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Los holandeses eligen su futuro sin Rutte: así son las elecciones más volátiles de Europa
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Hasta 17 partidos en el Parlamento

Los holandeses eligen su futuro sin Rutte: así son las elecciones más volátiles de Europa

Estas elecciones son las primeras en 13 años que celebra Holanda sin el liberal Rutte, al que podría sustituir su sucesora al frente de un Gobierno de derechas

Foto: Carteles electorales en La Haya, Países Bajos, un día antes de que las urnas decidan el nuevo Parlamento. (Reuters/Piroschka Van de Wouw)
Carteles electorales en La Haya, Países Bajos, un día antes de que las urnas decidan el nuevo Parlamento. (Reuters/Piroschka Van de Wouw)

Las elecciones que se celebran este miércoles en Países Bajos están marcadas por las novedades. Son las primeras en 13 años sin el rostro de Mark Rutte, del partido liberal de derechas VVD, en los carteles electorales. Las últimas encuestas prevén una victoria del centroderecha, que ha estado estas semanas coqueteando con la ultraderecha de Geert Wilders de cara a las negociaciones para formar Gobierno. La llegada de refugiados es el menor de los problemas de Holanda, pero ha sido el tema de la campaña electoral y el punto de unión de este flanco político: reformar el sistema migratorio y reducir las llegadas de solicitantes de asilo y de inmigrantes.

Las elecciones holandesas son siempre un juego de números. Las reglas: hay 150 escaños, concurren 26 partidos políticos y las encuestas abren la puerta a 17 de ellos. Con tantos candidatos, es imposible que gane un solo partido, pero no hay límite de socios para una formación de gobierno. Y solo hay un puesto de primer ministro, que normalmente es para el cabeza de lista del partido que más escaños obtiene. La coalición saliente tiene cuatro partidos y está liderada por Rutte, un maestro de la negociación que se ha caracterizado precisamente por su don de ceder aquí y allá para formar Gobierno con la derecha y la izquierda en cuatro legislaturas desde 2010.

La heredera de Rutte en el VVD se llama Dilan Yeşilgöz. Una desconocida en el escenario internacional, pero con carrera reconocida en política nacional. Es ministra interina de Justicia y Seguridad, nació en Turquía y tiene una postura dura con la inmigración y el asilo. También es la primera mujer en liderar a los liberales y en tener una oportunidad real de ser la primera ministra de Holanda, según auguran las encuestas. Después del VVD, que se haría con 27 escaños, está el demócrata cristiano NSC, siglas en holandés de Nuevo Contrato Social, un partido que tiene menos de dos meses de vida, pero mucho apoyo electoral gracias a la popularidad de su líder, Pieter Omtzigt. Este diputado holandés ha destapado el escándalo de ayudas sociales que se cargó el tercer Gobierno de Rutte en 2021.

Foto: Mark Rutte, de gira en Malasia. (EFE/Fazry Ismail)

El único problema de NSC es que su avance electoral se lo debe a la figura de Omtzigt, y este no sabe muy bien si quiere ocupar el cargo de primer ministro o simplemente seguir en el Congreso como diputado. Él no ha aclarado qué quiere hacer, porque negarse de forma rotunda a dirigir el Gobierno podría costarle votos a NSC, y eso lo saben los demás líderes. Por eso, le han estado urgiendo estos días a que se decida y no aplace su decisión hasta después de las elecciones. Su escepticismo ya le está costando algún que otro escaño. Las encuestas le dan 21 escaños, cinco menos que la semana pasada.

La tercera posición la ocupa la izquierda. Frans Timmermans, que hasta el pasado verano era un comisario europeo de éxito centrado en defender los temas climáticos, ha dejado Bruselas de forma repentina para volver a casa y encabezar una lista de dos partidos de izquierdas, el socialdemócrata (PvdA) y los verdes (GroenLinks). Ambos se presentan a las elecciones con un mismo programa electoral con el objetivo de hacer más fuerza, y de momento esta lista suma 27 escaños. La campaña de Timmermans ha sido más floja de lo previsto porque las cuestiones climáticas, su punto fuerte, apenas han ocupado hueco en los debates electorales.

Y es ahí donde aparece el Partido por la Libertad (PVV), fundado por el político de extrema derecha Geert Wilders para prohibir el islam y la llegada de inmigrantes de origen musulmán. Ha pasado de mantenerse en torno a los 20 escaños hace una semana a incluso registrar 28 escaños en las encuestas más recientes. ¿A qué se debe la subida? A un cambio de actitud en el escenario de la política holandesa. Wilders ha analizado la situación del país (y ha hecho números electorales) y ha decidido que Holanda “tiene problemas más importantes” que el islam ahora mismo y que está dispuesto a ceder en esto para sentarse a la mesa de negociaciones con el centroderecha. La liberal Yesilgöz ha recogido el guante y ha dicho que no piensa excluir “a ningún votante” y hablará con Wilders si es necesario para formar el futuro Gobierno.

placeholder El socialista Frans Timmermans, durante el último debate televisivo con la liberal Dilan Yeşilgöz y el ultraderechista Geert Wilders al fondo. (EFE)
El socialista Frans Timmermans, durante el último debate televisivo con la liberal Dilan Yeşilgöz y el ultraderechista Geert Wilders al fondo. (EFE)

Ninguno de los otros 13 partidos que podrían tener representación en el Congreso va a lograr un número mayor de escaños, dicen las encuestas. VVD, NSC, el bloque de izquierdas y PVV son los cuatro partidos más grandes, y los líderes de los tres primeros son los más respaldados para ocupar el cargo de primer ministro. Omtzigt es, con diferencia, el político más popular, con una puntuación de 6,7 sobre 10. La líder del VVD recibe seis puntos, mientras que Timmermans tiene un suspenso raspado, con 4,9 puntos. Las encuestas dicen que ganaría el partido de Yesilgöz, por lo que, de cumplirse, ella tendría el encargo de formar Gobierno y prioridad para ser primera ministra. Si al final Wilders convierte al PVV en el partido más grande del país, y tiene la oportunidad de ser primer ministro, Yesilgöz ha dicho que no gobernaría con él. Solo alcanzará acuerdos con la extrema derecha si es ella quien manda.

