Muere una joven de 21 años que pesaba 156 kilos en un campamento para adelgazar de China

Cuihua tenía 21 años, pesaba 156 kilos y una vida por delante como influencer. Sin embargo, falleció hace 20 días en un campamento de adelgazamiento en la provincia noroccidental de Shaanxi en China. El suceso ha generado gran preocupación entre la opinión pública del país y los internautas han cuestionado los ideales distorsionados de la delgadez que imperan en China, según han informado medios locales este martes.

El año pasado Cuihua creó una cuenta en la red social Douyin en la que indicaba que su deseo era “perder 100 kilos”. Así, empezó a colgar vídeos relacionados con la pérdida de peso, lo que atrajo a más de 9.000 seguidores. “No soy la más gorda, pero soy la mejor. Esperando mi transformación”, escribió en una de sus publicaciones el pasado mes de septiembre.

TE PUEDE INTERESAR

Muere la egipcia Eman Ahmed, la mujer más gorda del mundo, a los 37 años

El Confidencial

Fue entonces cuando se apuntó a uno de estos campamentos en Guangzhou, en la provincia de Guangdong, al sur del país. Allí perdió 20 kilos en solo dos meses. Más tarde, Cuihua viajó a Xi'an, la capital de Shaanxi, y perdió otros 10 kilos en menos de un mes. Al principio, la joven pagaba todos los tratamientos, pero con el paso del tiempo los campamentos vieron un filón publicitario en los vídeos de la chica, según reveló una fuente cercana.

"No me siento bien"

El pasado 26 de mayo, Cuihua escribió en la citada red social que “no me siento bien”. A la mañana siguiente, los miembros del personal del campamento la encontraron sin vida. La tragedia ocurrió días después de que los medios informaran sobre la muerte de una niña de 15 años con 24,8 kilos, un peso que logró después de pasar casi 50 días sin comer y solo bebiendo agua.

El asunto llamó rápidamente la atención en Sina Weibo, una plataforma china similar a Twitter, y los internautas cuestionaron la tendencia social poco saludable que equipara la delgadez con la belleza y los niveles extremos a los que las personas están dispuestas a bajar de peso, lo que ha provocado el auge de campamentos de entrenamiento para adelgazar, poniendo en riesgo la salud de las personas.

“¿Estos métodos para perder peso son científicamente razonables? ¿Cumplen con los principios de la salud humana? ¿Pueden causar daño al cuerpo? ¿Deberían los campamentos de entrenamiento para perder peso estar sujetos a vigilancia científica y tener disposiritivos de alertas tempranas? Estas son preguntas que vale la pena hacerse”, comentaron desde Pekín.

Cuihua, de 21 años y 156 kilos, perdió 30 en 3 meses, aunque su objetivo era bajar 70 kilos más

Afortunadamente, los jóvenes chinos, sobre todo en las áreas metropolitanas, se están empezando a dar cuenta de que los estándares de belleza basados en la delgadez y la palidez están distorsionando la realidad. Por eso abogan por un estilo de vida más saludable y adoptan una estética diversa que prioriza la felicidad y una alta calidad de vida.