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Adiós a los tiroteos: el país con más armas de Europa no quiere convertirse en el próximo EEUU
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39 armas por cada 100 habitantes

Adiós a los tiroteos: el país con más armas de Europa no quiere convertirse en el próximo EEUU

17 personas fueron asesinadas y 21 resultaron heridas en Serbia. El tercer país del mundo con más armas por habitante atraviesa un luto sin precedentes a causa de las masacres. Hasta la fecha, se han requisado 13.500 armas

Foto: Un grupo de personas deja flores y enciende velas por las víctimas del tiroteo frente a la escuela primaria Vladislav Ribnikar de Belgrado. (EFE/Andrej Cukic)
Un grupo de personas deja flores y enciende velas por las víctimas del tiroteo frente a la escuela primaria Vladislav Ribnikar de Belgrado. (EFE/Andrej Cukic)

El luto de Serbia se ha acabado. Tras tres días de lágrimas y dos de entierros en Belgrado, el país balcánico empieza a recomponerse de la tragedia. En menos de 48 horas, dos tiroteos acabaron con la vida de 17 personas y otras 21 resultaron heridas.

Los primeros balazos se produjeron en un colegio de la capital. Un niño de 13 años, que no ha mostrado arrepentimiento, mató a ocho estudiantes y un guardia de la escuela, Vladislav Ribnikar. Un día después, un joven de 21 años armado con un fusil de asalto disparó contra ocho personas en un área rural al sur de la capital. Una "tragedia catastrófica", como describió el ministro de Educación, Branko Ruzic, antes de renunciar a su cargo.

La magnitud de la tragedia escolar ha sido un punto de inflexión y los serbios no quieren que vuelva a repetirse. No será fácil. El país balcánico es el tercero del mundo con más pistolas por habitante, solo por detrás de EEUU y Yemen. Un auténtico polvorín en el que por cada 100 serbios, hay 39 armas de fuego (ilegales o no). En España, la cifra es de apenas siete.

En un plan organizado tras los tiroteos, el presidente, Aleksandar Vučić, ha llamado a "un desarme casi completo" de la población y con el reto de hacerlo en menos de un mes. El mandatario espera "recibir millones de balas" mediante una entrega voluntaria de todas las armas de fuego, artefactos explosivos, granadas, piezas y municiones que los ciudadanos guarden ilegalmente en sus casas. Aunque un gran número de armas registradas también serán confiscadas, hasta que solo queden 40.000 en todo el país, frente al más del millón que se estima que hay ahora en manos de civiles, entre las registradas y las ilegales.

Más de un millón de armas en el país

Un primer recuento publicado por el Ministerio del Interior, en un comunicado publicado en Instagram, aseguró que casi 6.000 armas no registradas habían sido entregadas a las autoridades desde el inicio de la recogida del pasado lunes. Vucic dijo que se habían recogido más de 9.000 armas "legales e ilegales", pero no está claro si esa cifra incluía también las armas incautadas o si todas habían sido entregadas voluntariamente. El mandatario también dijo que se habían recogido 460.537 cartuchos de munición y 884 "diversos artículos explosivos, de los cuales 711 son bombas o lanzacohetes". El último recuento oficial, hasta la fecha, apunta que se han depositado aproximadamente 13.500 armas o piezas.

Foto: La puesta de sol se refleja en la Torre Usce de Belgrado, en agosto de 2014 (Reuters)

Todo este despliegue para acabar con las armas surge de la excepcionalidad de los crímenes. Serbia no es un país en el que se produzcan muchos tiroteos. El último registro de un hecho similar fue hace una década, y no existían precedentes de un ataque en un centro educativo. "A pesar de que las armas siempre han sido importantes para la población serbia, no ha habido muchas matanzas en la historia más reciente del país", apunta Pol Bargués, analista de los Balcanes en el Cidob.

Sin embargo, desde la pasada semana, el número de agresiones se ha multiplicado. "Cuando ha habido estos dos episodios, las medidas de la acción del Gobierno y las promesas de hacerlo han sido muy grandes. La respuesta de desarmar a todo el país ha sido contundente, tanto por parte del Gobierno como de la sociedad", añade el experto.

El Ministerio del Interior serbio anunció en un comunicado que quienes depositen en comisarías sus armas antes del 8 de junio no serán sancionados ni tendrán que explicar el origen de ese material, en un intento de animar a la entrega de las más de 700.000 obtenidas sin licencia. Las autoridades ya han advertido de que, tras el plazo voluntario, se aplicarán "brutales sanciones" a quienes conserven armas sin la correspondiente licencia.

