Se dobla, pero no se rompe: qué implica el avance de Ucrania en la línea Surovikin

"¿Durante cuánto tiempo puede el Ministerio de Defensa de [Serguéi] Shoigu ocultar el avance en Verbove?". Desde el pasado fin de semana, fuentes rusas han estado centradas en el presunto logro militar de las tropas ucranianas en este pueblo ubicado a varios kilómetros de Robotyne, liberado el mes pasado por el ejército de Kiev. A pesar de que no supone el control total de este territorio, el avance sí demostraría que las fuerzas de Volodímir Zelenski han conseguido abrir una brecha en la llamada línea Surovikin, el principal flanco defensivo de Rusia en el frente sur.

Oleksandr Tarnavsky, el general que lidera la contraofensiva, confirmó que los soldados habían conseguido llegar al otro lado de la línea, aunque admitió que las tropas se están moviendo más lentamente de lo previsto. "No es tan rápido como se esperaba, no es como en las películas sobre la Segunda Guerra Mundial. Lo principal es no perder la iniciativa", dijo en entrevista con CNN.

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La operación en este pueblo ha tenido un alto coste militar y un número sin confirmar de vehículos de combate Marder alemanes y los Strykers estadounidenses se perdieron en el ataque. El logro militar ucraniano es modesto a nivel de territorio —Verbove tenía una población de 200 habitantes antes de la guerra—, pero supone un avance importante a nivel simbólico al haber conseguido el bastión defensivo ruso que parece inquebrantable.

La línea Surovikin, llamada así por el exgeneral ruso Sergei Surovikin, quien tomó las riendas de la ofensiva rusa en Ucrania desde octubre del año pasado hasta principios de 2023. A pesar de que duró pocos meses en el cargo, fue el responsable de un cambio en la estrategia militar al retirar las tropas de Jersón y construir las estructuras defensivas a lo largo de los territorios ocupados. Con esta estrategia, el Kremlin quiere evitar derrotas como la de Járkov en otoño pasado y ha situado la mayor parte de las fortificaciones en zonas como Zaporiyia y el sur de Donetsk. Este territorio es clave para mantener el corredor terrestre que conecta Rusia con la península de Crimea y que se ha convertido en la espina dorsal de la invasión.

La línea incluye trincheras, puestos de tiro reforzados con hormigón, dientes de dragón, zanjas antitanque y campos minados, entre otros obstáculos. A estos, se suman el grueso de las reservas rusas desplegadas en el sur de Ucrania y, una treintena de kilómetros más atrás, cientos de posiciones de artillería y una fuerza aérea dispuesta a actuar. Por si fuera poco, esta es únicamente la primera de un total de tres capas de defensa en la región. La segunda es prácticamente igual de larga que la primera, con 130 kilómetros de longitud, mientras que la tercera consiste en una serie de fortificaciones en torno a asentamientos clave.

¿Estamos hablando de un avance real?

En este contexto, algunos expertos ponen en duda que el logro militar sea un avance real. “En un avance, un ataque no solo penetra las líneas enemigas, sino que contribuye a un colapso más significativo de las defensas enemigas en un área determinada. Debería haber un éxito explotable y reforzado, que lleve al defensor a un estado reactivo, incapaz de llevar a cabo los planes defensivos originales. En esta situación, el defensor debería estar desorganizado, obligado a retirarse o correr el riesgo de sufrir grandes pérdidas”, explica Emil Kastehelmi, historiador militar y experto en inteligencia de código abierto (Osint), en un hilo publicado en X, antes Twitter.

Las fuerzas ucranianas disminuyeron sus ataques con los tanques proporcionados por Occidente después de las pérdidas significativas en los inicios de la contraofensiva de junio pasado en Zaporiyia. En su misión por cruzar la línea Surovikin han vuelto a esta estrategia, aunque la fortificación del territorio más allá de Verbove complica los siguientes asaltos. "Deberían ser posibles maniobras con unidades mecanizadas, ya que la velocidad es un elemento central para mantener el impulso. Si el enemigo puede limitar decisivamente o incluso impedir totalmente todas esas operaciones, en realidad no se está produciendo un gran avance" continúa Kastehelmi.

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El movimiento de las tropas ucranianas en este territorio supone una brecha importante que les ha llevado a tener el control de una sección de la primera línea Surovikin. Sin embargo, los rusos, continúa el experto, todavía pueden llevar a cabo una defensa organizada. "Sus líneas se doblan, pero no se rompen. El saliente en la zona de Robotyne-Verbove es, por supuesto, un problema para ellos, pero parecen tener suficientes recursos para evitar que la situación se salga de control".

