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No volverás a ver a un político holandés en bici: por qué un tercio de sus diputados necesita guardaespaldas
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41 diputados amenazados

No volverás a ver a un político holandés en bici: por qué un tercio de sus diputados necesita guardaespaldas

Las elecciones parlamentarias del 22 de noviembre en Holanda no llegan en un panorama halagador: mayor polarización y amenazas a los políticos y su vida privada

Foto: La ministra de Finanzas de Holanda, Sigrid Kaag. (EFE/Lavandeira)
La ministra de Finanzas de Holanda, Sigrid Kaag. (EFE/Lavandeira)

"El pasado periodo estuvo acompañado de odio, intimidación y amenazas. Eso supuso una pesada carga para mi familia. Fue duro para mí. Considerando todo esto, he decidido no presentarme como candidata al puesto de líder del partido". Esta fue la carta con la que Sigrid Kaag, ministra interina de Finanzas y ex de Exteriores en Holanda, ha anunciado a los votantes del partido Demócratas 66 que se retira de la política. La avalancha de amenazas que han acompañado a su cargo y el impacto que ha tenido esto en su familia la han empujado a renunciar a su corta carrera política. Como ella, otros políticos holandeses han tomado una decisión similar este verano, justificada en la inseguridad. En el Congreso, 41 de los 150 diputados tienen algún tipo de medida de protección: un timbre de emergencia, un interfono, un sistema de alarma, una puerta antirrobo o guardaespaldas.

Las medidas de seguridad no eran algo habitual en La Haya. Muestra de ello ha sido siempre el primer ministro, Mark Rutte, quien se ha podido mover con total libertad desde que llegó al Gobierno en 2010. Se trasladaba en bicicleta desde su casa a la oficina, a los restaurantes e incluso al palacio real para sus cara a cara con el rey Guillermo Alejandro. Pero desde la pandemia todo ha cambiado: sea por la crispación social que han causado las teorías de la conspiración o por las amenazas del crimen organizado, las autoridades han tenido que reforzar el equipo de seguridad de Rutte. Sus movimientos se vigilan con mucho más ahínco. La propia princesa heredera, Amalia, ha tenido que renunciar el año pasado a experimentar la vida de estudiante en la Universidad de Ámsterdam por culpa del crimen organizado.

Foto: El primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte. (Reuters/Ints Kalnis)

En el Kadaster, un registro público en el que, entre otras cosas, se puede consultar quién es el propietario de una vivienda, se protegen los datos de decenas de diputados, a petición del Ministerio Público (Fiscalía) y el Coordinador Nacional de Seguridad y Contraterrorismo (NCTV). "Eso se hace porque hay indicios concretos de que estos diputados están en riesgo, debido a los riesgos de seguridad para los políticos involucrados", denunció Zembla, un programa documental de la televisión holandesa que contabilizó los casos de 41 diputados afectados por la intimidación. Este número representa más de una cuarta parte del total del Congreso holandés. "Se trata de un ataque directo a nuestra democracia, a nuestro Estado de derecho y a todos nosotros", confirmó la ministra saliente de Justicia, Dilan Yesilgöz, que también es la sustituta de Rutte en el partido liberal VVD.

"Se trata de un ataque directo a nuestra democracia"

Los miembros del Congreso se enfrentan periódicamente a algún tipo de amenaza, especialmente en redes sociales, pero también en persona. La inseguridad y las medidas de protección asociadas influyen en la vida cotidiana de los diputados. "Cuando llega una niñera a casa, le explico dónde está el cambiador, dónde puede encontrar los pañales, pero también dónde encontrar el timbre de emergencia", explicó a Zembla Jan Paternotte, de Demócratas 66. Este problema es estructural y, según numerosos estudios, afecta a más mujeres que hombres: ellas tienen más probabilidades que sus colegas varones de lidiar con agresiones, violencia, comportamientos no deseados y comentarios machistas. A ellas se las ataca más por su edad y su sexo, a ellos por el contenido de sus políticas. Son muchas las neerlandesas que han anunciado este verano que abandonan la política, incluidas la viceprimera ministra del Gobierno saliente, Carola Schouten, la presidenta del Congreso, Vera Bergkamp (D66), o la diputada Corinne Ellemeet (de la izquierda verde). No todas explican las razones de su retirada, pero los últimos años han sido turbulentos y hacer política en La Haya no es lo que era, tanto para ellas como para ellos.

