¿Grecia ingobernable? Lo que está en juego en las elecciones generales

Este domingo se celebran las elecciones generales en Grecia. Los principales partidos de Atenas se enfrentan en una votación muy ajustada sin un claro favorito. Aunque las encuestas den como vencedor al actual presidente helénico, Kyriakos Mitsotakis, formar gobierno en una primera vuelta está casi descartado. Con el fin del bonus de los 50 escaños —de los 300 que se reparten en el Consejo de los Helenos— para la formación más votada, la ingobernabilidad en el Egeo está casi asegurada.

La formación de centro-derecha conservadora que lidera Kyriakos Mitsotakis (Nueva Democracia) obtendría un 36% de los votos, seguido por el principal partido de la oposición, Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), presidido por Alexis Tsipras que obtendría un 29% de las papeletas. En tercer lugar, se posicionaría el candidato socialista Nikos Androulakis (Pasok-Kinal) que alcanzaría un 10%. Otros tres partidos minoritarios, entre los que se encuentra el Partido Comunista de Grecia (KKE), presidido por Dimitris Kutsumbas con un 7%, conformarían el abanico electoral. Sin embargo, para que alguno de ellos alcanzase la presidencia tendrían que conseguir el 45% de los votos escrutados.

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EFE

Desde la crisis económica de 2010, Grecia busca desesperadamente la estabilidad política. Los analistas sugerían que con Mitsotakis, la política griega se volvería menos turbulenta y más centrada, pero la crisis sanitaria del covid y las repercusiones económicas de la guerra de Ucrania, interrumpieron las esperanzas de Grecia por rehabilitar su lugar en la eurozona. Como se ve en la encuesta de Análisis Metron, esta inestabilidad política y económica —si no ocurre ninguna sorpresa en el recuento— perdurará con un hemiciclo fragmentado. Eso sí, después de la segunda vuelta del 2 de junio o en estos comicios, los helenos no eligen a un primer ministro.

¿Qué ha generado ese clima de ingobernabilidad en Grecia? Las acusaciones de espionaje por parte del partido presidencial contra sus adversarios, el accidente de tren en Tempe en el que 57 personas murieron, la represión policial, el voto joven, la temporada de incendios a la vuelta de la esquina… dibujan el panorama político en el que se decidirá el partido que gobierne Grecia durante los próximos cuatro años. Pese a todas estas polémicas, Syriza y otros partidos de la oposición no han sabido capitalizar este malestar. Y la falta de agenda política y monetario que demostró Tsipras durante su mandato, tampoco le han facilitado entrar en el gobierno. Por lo que, a falta de horas para conocer el resultado, no hay un gobierno factible en Grecia.

50 escaños, la llave del gobierno

El sistema electoral de Grecia cambia de guion: en los comicios parlamentarios de este domingo se elimina la bonificación de 50 escaños para el ganador, lo que aumenta la incertidumbre política y podría llevar a una nueva cita en las urnas en julio. Entre 2004 y 2019, Grecia otorgaba una prima de 50 escaños al partido más votado, lo que permitió formar gobiernos con cierta facilidad en un Parlamento de 300 escaños, con una mayoría de 151.

Tsipras, durante su mandato como jefe de Gobierno, cambió en 2016 en solitario el sistema electoral y eliminó la bonificación al partido ganador. Este cambio, que no pudo aplicarse en las elecciones de 2019 debido a restricciones constitucionales, tenía propósitos electoralistas, ya que la mayoría de las formaciones del país son de izquierdas, lo que favorece la creación de coaliciones progresistas.

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Sin embargo, ese cálculo no parece haber funcionado en estos comicios porque ninguno de los otros partidos de izquierda se ha mostrado dispuesto a formar una coalición con Syriza. Tanto los socialdemócratas de Pasok-Kinal, como el Partido Comunista de Grecia y el izquierdista MeRA25, han dejado claro que ni entrarían ni apoyarían a un Gobierno encabezado por Tsipras. Además, las cuatro formaciones juntas alcanzarían muy justo ese 45% requerido para hacerse con la mayoría absoluta en el Parlamento.

