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Los viejos no se jubilan, te gobiernan: la Generación Tapón también está en política
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A vueltas con 'lo de Biden'

Los viejos no se jubilan, te gobiernan: la Generación Tapón también está en política

La candidatura a la reelección de Joe Biden ha iniciado el debate sobre la importancia de la edad de los presidentes: ¿puede ser un político viejo un peligro para la democracia?

Foto: Joe Biden, el 1 de mayo. (Michael Reynolds/EFE)
Joe Biden, el 1 de mayo. (Michael Reynolds/EFE)

"Permítanme decirlo sin rodeos: Joe Biden no debería postularse para la reelección en 2024. Es demasiado mayor". Así empezaba el periodista político Mark Leibovich, autor de libros como Gracias por su servidumbre, un artículo para The Atlantic antes de que el presidente de Estados Unidos anunciara formalmente su candidatura a la reelección. Los 80 años del ahora candidato se han convertido en un tema de campaña, y el 70% de los estadounidenses que creían que Biden no debería presentarse a un segundo mandato aseguran que la edad es su principal preocupación, según una encuesta de NBC News. La posible alternativa no es que sea mucho mejor. Donald Trump, más allá de sus ideas políticas, es un hombre de 76 años. "Si Donald Trump fuera tu padre, correrías hacia el neurólogo para una evaluación de su salud cognitiva", escribió el psicólogo John Gartner en un artículo de opinión en USA Today.

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden. (EFE/Shawn Thew)

La carrera política en Estados Unidos se librará, según las encuestas, entre dos hombres que, gane quien gane, se convertirán en el presidente más viejo en la historia del país cuando acaben su mandato. Nickki Haley, exembajadora de EEUU ante la ONU y precandidata republicana a la presidencia en 2024, tiene una manera muy particular de definir la situación política: "A EEUU no se le ha pasado el arroz. Es a nuestros políticos a quienes se les ha pasado el suyo".

'Una plaga de langostas'

Las palabras de Haley apuntan directamente a un Gobierno basado en la gerontocracia, descrita como esa forma oligárquica de gobierno en la que una institución es gobernada por una pequeña cantidad de líderes, donde los más ancianos mantienen el control. Considerados como un símbolo de sabiduría en la Antigua Grecia, los líderes de edad avanzada se han convertido ahora para algunos votantes en una forma de perpetuación en el poder. Los políticos que Nikky Haley definía como aquellos a "los que se les ha pasado el arroz" se consideran dentro de la Generación Tapón o baby boomers, los que han nacido entre 1943 y 1963. Josep Sala i Cullell, autor del ensayo Generación Tapón. La herencia envenenada de los hijos de la Transición, se refería a este grupo como "una plaga de langostas" que, a pesar de que ha pasado su edad oficial de jubilación, "siguen manejando el cotarro".

La candidatura de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos ha devuelto el debate sobre la importancia de la edad para gobernar un país. ¿Es más importante un líder sabio y con experiencia que uno que sea consciente de las preocupaciones de los votantes más jóvenes? ¿Un mandatario viejo puede poner en peligro la democracia?

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden. (Getty/Nathan Howard)

Poniendo a Estados Unidos como ejemplo, Josep Sala i Cullell recuerda los saltos generacionales en la política. Desde figuras como Franklin D. Roosevelt y Dwight D. Eisenhower, nacidos a finales del siglo XIX, a un soldado de la Segunda Guerra Mundial, John Fitzgerald Kennedy, como presidente. "Era un hombre juvenil con nuevas ideas. De vez en cuando vemos que los votantes se dan cuenta de que las ideas anteriores no sirven y que hay que empezar una etapa nueva", explica Sala i Cullell en entrevista con El Confidencial. "En el caso de ahora con Biden, recordemos que él se presentó con 29 años al Senado y su eslogan se basaba en que sabía lo que le interesaba a los jóvenes. Fue la época de Watergate, Vietnam… Pero ahora sigue con esa visión, una de un mundo anterior", sostiene.