Amenazas que no cesan

"La política casi se ha convertido en una profesión peligrosa. Eso es algo que debería preocuparnos mucho a todos, realmente necesita cambiar", lamentó el ministro de Educación, Robbert Dijkgraaf. "41 es un número sorprendentemente alto de diputados y si les sumas los periodistas, abogados, jueces y fiscales amenazados, significa que nuestra democracia está bajo presión", sentenció Yesilgöz. La ministra de Justicia aboga por un frente común europeo para luchar contra el anonimato en las plataformas sociales. "Me parece increíblemente cobarde que alguien cree una cuenta de forma anónima y luego diga todo tipo de cosas sobre otra persona que aparentemente no te atreverías [a decir] bajo tu propio nombre", dijo la candidata liberal a primera ministra. Yesilgöz era más propensa a defender el derecho al anonimato en internet, pero asegura que "cuando ves cuánta miseria estamos viendo en la red en este momento, cambias de opinión al respecto".

La ahora exministra de Asuntos Interiores Hanke Bruins Slot alertó de que amenazar a los políticos "no es normal y nunca deberíamos considerarlo normal". El secretario de Estado Marnix van Rij (Finanzas) considera que el aumento de las amenazas es una señal de que el país ha "decaído" en los últimos años. "No estamos yendo a mejor dentro de la sociedad holandesa", dice. Su colega Eric van der Burg (Asilo) tilda de "escandaloso" que tantos políticos tengan que afrontar amenazas y no puedan hacer su trabajo en libertad. La realidad es que las amenazas no se quedan en esa cifra de 41 diputados. Según el Ministerio Público, la policía holandesa recibió el año pasado 1.125 denuncias por amenazas por parte de políticos holandeses, no solo de diputados, sino también de ministros y alcaldes.

Foto: El primer ministro en funciones de Países Bajos, Mark Rutte (EFE/Robin Utrecht)

La mayoría de esas denuncias estaban dirigidas contra el líder de la extrema derecha, Geert Wilders, quien desde hace más de 15 años tiene vigilancia las 24 horas por las amenazas que recibe, especialmente por su discurso antiislamista. En ese dato también se incluye a Sigrid Kaag, que fue amenazada con antorchas encendidas en su propia casa y delante de sus hijas. La emisora pública NOS también ha hecho su propia investigación sobre los insultos, intimidaciones, amenazas e incluso enfrentamientos físicos contra los miembros del Congreso y, sobre todo, sobre las consecuencias de la polarización en la vida privada de los políticos. Repartió una encuesta entre los diputados y 51 de los 150 parlamentarios contestaron. Califican las amenazas y los insultos en internet de "fenómeno cotidiano". Uno de ellos está "muy enfadado" porque incluso su hija está siendo amenazada. Otro asegura: "A veces me abordan de forma muy intimidante, como en el supermercado, así que evito cada vez más los lugares públicos". Ven que la necesidad de protección ha aumentado estos años.

Una diputada admitió que ya no publica en redes sociales ciertas opiniones, y se lo piensa dos veces antes de enfrentarse a un partido de extrema derecha en el Congreso, Foro para la Democracia, que tiene como cara visible a Thierry Baudet, que es el partido que muchos señalan como el mayor catalizador de las amenazas en internet. Diez de los 51 encuestados dijeron haber recibido visitas en sus casas de personas que no están de acuerdo con sus creencias políticas. "Esto nunca debería normalizarse. Los representantes del pueblo deben poder hacer su trabajo con libertad y seguridad. Desafortunadamente, debido a las amenazas e intimidaciones, nos hemos visto obligados a invertir en la seguridad de los parlamentarios", confirmó la presidenta del Congreso, Bergkamp. La realidad es que muchos partidos políticos no simplemente están en desacuerdo unos con otros, sino que fácilmente se señalan como un peligro, lo que "incluso hace difícil una conversación con los vecinos, porque pertenecer a un determinado partido significa que ya no se puede confiar en ti", concluyó otro político holandés.

"El pasado periodo estuvo acompañado de odio, intimidación y amenazas. Eso supuso una pesada carga para mi familia. Fue duro para mí. Considerando todo esto, he decidido no presentarme como candidata al puesto de líder del partido". Esta fue la carta con la que Sigrid Kaag, ministra interina de Finanzas y ex de Exteriores en Holanda, ha anunciado a los votantes del partido Demócratas 66 que se retira de la política. La avalancha de amenazas que han acompañado a su cargo y el impacto que ha tenido esto en su familia la han empujado a renunciar a su corta carrera política. Como ella, otros políticos holandeses han tomado una decisión similar este verano, justificada en la inseguridad. En el Congreso, 41 de los 150 diputados tienen algún tipo de medida de protección: un timbre de emergencia, un interfono, un sistema de alarma, una puerta antirrobo o guardaespaldas.

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