Mitsotakis también cambió la ley electoral en solitario durante su actual mandato y reintrodujo una bonificación, que será de entre 20 y 50 escaños al primer partido, dependiendo del porcentaje de votos que reciba. Esa nueva normativa empezará a aplicarse en las siguientes elecciones y el líder conservador ya ha manifestado que si no se logra formar gobierno, se convocarán nuevos comicios para julio con la ventaja de la prima de escaños para el ganador.

Con la eliminación de la bonificación de 50 escaños para el partido ganador y la introducción de un sistema proporcional puro, las elecciones del domingo son más inciertas, pero también más representativas de las divisiones políticas existentes. Este tira y afloja político, sin embargo, puede tener repercusiones económicas porque aumenta la incertidumbre.

Por su parte, la ciudadanía parece estar dispuesta a acudir nuevamente a votar en julio, si es necesario, señalan los sondeos. Solo el 19% de los electores quiere que se forme un Gobierno "a cualquier precio" tras los comicios del domingo, mientras que el 72% estaría dispuesto a votar de nuevo en julio, indicó una reciente encuesta de la televisión SKAI.

Turquía, el Egeo y la crisis

"La experiencia nos ha enseñado en Grecia que los gobiernos de un solo partido son mucho más estables que los gobiernos de coalición", dijo Mitsotakis a Reuters en una entrevista. Y esta es una de las grandes claves de estas elecciones. El consejo de los helenos necesita un gobierno fuerte para superar los grandes retos que promete la siguiente legislatura.

Las tensiones con Turquía en el Mar Egeo y los nuevos desafíos para la OTAN son, en cuanto a política exterior, los retos del futuro presidente. Mitsotakis aseguró a Asociated Press que "extenderá una mano de amistad" al próximo presidente de Turquía si es reelegido.

Pero no solo hay grandes retos para Atenas de fronteras para fuera. La inestabilidad económica en el país es un desafío importante para el gobierno electo. El Banco de Grecia ha advertido de que "un posible período electoral prolongado" podría intensificar la incertidumbre política y tener repercusiones negativas sobre el desarrollo económico.

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"Nueva Democracia buscó contrarrestar las dificultades económicas con generosos subsidios comerciales y energéticos, impuestos reducidos y pensiones aumentadas. También elevó el salario mínimo. Y, a lo largo de su mandato, ha realizado importantes inversiones en infraestructura y ha digitalizado gran parte de la burocracia de Grecia. Pero los supuestos escándalos en el gobierno de Mitsotakis han agravado la visión del público sobre Nueva Democracia", explican a Foreing Policy Akis Georgakellos, director gerente de Stratego, una firma de comunicación y estrategia en Atenas, y Harris Mylonas, profesor asociado de ciencias políticas y asuntos internacionales en la Universidad George Washington.

Gracias a los logros de su anterior legislatura, el actual presidente confía el voto de los electores para su reelección. Su gestión de la crisis es una de las grandes bazas para que Mitsotakis vuelva al poder.

Si bien se pronostica que la economía griega crezca un 2,3% este año y el desempleo se ha reducido al 10% en los últimos meses (unos datos por encima de la media europea), casi una cuarta parte de los menores de 24 años están desempleados y el 14% de los menores de 30 están "gravemente privados material o socialmente", según Eurostat. Una cifra de paro tan elevada puede condicionar el voto de los 440.000 jóvenes que están llamados a las urnas.

No obstante, el país sigue luchando por tener una economía competitiva en medio de la elevada inflación del 9.3% en 2022, atribuida a la crisis energética. Por su parte, Tsipras ha argumentado que los subsidios de Mitsotakis están beneficiando a las corporaciones más que a los consumidores.

El centenario diario griego Ethnos asegura que "el termómetro político se dispara". El medio heleno Tanea analiza las entrevistas previas de los candidatos en su portada. El periódico conservador de gran formato Kathimerini rescata una frase de Mitsotakis: "Espero una clara victoria de Nueva Democracia". Todos ellos coinciden en que instantes antes de que comience el escrutinio se respira el clima electoral en el país, aunque de estas elecciones generales no salga elegido un primer ministro de Grecia.