Muerte a dentelladas del poni de Von der Leyen: la UE se replantea la protección del lobo
La Comisión Europea abre un proceso de escuchas para plantear una posible flexibilización de las normas que protegen a los lobos y que están generando la protesta de ganaderos desde hace años
Cuando la madrugada del 1 de septiembre de 2022, un lobo conocido como GW950m se coló en una finca en Baja Sajonia (noroeste de Alemania) en busca de una presa para saciar su instinto animal, no sabía que su festín nocturno podría acabar afectando a cerca de 18.000 de sus congéneres. Aquella noche, el canis lupus devoró un poni. Lo que podría haber pasado sin pena ni gloria en el mundo de las cadenas tróficas adquirió un nuevo cariz por la identidad del poni, Dolly: el animal, de 30 años, pertenecía a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cuya vivienda de descanso se encontraba a escasos metros de donde el equino pastaba. Fue descubierto a la mañana siguiente. "Toda la familia está terriblemente afectada por la noticia", explicó entonces en un comunicado la política.
En las semanas posteriores a la aparición del cadáver de Dolly, Von der Leyen ordenó a los técnicos comunitarios que reevaluaran el riesgo que los lobos generaban sobre el ganado y las personas en entornos rurales, aunque en el Ejecutivo comunitario siempre han negado que se esté buscando vengar la muerte del poni. Ahora, el Ejecutivo comunitario abre formalmente el periodo para plantearse cambios respecto a las normas que protegen a los lobos. Hasta el 22 de septiembre, la Comisión Europea recogerá opiniones de científicos, asociaciones ecologistas, de granjeros y de comunidades rurales para actualizar los datos de la población de lobos y su impacto en el entorno y en el ganado.
Con base en esas opiniones, la Comisión Europea podría hacer una propuesta legislativa que permita “modificar, en su caso, el estatuto de protección del lobo en la UE y actualizar el marco jurídico, a fin de introducir, en caso necesario, una mayor flexibilidad, a la luz de la evolución de esta especie”. La mayoría de las poblaciones de lobos en Europa tienen un alto nivel de protección, pero incluso así la norma europea ya cuenta con excepciones que permiten a las autoridades tomar medidas.
En noviembre de 2021, Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, y Jenusz Wojciechowski, comisario de Agricultura, enviaron una carta a los ministros del Medio Ambiente y Agricultura de toda la Unión Europea informándoles de las medidas excepcionales que la legislación europea permitía. En dicha misiva, los dos comisarios señalan en todo caso que aunque “las poblaciones de lobos están recolonizando partes de su área de distribución histórica (...) la especie todavía está sujeta a importantes amenazas y presiones”, mencionando por ejemplo la caza ilegal contra ellos.
Cabezas de lobos
El problema no comenzó con el crimen de Dolly. La asociación ganadera y agrícola europea Copa-Cogeca calcula que el número de lobos ha pasado de 12.000 en 2013 a 18.000 el año pasado. Ante aumento, deseado desde el punto de vista de la protección ecológica, ganaderos de muchos países europeos han sacado sus horcas a protestar. Entre ellos y recientemente, en la propia España, con manifestaciones de ganaderos en la puerta del Ministerio de Transición Ecológica. Las protestas han aumentado a partir de la inclusión en 2021 de todas las razas de lobo existentes en España en el Listado de Especies en Régimen de Especial Protección.
Pero el incidente más sonado llegó a finales de abril. En los escalones de entrada al Ayuntamiento de Ponga (Asturias), una zona en la que hay una gran actividad de estos depredadores, aparecieron dos cabezas cortadas de lobos, una señal del aumento de la tensión entre los que se quejan de la protección de estos animales. En algunas de las organizaciones rurales que llevan tiempo pidiendo medidas contra los lobos que atacan ganado se extiende la idea de que la muerte del poni de Von der Leyen ha sido más efectivo que todas sus protestas y quejas, y algunas organizaciones ecologistas consideran que la Comisión está vengando la muerte de Dolly. En el Ejecutivo comunitario niegan ambas cosas.
El número de lobos en Europa ha pasado de 12.000 en 2013 a 18.000 el año pasado
Sobre GW950m pesó durante muchos meses una condena a muerte: había permiso para dispararle si se le divisaba. Desde Hannover (Baja Sajonia) negaron que la decisión esté relacionada con el poni de Von der Leyen. Y es que este lobo es un viejo conocido de las autoridades y se cree que estaba implicado en otros 12 incidentes. En todo caso, las sentencias de muerte no parecen la mejor respuesta en casos concretos, de hecho la persecución de GW950m en 2021, antes de que devorara a Dolly, provocó que un granjero disparara por error a otro lobo.
Cuando la madrugada del 1 de septiembre de 2022, un lobo conocido como GW950m se coló en una finca en Baja Sajonia (noroeste de Alemania) en busca de una presa para saciar su instinto animal, no sabía que su festín nocturno podría acabar afectando a cerca de 18.000 de sus congéneres. Aquella noche, el canis lupus devoró un poni. Lo que podría haber pasado sin pena ni gloria en el mundo de las cadenas tróficas adquirió un nuevo cariz por la identidad del poni, Dolly: el animal, de 30 años, pertenecía a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cuya vivienda de descanso se encontraba a escasos metros de donde el equino pastaba. Fue descubierto a la mañana siguiente. "Toda la familia está terriblemente afectada por la noticia", explicó entonces en un comunicado la política.