Cómo la filtración más absurda de la historia puede cambiarlo todo (o nada) en Ucrania
La revelación de múltiples secretos de seguridad sobre la invasión rusa de Ucrania ha sido recibida con horror en EEUU y con escepticismo y confusión en Kiev y Moscú
Más de 100 fotografías de documentos clasificados que parecen detallar secretos de seguridad nacional estadounidenses, en su mayoría centrados en la invasión rusa de Ucrania, empezaron a correr como la espuma en redes sociales a mediados de la semana pasada. Las páginas incluyen información sobre las vulnerabilidades militares rusas y ucranianas, las estimaciones de bajas sufridas por ambos bandos y detalles sobre las múltiples formas en las que Estados Unidos está ayudando a Kiev en el conflicto, entre otras muchas revelaciones. De ser auténticas —y fuentes del Pentágono han confirmado a varios medios estadounidenses que lo son—, estaríamos ante una de las filtraciones de inteligencia más importantes de las últimas décadas.
La gravedad de este fallo de seguridad, sin embargo, contrasta con la estrafalaria manera en la que fue revelado: un recorrido sin pena ni gloria durante más de un mes en salas de chat y foros online dedicados a los videojuegos hasta su propagación a gran escala la semana pasada. Por eso, pese a la aparente confirmación estadounidense de la autenticidad de los documentos, tanto Kiev como Moscú han reaccionado con un enorme escepticismo.
"No existe la menor duda de que este es otro elemento más de la guerra híbrida", afirmó Mykhailo Podolyak, asesor estrella del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a The New York Times. "Rusia está tratando de influir en la sociedad ucraniana, sembrar el miedo, el pánico, la desconfianza y la duda. Es un comportamiento típico", afirmó el político, responsabilizando al Kremlin de la filtración. Paralelamente, los administradores del canal de Telegram Grey Zone, vinculado al Grupo Wagner —la milicia rusa con amplia presencia en Ucrania— mostraron este lunes sus sospechas. "No debemos excluir la alta probabilidad de que tal fuga de información clasificada (...) sea una desinformación de la inteligencia occidental para engañar a nuestro comando", afirmaban.
Un origen surrealista
Una investigación de Bellingcat ha revelado que las fotografías fueron publicadas originalmente a principios de marzo en un diminuto servidor de Discord —una popular aplicación de chat escrito y voz— de apenas 20 usuarios activos utilizado habitualmente para debatir sobre videojuegos, música y cristianismo ortodoxo, además de difundir comentarios y memes racistas. La pregunta de cómo el usuario que las compartió pudo acceder a ellas es, todavía, una incógnita.
De allí, las fotografías saltaron rápidamente a otros dos servidores de mayor tamaño, pero todavía relativamente pequeños: uno dedicado a un canal humorístico de YouTube (wow_mao) y otro a la creación de un mapa de la tierra en el popular videojuego Minecraft. En este último, una aparente discusión entre dos usuarios sobre la guerra en Ucrania acabó con uno de ellos compartiendo los documentos. "Hala, aquí tienes unos documentos clasificados", sentenció el susodicho el pasado 4 de marzo.
Probablemente debido a que nadie les daba credibilidad, las filtraciones permanecieron prácticamente ignoradas hasta que la semana pasada aparecieron publicadas en el foro 4chan, de nuevo a raíz de un debate entre usuarios. Poco después, las imágenes inundaron los canales de Telegram rusos dedicados a la invasión de Ucrania y múltiples expertos se pronunciaron al respecto, afirmando que los documentos parecían reales. El escándalo estaba servido.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha abierto una investigación penal por la filtración de los documentos, reconociendo que "parecen contener material sensible y altamente clasificado". En privado, múltiples fuentes de inteligencia han revelado a medios estadounidenses que la filtración es real y que podría tener consecuencias demoledoras en las relaciones de confianza entre Washington y sus aliados. En declaraciones a The New York Times, un alto funcionario de inteligencia calificó la filtración como "una pesadilla para los Five Eyes", en referencia a Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, naciones que comparten ampliamente sus hallazgos de inteligencia.
La confianza se tambalea
Los socios de inteligencia, así como otros aliados occidentales de Estados Unidos, han mostrado su incomodidad, y hasta enfado, por la filtración de los archivos secretos que demuestran que Washington espía por igual a sus enemigos y aliados. El espionaje es una parte lógica e inevitable para los servicios de inteligencia, pero funcionarios de gobiernos que forman parte de Five Eyes temen que las revelaciones puedan poner en peligro a algunas de sus fuentes y hasta desestabilizar las relaciones exteriores. Algunos de ellos apuntan que la confianza puede debilitarse y que para que varias agencias se proporcionen material entre sí se requieren garantías de que se mantendrá la confidencialidad de la información que se comparte, dijo un funcionario de inteligencia occidental a The New York Times.
Los documentos han sacado a la luz el espionaje por parte de Estados Unidos a aliados como Corea del Sur, Israel y Ucrania. Una mayoría, no obstante, se centran en detalles sobre los planes secretos de Washington y la OTAN para ayudar a Kiev ante el inicio de la contraofensiva, para la que los aliados occidentales han enviado nuevos paquetes de ayuda militar como los carros de combate Leopard 2.
