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Radiografía (imperfecta) del ataque contra el hospital de Gaza: "No fue un bombardeo aéreo"
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Radiografía (imperfecta) del ataque contra el hospital de Gaza: "No fue un bombardeo aéreo"

La comunidad de analistas de inteligencia de fuentes abiertas (Osint) y otros expertos militares ha estado horas analizando vídeos, fotos y comparando con otros casos para tratar de arrojar luz sobre este crimen de guerra

Foto: Imagen satélite del hospital de Gaza después de la explosión. (Reuters/Maxar)
Imagen satélite del hospital de Gaza después de la explosión. (Reuters/Maxar)
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Los hechos conocidos: el 17 de octubre, en torno a las 19:00 hora local, un proyectil impactó contra el hospital Al Ahli al Arabi en Gaza. El complejo, repleto de pacientes, heridos de guerra y refugiados, se vio rodeado de una gran bola de fuego. Las autoridades gazatíes denunciaron cientos de muertos. Israel y Hamás se acusaron mutuamente de ser los responsables por la tragedia. Ningún medio o agencia internacional pudo verificar de forma independiente estas acusaciones. Todavía nadie ha aportado pruebas definitivas.

Desde entonces, la comunidad de analistas de inteligencia de fuentes abiertas (Osint) y otros expertos militares ha estado horas analizando vídeos, fotos y comparando con otros casos para tratar de arrojar luz sobre este crimen de guerra, condenado y repudiado por la comunidad internacional. Por el momento, son hipótesis elaboradas con el limitado material disponible sobre cómo pudo suceder un ataque en el que hay varios agujeros en los relatos oficiales.

La evidencia más sólida de la autoría se podría dilucidar analizando los restos del proyectil utilizado, algo que las autoridades de Hamás no han hecho público. También la inteligencia israelí podría ofrecer imágenes infrarrojas, material adicional y otros elementos técnicos que ayudaran a esclarecer los acontecimientos, algo que tampoco ha sucedido. Así que esta es una radiografía imperfecta, con muchos imponderables que pueden cambiar el relato.

La teoría del cohete solitario

La teoría más consistente entre los analistas apunta a que un cohete que formaba parte de una andanada lanzada desde Gaza hacia Israel reventó en pleno vuelo —no están claras las causas— y la cabeza explosiva cayó sobre el parking del hospital, que en ese momento estaba atestado de vehículos y personas que habían buscado seguridad o atención en las inmediaciones del edificio. La cifra oficial de fallecidos va desde los 300 que calcula protección civil a los 471 que estima el Ministerio de Salud de Hamás en Gaza, aunque tampoco hay confirmación independiente. Las estimaciones sobre la gente presente en el lugar también varían sensiblemente, entre 1.000 y 3.000 personas.

En las imágenes de una cámara de vigilancia de la localidad de Netiv Haasara se ve la serie de disparos desde el norte de Gaza, seguido por una repentina explosión en el suelo menos de 20 segundos después. La trayectoria, geolocalizada por varios expertos y desde varios ángulos, muestra que el hospital está bajo el arco de los cohetes. En otro vídeo, se observa un proyectil rezagado y solitario al que algo parece sucederle en pleno vuelo. Se ve un penacho de humo y una breve explosión en el aire. Luego, el estruendo del impacto explosivo contra la instalación hospitalaria, las llamas y el fuego.

En las primeras horas tras el desastre, varios observadores refutaban esta teoría argumentando que el gran tamaño de la explosión apuntaba más al posible impacto de un misil y no de un cohete. Otros expertos militares replicaban que tanto Hamás como la Yihad Islámica (el grupo al que ha responsabilizado Israel) tienen en su arsenal cohetes de alto poder destructivo (algunos propios, otros procedentes de Irán). Detallan que la diferencia esencial entre un misil y un cohete es que el primero tiene sistema de guiado integrado y es más sofisticado, mientras que los segundos dependen de la "puntería" del artillero. Los misiles tienen, en general, más potencial de carga explosiva, distancia y precisión. El término cohete suele utilizarse para hacer referencia a proyectiles de bajo poder destructivo, a veces de fabricación semicasera.