Su visión se aleja todavía más de los jóvenes cuando Biden se enfrenta a los achaques de la edad. Desde dificultades para ponerse la americana del traje por sí mismo, o cuando confundió Ucrania con Irak en un discurso. Los despistes del presidente estadounidense y sus meteduras de pata son una preocupación para los votantes que lleva a "una gran incertidumbre, es como ver a alguien que se tambalea en la cuerda floja", apunta la periodista Michelle Goldberg, en un artículo de opinión en The New York Times. Su comportamiento ha provocado que el equipo de Biden lo mantenga fuera del ojo público en algunas ocasiones y el mandatario ha participado en menos de la mitad de las conferencias de prensa o entrevistas que sus predecesores.

Algunos analistan apuntan, no obstante, a que la edad es solo un número y que una persona joven podría estar enferma y los retos para desempeñar el cargo como presidente serían los mismos. Por otro lado, un estudio de 2014 de la Universidad de Londres determinó que las personas que se sienten más jóvenes respecto a su edad viven más tiempo que las que se sienten mayores o igual a la edad que tienen. "Lo que es más importante que la edad cronológica es lo que llamamos edad fisiológica. ¿Cómo se ven realmente sus cuerpos? Tienen 90 años de edad, con cuerpos que parecen más de personas de 60 años y —francamente— sucede más lo contrario", dijo el doctor Sanjay Gupta en un artículo de CNN.

Toda la maquinaria alrededor de Joe Biden está destinada a posicionar al presidente como esa persona joven de espíritu que está en plenas capacidades para continuar en la Casa Blanca. El doctor Kevin O’Connor, su médico personal desde 2009, dijo que el presidente "sigue siendo un hombre sano y vigoroso de 80 años, apto para ejecutar con éxito los deberes de la presidencia". Karine Jean-Pierre, de 48 años, secretaria de prensa de la Casa Blanca, añadió: “Si lo observas, verás que tiene un horario agotador que cumple, que a veces algunos de nosotros no podemos cumplir”.

La ¿importancia? de la experiencia

En las anteriores elecciones de Estados Unidos, la edad no parecía un criterio importante para la elección. Tras cuatro años de Donald Trump en la presidencia, parecía mucho más importante la postura de los candidatos frente a temas como la economía, la inmigración o el terrorismo. Pero, de manera consicente o inconsicente, la edad es un aspecto importante. "Obama se benefició del deseo de algo nuevo. Los votantes creen que, si eres joven, no quedarás atrapado en asuntos, debates o peleas antiguas... que irás más allá del statu quo. No siempre es correcto, pero es la percepción", apuntaba Zelizer, profesor de Historia y Asuntos Públicos de la Universidad de Princeton.

En las próximas elecciones estadounidenses, todo indica a los candidatos jóvenes brillarán por su ausencia. "La ironía es que, si Trump es el oponente de Biden, como parece probable, ambos candidatos serán mayores que cualquier otro candidato en la historia política de Estados Unidos", subraya Kevin Munger, autor de Brecha generacional: por qué los baby boomers todavía dominan la política y la cultura estadounidenses, a El Confidencial.

Foto: Venta de coches eléctricos en California, Estados Unidos. (Getty/Justin Sullivan)

"Esto tiene que ver con la prominencia de la generación baby boomer en la política y la sociedad estadounidense. La razón por la que tenemos políticos tan viejos no es que los votantes hayan decidido de repente que realmente valoran la experiencia; es porque hay muchos votantes mayores que quieren votar por políticos que reflejen sus puntos de vista sobre la realidad", añade Munger.

La experiencia es precisamente uno de los argumentos esgrimidos por la parte de la sociedad para la que la edad avanzada no es un problema. El problema, decía Jonathan Rauch, investigador sénior de la Brookings Institution, es que el envejecimiento de la clase dominante no aumenta automáticamente su nivel de experiencia. "Este factor solía ser un punto importante para venderse, pero ahora se ha convertido en un lastre. Los votantes y el público han llegado a ver la experiencia como una falta de autenticidad".