A pesar de que en la filtración no se han divulgado los planes específicos de Ucrania en esta nueva fase de la guerra, sí muestra las debilidades de las fuerzas de Kiev en lo que respecta a la falta de munición —un problema que también afecta a Rusia— y los retos para reforzar la defensa aérea. Los archivos detallaron en un mapa las capacidades defensivas en todo el país y se filtró un mapa en el que se marcaron puntos amarillos para identificar los lugares con un sistema de defensa aérea cerca de infraestructuras críticas. En rojo, las zonas desprotegidas.
Según los documentos, "la capacidad de Ucrania para proporcionar defensa aérea de mediano alcance para proteger [las líneas del frente] se reducirá por completo para el 23 de mayo si continúan las olas de ataques con misiles y drones rusos", apuntaba el Estado Mayor Conjunto del Departamento de Defensa estadounidense.
Esta información juega a favor de Vladímir Putin, que podría utilizarla para tener más detalles de las debilidades de las tropas de Kiev e impulsar una ofensiva aérea que podría ser decisiva para su "operación especial". Este es uno de los factores más importantes que diferencian esta filtración de otras importantes del pasado —como el caso WikiLeaks en 2010 o el de Edward Snowden en 2013— porque, en esta ocasión, la revelación de secretos militares gira en torno a operaciones en tiempo real que pueden verse directamente afectadas.
Una ventaja para Rusia
Del mismo modo, Rusia ha conocido, a través de los archivos secretos, el nivel de penetración de Estados Unidos en el Ministerio de Defensa de Rusia y en el Grupo Wagner. Washington ha podido interceptar los planes de la ofensiva de Rusia y hasta determinar los objetivos específicos de las tropas rusas, como centrales eléctricas o puentes ferroviarios, y cuándo planeaban atacarlos.
La mayor parte de estas informaciones fueron recopiladas a través de comunicaciones interceptadas y Rusia podría cambiar los métodos de comunicación que ha utilizado hasta ahora para esconder sus planes en el frente. "No tenemos la menor duda sobre la participación directa o indirecta de Estados Unidos y la OTAN en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Seguimos atentos a este proceso y por supuesto, esto lo complica todo, pero no puede influir en el resultado final de la operación especial", dijo Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, a CNN.
Además de los detalles de la ofensiva, los documentos también han arrojado las cifras de las víctimas en el lado ruso y ucraniano, una información difícil de estimar y que Estados Unidos había evitado compartir públicamente. Según los archivos filtrados, las fuerzas rusas han sufrido entre 189.500 y 223.000 bajas hasta febrero, incluidos los cerca de 43.000 soldados caídos en combate. Ucrania, por su parte, entre 124.500 y 131.000 bajas, con hasta 17.500 fallecidos.
Los analistas apuntaron que estas cifras fueron utilizadas después de la filtración por la propaganda rusa y que el documento con el número de víctimas fue modificada para reducir hasta la mitad el número de fallecidos rusos antes de difundirse por los canales prorrusos en Telegram.
A pesar de que los archivos secretos se centran, en su mayor parte, en las vulnerabilidades ucranianas y las estrategias para hacer frente a la invasión rusa, también han arrojado detalles sobre algunos de los planes del Kremlin para subir la moral de las tropas. El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado una bonificación para aquellas tropas que logren destruir o dañar los tanques enviados por la OTAN, como los Leopard 2 recién llegados a suelo ucraniano.
"Se ofrecerán incentivos financieros para la captura y destrucción de tanques extranjeros, y se distribuirán ampliamente vídeos de tanques destruidos para reducir la confianza de Ucrania y Occidente, y tranquilizar a las tropas rusas sobre su capacidad para superar este nuevo armamento", apuntan los archivos.
El impacto en la contraofensiva
A pesar de que los archivos no proporcionan detalles específicos sobre la contraofensiva, como cuándo y dónde planea Ucrania iniciar los ataques, sí han brindado información sobre el momento en el que algunas de las armas de Occidente se entregarán a las tropas ucranianas.
Además, también se ha hecho público cómo se han acumulado las unidades de Kiev en diferentes frentes, lo que puede proporcionar a Rusia una ventaja táctica en esta nueva fase de la guerra.
Una fuente cercana al presidente Zelenski dijo a The New York Times que Ucrania ya ha cambiado alguno de sus planes militares por la filtración. Los analistas predicen que la contraofensiva se iniciará en los próximos meses, pero Kiev sigue manteniendo en alto secreto los detalles de los próximos ataques. Según Oleksiy Danilov, jefe de seguridad nacional de Ucrania, “no más de cinco personas saben cuándo y dónde tendrá lugar la contraofensiva de primavera”.
Más de 100 fotografías de documentos clasificados que parecen detallar secretos de seguridad nacional estadounidenses, en su mayoría centrados en la invasión rusa de Ucrania, empezaron a correr como la espuma en redes sociales a mediados de la semana pasada. Las páginas incluyen información sobre las vulnerabilidades militares rusas y ucranianas, las estimaciones de bajas sufridas por ambos bandos y detalles sobre las múltiples formas en las que Estados Unidos está ayudando a Kiev en el conflicto, entre otras muchas revelaciones. De ser auténticas —y fuentes del Pentágono han confirmado a varios medios estadounidenses que lo son—, estaríamos ante una de las filtraciones de inteligencia más importantes de las últimas décadas.
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