Sin embargo, las imágenes publicadas en la mañana del miércoles reforzaban la teoría del cohete solitario, al mostrar que los daños sufridos en la instalación hospitalaria no cuadrarían con un bombardeo aéreo masivo o un misil de alta carga explosiva. Las fotos mostraban cómo el área de efecto se concentró en el aparcamiento del edificio y que gran parte de la destrucción se habría producido por el fuego y no por el impacto. El punto más relevante, como explica el medio de investigación Bellingcat, es la ausencia de un cráter gigantesco similar al que dejaría un misil o una bomba. En su lugar, se han identificado varios puntos de impacto de diverso tamaño.

Tampoco se ven signos claros de daño estructural en el edificio, más allá de ventanas reventadas y algunas paredes agrietadas. Esto ha hecho que algunos analistas y diplomáticos cuestionen la cifra oficial de muertos. Una fuente de inteligencia europea dijo a la agencia AFP que su estimación estaba entre 50-100 posibles víctimas. En el propio aparcamiento, algunos vehículos están completamente destrozados, pero la mayoría de los coches cerca (10-15 metros) de los puntos de colisión se ven solo parcialmente afectados (en su mayoría por el fuego).

"La evidencia física en el lugar no apoya la idea de un bombardeo aéreo. El agujero del impacto es muy pequeño -apenas unos centímetros- mientras que las armas como las que Israel utiliza dejan un cráter de 3-10 metros. Tampoco hay impacto o daño de fragmentación en el edificio y los coches no están perforados con metralla. Los coches ardieron con un fuego que no se ve típicamente en los bombardeos, ya que sus explosivos arden rápidamente. Así que podemos estar seguros de que no fue un bombardeo", explica Marc Garlasco, consejo militar en la organización holandesa PAX for peace, a El Confidencial.

¿Cómo se explica entonces el tamaño de la deflagración captado por las cámaras? Además de la carga explosiva, el propelente del cohete podría ser otro factor que contribuiría a aumentar la detonación y generar el inmenso fuego. Si el objetivo era lejano, como Tel Aviv, podría indicar mayor presencia de combustible y, quizás, más carga explosiva. También se especula con que el impacto se habría nutrido de la explosión simultánea de varios vehículos, algunos de los cuales se veían volcados, u otras fuentes de combustible.

"Es más difícil decir cuál fue el arma empleada, ya que no hay restos para comprobarlo. La teoría israelí de que fue un cohete fallido palestino es plausible. Si el cohete falló rápidamente después del lanzamiento y tenía mucho combustible, eso explicaría la masiva bola de fuego y el daño que se ve en las fotos. Pero no soy capaz de confirmar el arma sin evidencia forense", reconoce Garlasco, quien analista de inteligencia del Pentágono .

Las imágenes aéreas suministradas por Israel permiten identificar impactos menores en los tejados de las casas aledañas al sitio del impacto, lo que encaja con la teoría de un proyectil que se desintegró en el aire y sus partes cayeron en varios puntos, siendo la cabeza de guerra la que destroza el parking del hospital. También se considera la posibilidad que parte de esos daños fueran resultado de bombardeos previos en la zona (el 14 de octubre), cuando Israel realizó dos impactos cerca del hospital como una advertencia para que evacuaran el norte de Gaza. Una minoría de analistas, más escépticos, ven demasiada casualidad en que un cohete fallara justo sobre el área del hospital y creen que existen otras posibilidades con las que Israel podría haber golpeado el área con baja intensidad, como con drones armados.

¿Fallo o intercepción?

Si se asume la premisa del cohete fallido, la siguiente incógnita es qué le sucedió. ¿Fue un fallo mecánico del proyectil o fue interceptado por una defensa antiaérea israelí? Aunque los expertos se decantan por la primera opción —se baraja la posibilidad de un fallo en el motor o un fallo del material—, tampoco descartan la segunda.