Los tiroteos han sido un revulsivo para el país y el plan del Gobierno es un primer paso, pero ¿cómo acabar con más de un millón de pistolas, fusiles y escopetas?

¿Un futuro sin balas en Serbia?

Imaginar Serbia sin armas es una tarea complicada. Desde 1990, tras la guerra de Yugoslavia, más de cuatro millones de armas desaparecieron cuando acabó el conflicto. Esas pistolas y fusiles fueron guardadas por los combatientes ante el miedo de que la violencia volviese a escalar en la región. Hasta tal punto llega la tenencia de armas que en los pueblos serbios es muy habitual llevar una pistola para celebrar el Año Nuevo o un cumpleaños.

"Era tan fácil conseguir armas durante la guerra. Muchas personas que participaron en ella las mantuvieron cuando acabó el conflicto y nunca las registraron", analiza Florian Bieber, politólogo e historiador especializado en los Balcanes para el medio Blaze Trends.

"Muchas personas que participaron en la guerra mantuvieron las armas cuando acabó el conflicto y nunca las registraron"

Pero para Bargués, el choque social ha sido tanto que incluso puede superar el arraigo de las pistolas, ya que los serbios han respaldado "no solo el confiscar todas las armas, sino que también han aceptado tomar las medidas en paralelo —que son muy estrictas—. Estas medidas han tenido una gran aprobación entre la población, la cual está muy consternada", declara el investigador.

El segundo atacante que disparó cerca de Belgrado tenía en su posesión armas de alto calibre, granadas y mucha munición. Para Florent Marciacq, codirector del Observatorio de los Balcanes e investigador asociado del Centro Internacional para la Formación Europea, "ese es el meollo del problema": tener una gran cantidad de armas al alcance de la mano incrementa el riesgo de que se utilicen contra otra persona. Pero lo que sorprende a los dos investigadores es que "en los Balcanes, los tiroteos son muy inusuales, a diferencia de los Estados Unidos, la violencia no se traduce en la calle, se limita más bien a la delincuencia".

Pese a que la ratio de tiroteos (incluidos en escuelas) de EEUU es muy superior a la de Serbia, el país americano ha tomado medidas muy limitadas sobre la posesión de fusiles y pistolas. Según el recuento de la Organización sin ánimo de lucro Gun Violence Archive, el año pasado en EEUU se contabilizaron 647 tiroteos masivos. De esos, 21 involucraron cinco o más muertes. Mientras que en Serbia, apenas 125 personas murieron en homicidios relacionados con armas de fuego en un país de unos siete millones de habitantes, según los últimos registros de 2015 hasta 2019. Pero ninguna de estas muertes se produjo durante un tiroteo masivo.

Para no seguir los pasos de Washington, Belgrado ha cambiado su legislación en cuanto a la tenencia de armas y ha endurecido las penas por cometer crímenes de este calibre. "Un ataque contra todos nosotros", como condenó el presidente, Aleksandar Vučić, los actos, después de asegurar que no quedarán impunes.

La discusión sobre las armas en Serbia es "un debate mucho más centrado y compacto que el de Estados Unidos, en el que, además, se han llegado a tomar decisiones de una manera mucho más rápida y eficaz", asevera el analista del CIDOB.

Se ha llegado a hablar desde el Gobierno hasta de recuperar la pena de muerte

Desde el Gobierno se ha llegado incluso a hablar de recuperar la pena de muerte —que va en contra de la actual constitución serbia—, aumentar el control y las medidas de vigilancia con un proyecto de ley que ya se presentó y se retractó varias veces, se pretende incrementar la presencia policial para reclutar a 1.200 nuevos policías en los próximos seis meses... Estas medidas han sido criticadas, ya que las reformas "podrían limitar los derechos y libertades civiles", dijo al medio estadounidense Vox Maja Bjelos, investigadora principal del Centro de Políticas de Seguridad de Belgrado.

Todas estas medidas, junto con las reformas del código penal, conforman la nueva realidad serbia sin armas. Y aunque al niño de 13 años no se le pueda juzgar, el joven de 21, "nunca más vería la luz del día", aseguró el presidente serbio.

Oposición y Gobierno: mismo fin, distintas ideas

Aleksandar Vučić habló el pasado lunes a la noche en la televisión pública en el programa Ćirilica, de Happy TV. Durante su intervención, el líder populista arremetió contra la oposición, acusó a los medios, demonizó a los asesinos y aseguró que habrá más cambios en las próximas semanas. "La tragedia es grande, pero hay que seguir adelante", dijo Vučić. "No necesitamos armas, sino conocimiento para el futuro, y necesitamos niños vivos, no muertos".