La concepción que los votantes tienen sobre la experiencia de sus políticos depende de cada momento. Así lo argumenta Josep Sala i Cullell, que recuerda el caso de España a finales de los 70, cuando España entraba en la transición y la mayoría de funcionarios no eran jóvenes y con un currículum político limitado. "Luego vino el Gobierno de Felipe González, donde un solo ministro tenía más de 50 años. A los otros nadie les dijo que no tenían experiencia en ese momento. Lo que pasa es que esa generación se ha mantenido en el poder durante 30 años", apunta.

Desconexión generacional

Es posible que el hambre de poder no se haga mayor y que sobreviva al paso de los años, aunque los analistas argumentan que el mayor peligro de tener a presidentes octogenarios tiene más que ver con la desconexión de los votantes que con la edad en sí. "El ejemplo más radical lo tenemos con Rusia, que tiene un presidente, Vladímir Putin, que considera que invadir al país vecino es una idea válida, cuando en Europa estas ideas se tendrían que haber abandonado hace unas cuantas décadas. Por lo tanto, el precio de esta idea obsoleta lo están pagando los jóvenes de 19 años que están siendo masacrados en el frente para mayor gloria del líder supremo tapón", sostiene Sala i Cullell. Otro ejemplo es el de Irán, donde las ideas religiosas de los líderes no concuerdan con las de mucha parte de la población. O en la India, continúa el experto, donde el presidente Narendra Modi está reavivando un nacionalismo hindú que se había quedado soterrado hace décadas.

En Occidente, los jóvenes están centrando sus preocupaciones en temas como el cambio climático, pero, para Josep Sala i Cullell, el mayor reto de los líderes más mayores es que todavía conservan esa idea de optimismo pos Segunda Guerra Mundial. "Esa idea de que seremos mejores, de que los recursos son ilimitados. Los jóvenes no están en esta mentalidad y más bien son pesimistas, ven que el mundo va a peor. Y, si tienes un líder que no legisla para eso, el país puede entrar en decadencia, y quien lo paga son los jóvenes", apunta. "Precisamente cuando estábamos en un mundo más inestable, vimos más claro que elegir mal un presidente o un mal político puede tener unas consecuencias nefastas. Y en este mal casi siempre está alguien con ideas obsoletas".

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden. (EFE/EPA/Shawn Thew) Opinión

En el caso de Estados Unidos, analistas como Kevin Munger apuntan a la posible relación entre un líder de edad avanzada y los peligros de la democracia. Concuerda con Sala i Cullell en que el mayor reto es la falta de representación de muchos votantes. Los baby boomers son la generación más blanca en la historia de EEUU, afirma Munger, mientras que la generación Z es racialmente diversa. "El gigantesco diferencial de edad de los funcionarios electos dificulta que los jóvenes votantes se sientan representados y confíen en nuestras instituciones políticas", concluye.

Del mismo modo que, en el caso de Estados Unidos se ha impuesto una edad mínima para convertirse en presidente (35 años), ¿se debería hacer lo mismo para evitar presidentes ancianos? Munger y Sala i Cullell coinciden: "No lo veo. La medicina avanza muy rápido y cada vez llegamos mejor a la edad avanzada", concluye este último.

"Permítanme decirlo sin rodeos: Joe Biden no debería postularse para la reelección en 2024. Es demasiado mayor". Así empezaba el periodista político Mark Leibovich, autor de libros como Gracias por su servidumbre, un artículo para The Atlantic antes de que el presidente de Estados Unidos anunciara formalmente su candidatura a la reelección. Los 80 años del ahora candidato se han convertido en un tema de campaña, y el 70% de los estadounidenses que creían que Biden no debería presentarse a un segundo mandato aseguran que la edad es su principal preocupación, según una encuesta de NBC News. La posible alternativa no es que sea mucho mejor. Donald Trump, más allá de sus ideas políticas, es un hombre de 76 años. "Si Donald Trump fuera tu padre, correrías hacia el neurólogo para una evaluación de su salud cognitiva", escribió el psicólogo John Gartner en un artículo de opinión en USA Today.

Joe Biden Estados Unidos (EEUU)