Foto: Ron Lobel, médico de Ashkelon, última ciudad israelí antes de la Franja. (Fermín Torrano)

Las imágenes muestran que antes de que el cohete en cuestión se desintegre en el aire, parece haber otro disparo que podría tratarse de algún tipo de contramedida que lo derribara. Este extremo no está claro. Algunos analistas apuntan a la Cúpula de Hierro, con la que Israel elimina las amenazas antiaéreas utilizando sensores térmicos; otros consideran que, por el potencial punto de intercepción del cohete en ascensión, no sería el caso.

En los márgenes de la tragedia, muchos movimientos sospechosos. Las Fuerzas Armadas israelíes publicaron unos vídeos poco después de la explosión que, supuestamente, les eximía de la responsabilidad del ataque. Sin embargo, fueron borrados poco después por incongruencias con los tiempos registrados del ataque. También hubo algunos mensajes en redes (ahora borrados) de altos funcionarios israelíes en los que se pediría evacuar el hospital antes de la explosión o en los que se aseguraba que Hamás albergaba terroristas en estas instalaciones, utilizando a los civiles como escudos humanos. Además, se publicó un audio con supuestas conversaciones de operativos de Hamás hablando sobre el cohete fallido cuya veracidad ha sido cuestionada por varios expertos.

"Los crímenes de guerra no son la respuesta a los crímenes de guerra"

Hay mucho en juego. Las partes tratan de controlar el relato para modular la acción militar. La sola noticia del ataque contra el hospital (cuando Hamás acusó a Israel de bombardear el sitio y dejar cientos de fallecidos) generó una oleada de protestas en otros países árabes como Jordania, Líbano, Turquía o Egipto. La tensión hizo que una reunión prevista entre el presidente de Estados Unidos, Joe Bien, y líderes jordanos, egipcios y palestinos en Amán fuera cancelada. Puede que finalmente este incidente no sea achacable a Israel, pero la campaña de bombardeos no está teniendo precedentes y las víctimas civiles no paran de crecer.

"Israel ha lanzado más bombas sobre Gaza en la primera semana de guerra que Estados Unidos sobre Afganistán en un año. Hay serias preocupaciones de que Israel está siendo temerario en su respuesta a los crímenes de guerra de Hamás, que mató civiles y secuestró ciudadanos israelíes. Pero necesitamos poner fin al conflicto. Los crímenes de guerra no son la respuesta a los crímenes de guerra", reflexiona Garlasco.

Biden aseguró el miércoles durante su visita a Israel que parecía que el ataque era responsabilidad de los militantes palestinos. "Me entristeció y enfureció la explosión del hospital en Gaza ayer y, basados en lo que hemos visto [información del Departamento de Defensa], parece que fue hecho por el otro equipo, no por vosotros", dijo el mandatario junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. "Pero hay mucha gente que no está segura, así que tenemos que superar muchas cosas", agregó.

Foto: Soldados israelíes en el área de los ataques. (EFE/Martin Divisek)

No bastan con un puñado de indicios iniciales, fotos y videos interpretados por analistas. La comunidad internacional quiere respuestas, porque teme que en alguno de estos incidentes pueda ser el motivo de que la situación descarrile en Oriente Medio.

"Todavía no sabemos exactamente qué sucedió. Es importante que este incidente sea investigado de forma exhaustiva", aseguró el miércoles el canciller alemán, Olaf Scholz, durante su visita a Egipto, procedente de Israel. "Y una vez más, quiero advertir a Hezbolá y a Irán que no intervengan en este conflicto. Estarían cometiendo un grave error", concluyó.

Los hechos conocidos: el 17 de octubre, en torno a las 19:00 hora local, un proyectil impactó contra el hospital Al Ahli al Arabi en Gaza. El complejo, repleto de pacientes, heridos de guerra y refugiados, se vio rodeado de una gran bola de fuego. Las autoridades gazatíes denunciaron cientos de muertos. Israel y Hamás se acusaron mutuamente de ser los responsables por la tragedia. Ningún medio o agencia internacional pudo verificar de forma independiente estas acusaciones. Todavía nadie ha aportado pruebas definitivas.

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