En definitiva, el Gobierno anuncia recortes de impuestos y garantiza el crecimiento. Pero la fotografía siempre es más amplia que la imagen que los políticos quieren mostrar al público.

Charles Darwin aseguró que las expresiones faciales de las emociones son universales, por lo que los gestos de los políticos pueden hacer perder o ganar elecciones. Quizá por eso el ministro del Tesoro, Jeremy Hunt, no ha interrumpido en ningún momento su sonrisa (dicen que eso da más votos) al presentar este miércoles la considerada declaración económica más optimista que se ha escuchado en mucho tiempo en Westminster.

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