Foto: Una mujer sostiene una pistola durante el foro anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en 2019. (Reuters/Bryan Woolston)

Durante sus ataques a la oposición, Vučić señaló que "se ha introducido en la práctica política el abusar de los sentimientos de las personas. Esperaba que la oposición ofreciera medidas de forma retorcida. Pero al final de todas sus propuestas, todo se redujo a 'política seca', no se preocuparon por el futuro ni por un segundo. Cuando no tienes ideas y planes, buscas aprovechar eventos externos".

El investigador del Cibob destaca que ambos bandos políticos se han centrado en cómo solucionar el problema de las armas, acabando con ellas, pero han diferido en la siguiente cuestión: "¿más policías en las escuelas o mejor educación y regulación del contenido en las aulas?".

Desde la oposición, miles de personas se manifestaron durante unas primeras marchas que se han repetido a lo largo de las semanas por todo el país, para pedir dimisiones y medidas para prevenir la violencia. La agencia de noticias FoNet evaluó que en Belgrado asistieron más de 20.000 personas durante la primera concentración, mientras que otros medios hablan de miles de manifestantes. La protesta bajo el lema "Serbia contra la violencia" fue sido convocada por la oposición parlamentaria proeuropea para exigir al Gobierno dimisiones de ministros, así como otras medidas para prevenir la violencia en el país.

Los diputados opositores portaban una larga pancarta con la inscripción del lema sobre un fondo negro al frente de la marcha, que en silencio partió desde el Parlamento, pasó por la Presidencia y terminó la protesta frente a la sede del Gobierno. El silencio fue interrumpido en algunas ocasiones con gritos: "dimisiones, dimisiones".

Aunque en un principio se esperaba también la participación de la derecha antieuropea en la protesta, estos partidos decidieron no sumarse por considerar que no es el momento para protestar. Los manifestantes exigen al Gobierno dimisiones, tras la del ministro de Educación, pero demandan también la renuncia del ministro del Interior, así como del director de la Agencia de Información y Seguridad.

Exigían, además, una sesión urgente del Parlamento para analizar la responsabilidad del Gobierno y la situación de la seguridad en el país, y las medidas para prevenir casos de violencia. Los manifestantes pidieron también cancelar programas de telerrealidad en unas televisiones con cobertura nacional próximas al gobierno, así como su cierre, por considerar que "promueven el odio y la violencia"

Foto: Gente caminando en Mitrovica Norte, Kosovo. (Reuters / Valdrin Xhemaj)

No se puede tener una imagen de lo extendido que está el manejo de armas y la violencia en Serbia, sin hacer un repaso al entrenamiento militar que reciben los ciudadanos serbios cuando alcanzan la mayoría de edad. Los jóvenes serbios van a la mili, donde aprenden a disparar, entre otro tipo de adiestramiento.

Agim Musliu, director del Instituto de Estudios sobre Guerra Híbrida Octopus, publicó en un tuit un vídeo en el que se ven a adolescentes serbios realizar maniobras de entrenamiento en situaciones reales de combate. Una imagen que contrasta enormemente entre la edad de los 'soldados' y la violencia del entrenamiento.

La tradición histórica y las guerras que atravesaron la región han generado que la población siga manteniendo vínculos con las armas. Pero, al menos, la tragedia de Serbia ha servido para que otros países tomen conciencia. El ministro del Interior montenegrino, Filip Adzic, pidió el pasado lunes a los ciudadanos que entreguen sus armas. "Los ciudadanos montenegrinos pueden libre y voluntariamente entregar armas en posesión legal o ilegal a la policía sin ninguna consecuencia legal", dijo el ministro. Una medida igual que la que ha aplicado Belgrado. Lo que ha resultado sorprendente es que Bosnia ha expresado sus condolencias a la nación vecina, pese a su histórica rivalidad a causa de la guerra.

Serbia y la región parece que "empieza a dejar sus fantasmas atrás", concluye Bargués.

La población Serbia ha tomado conciencia. Anita Lainovic, una mujer que llegó a la escuela en la que se produjo el tiroteo con un ramo de flores para rendir homenaje a las jóvenes víctimas, declaró al New York Times sobre las armas, los tiroteos y el pasado de Serbia: "Es parte de nuestra cultura, es un legado de la guerra", dijo. "Pero esto no puede seguir así".

El luto de Serbia se ha acabado. Tras tres días de lágrimas y dos de entierros en Belgrado, el país balcánico empieza a recomponerse de la tragedia. En menos de 48 horas, dos tiroteos acabaron con la vida de 17 personas y otras 21 resultaron heridas.

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