¿Con qué partidos podría entonces negociar Yesilgöz? La formación más lógica será más de derechas. Esto haría crucial el apoyo de Wilders, cuya actitud actual y posición en las encuestas hacen muy difícil que los otros partidos le sigan ignorando y encasillando en la oposición. Pero Omtzigt no está muy convencido con la idea porque considera que el PVV tiene puntos en su programa que rozan la ilegalidad. No lo ha descartado de forma rotunda, eso sí, y Holanda es el país de los acuerdos y concesiones, así que no se considera inviable.

Esto haría que el VVD, PVV y NSC sumen 72 escaños. Podrían alcanzar la mayoría parlamentaria llegando a acuerdos con el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), el partido de los granjeros, al que las encuestas dan ocho escaños, y que tiene la ventaja de ser ya el partido más grande del Senado, la otra Cámara que debe aprobar las leyes. BBB se fundó en 2019, tiene ahora un escaño en el Congreso y mantiene una ideología conservadora, populista y con bastantes toques euroescépticos. Comparte algunos votantes con Wilders y Omtzigt.

Foto: La líder del BBB reacciona a los resultados de las últimas elecciones holandesas. (EFE/Sem van der Wal)

Esta combinación tiene menos vetos si se comparan los principales puntos del programa electoral. Pero no es la única viable. Timmermans aún puede rescatar a la izquierda e impedir un Gobierno que tienda más a la extrema derecha. No es la primera vez que los liberales de derechas gobiernan con los socialdemócratas. Rutte ya lo hizo entre 2014 y 2017, aunque la izquierda salió escaldada de aquello y aún no logra levantar cabeza. Omtzigt ha dejado claro que NSC es más cercano al centroderecha de Yesilgöz en temas migratorios, pero tiende al bloque de izquierdas de Timmermans en lo que respecta a cuestiones sociales. Estos tres sumarían 75 escaños, a los que podrían añadir el respaldo de algún otro partido minoritario. Los liberales de izquierdas, D66, están en el Gobierno saliente y han gobernado con Rutte en dos legislaturas, de 2017 a 2021, y desde enero de 2022 hasta julio pasado. Las encuestas les auguran unos siete escaños, un golpe electoral si se compara con los 24 escaños que tiene ahora. Pero los cuatro sumarían 81 escaños en total, una mayoría suficiente para gobernar.

Esta segunda opción equilibraría el futuro Gobierno más hacia el centro que hacia la extrema derecha, y de eso son conscientes muchos votantes. Según un nuevo estudio del programa de actualidad EenVandaag, un 54% de las personas que planean votar mañana por la alianza de izquierdas PvdA-GroenLinks lo hace por razones tácticas, aunque también los hay más a la derecha (un 43%) que van a votar por Wilders solo para evitar que la izquierda esté en el Gobierno. Esta investigación se publicó un día después de una encuesta de opinión que sugería que el ultraderechista empezaba a acercarse a los partidos favoritos en la última semana. "No me quiero despertar el jueves en un país donde Wilders es el líder del partido más grande. Nos quedan unos días para unir a todos los votantes verdes, sociales y progresistas", dijo Timmermans el fin de semana pasado, en cuanto conoció los datos.

La jornada electoral se presenta tan imprevisible y volátil como siempre ha sido el escenario político holandés. Las cosas pueden cambiar en cuestión de horas, porque el votante holandés no es fiel a un partido concreto y suele definir su voto dependiendo de los programas electorales, los escándalos, las soluciones propuestas para los problemas del momento, las posibles combinaciones de gobierno y el perfil de los candidatos (incluso más que el partido en sí mismo). Que se lo digan a Rutte: muchas investigaciones mostraron que un gran porcentaje de sus votantes estos 13 años apostaba por él sin respaldar al VVD. Nadie se esperaba que Wilders resurgiera de las cenizas unos días antes de ir a las urnas, ni que la izquierda viera aparecer esta oportunidad de oro para atraer votantes que prefieren no ver a la ultraderecha en el Gobierno. Lo único que está casi garantizado para este miércoles es que habrá sorpresas.

Las elecciones que se celebran este miércoles en Países Bajos están marcadas por las novedades. Son las primeras en 13 años sin el rostro de Mark Rutte, del partido liberal de derechas VVD, en los carteles electorales. Las últimas encuestas prevén una victoria del centroderecha, que ha estado estas semanas coqueteando con la ultraderecha de Geert Wilders de cara a las negociaciones para formar Gobierno. La llegada de refugiados es el menor de los problemas de Holanda, pero ha sido el tema de la campaña electoral y el punto de unión de este flanco político: reformar el sistema migratorio y reducir las llegadas de solicitantes de asilo y de inmigrantes.

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