Un avance significativo en esta zona parece, por ahora, poco probable y una manera con la que Ucrania podría conseguir un logro militar sería por la incompetencia de las tropas rusas. El Kremlin está haciendo frente a unas pérdidas humanas que pueden obligar a Vladímir Putin a llamar a una nueva movilización y "retrasar esta decisión puede tener consecuencias graves para los rusos y positivas para los ucranianos", concluye Emil Kastehelmi.

El siguiente objetivo de Kiev

La prioridad militar de Ucrania en este momento es llegar hasta las puertas de Crimea, anexionada ilegalmente por Rusia en 2014. Para ello, tienen que llegar primero hasta Mariúpol y Melitópol por un camino lleno de obstáculos desde el frente de Zaporiyia. Un comandante ucraniano afirmó bajo condición de anonimato a The Washington Post que la infantería cruzó la línea hace semanas y que el avance reportado a finales de la semana pasada supuso el cruce de los vehículos de combate a la zona.

A pesar de los informes de las fuerzas militares ucranianas, Institute for the Study of War apuntó que todavía no podían confirmar que Ucrania "había atravesado completamente" las defensas rusas. "No está claro si las fuerzas ucranianas conservan estas posiciones. Este es el primer caso observado de fuerzas ucranianas operando vehículos blindados más allá de la defensa rusa de tres capas", escribió ISW en un uniforme. No obstante, añadió que el avance supone un "signo importante de progreso en la contraofensiva".

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Desde que empezó el contraataque en junio pasado, las fuerzas de Kiev han conseguido avances graduales en el frente, pero las fuertes líneas defensivas han mermado las posibilidades de conseguir logros territoriales en poco tiempo. Los funcionarios occidentales de países como Estados Unidos han reconocido que es muy probable de que Ucrania no consiga avanzar hacia objetivos militares como Melitópol antes del invierno.

Ucrania ha conseguido penetrar una parte de las líneas defensivas en el sur del país, pero Rusia todavía cuenta con fortificaciones alrededor de Tokmak, a unos kilómetros al suroeste de Verbove. La ciudad situada en el óblast de Zaporiyia sería, según el general Oleksandr Tarnavsky, el gran avance de la contraofensiva porque sería el primer objetivo importante de las tropas ucranianas en su camino hacia el mar de Azov. "Creo que esto sucedería después de Tokmak, pero por el momento, [los rusos] confían en la profundidad de su línea defensiva allí", dijo a CNN.

Tarnavsky añadió que la línea Surovikin es un problema para los ucranianos, pero que compite con el reto de cruzar "caminos, líneas de árboles y campos minados en los bosques" para liberar territorios. "Es una combinación de pequeños grupos de defensa enemigos dañinos que actualmente están plantados de manera muy precisa y competente. Pero las acciones de nuestros combatientes los obligan a retroceder lentamente cuando se enfrentan a nuestros escuadrones de asalto", explicó.

A pesar de que llegar a Tokmak es ahora el objetivo más importante a corto plazo, el avance en Verbove ha provocado una situación "de pánico" para las fuerzas del Kremlin en la zona, según una fuente cercana a las Fuerzas Aerotransportadas de Rusia (VDV). La fuente reveló que excite una amenaza real de que los ucranianos consigan rodear la 56ª Brigada de Asalto Aéreo, que podría estar en una situación complicada si su comandante no tomaba la decisión de retirarse a otras posiciones previamente preparadas.

Sin embargo, el logro de Ucrania en Verbove sigue siendo motivo de discusión entre los expertos. "A veces, cuando la gente habla de la primera línea de defensa, se refiere a las defensas a lo largo de la línea del frente activa y otros se refieren a la línea Surovikin. Por eso se oye a algunas personas decir que Ucrania ya rompió la primera línea de defensa y otras dicen que no", explica el experto Osint llamado Def Mon, en la red social X.

Más allá de la magnitud del avance, Ucrania tiene un gran reto por delante. Un informe de inteligencia del Ministerio de Defensa de Reino Unido sostuvo que Rusia ha construido "algunos de los sistemas de obras defensivas militares más extensos vistos en todo el mundo durante muchas décadas. Estas defensas no solo están cerca de las actuales líneas del frente, sino que también han sido excavadas en lo profundo de las áreas que Rusia controla actualmente".

En el momento en el que las fuerzas del Kremlin fortificaron sus líneas defensivas, cambió la estrategia de Ucrania en el frente. Mientras Rusia ha intentado tener una ventaja basada en la defensa, las fuerzas de Kiev intentan encontrar el punto débil de unas líneas que parecen inquebrantables. "Rusia enfrenta varios desafíos para mantener este territorio, incluidas fuerzas terrestres débiles que no han tenido un buen desempeño en el campo de batalla, la necesidad de defender una cantidad masiva de territorio y la construcción variable de las fortificaciones", concluye un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).