Los Leopard 2 españoles y aliados no llegarán al frente de Ucrania "hasta la primavera"

España se ha embarcado a la coalición tanque que están impulsando los aliados de la OTAN para proporcionar a Ucrania un número todavía indeterminado de Leopard 2, unos carros de combate de tecnología alemana que Kiev considera vitales para romper las líneas rusas y marcar la diferencia en esta fase de la guerra. Sin embargo, este refuerzo de 60 toneladas no llegará antes de la primavera, según ha confirmado el viernes la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien también ha anunciado un programa de entrenamiento y operación de los blindados en el que participará el Ejército de Tierra.

"El planteamiento es que será para primavera. Antes de primavera no sería la presencia física de los Leopards y [queremos] aprovechar este tiempo para el entrenamiento", dijo Robles durante una visita al destacamento español en Letonia, según declaraciones suministradas por el Ministerio de Defensa. "Es carro muy importante. España ya hemos dicho que, en coordinación con sus aliados, va a enviar esos carros a Ucrania. Pero no se trata solo de enviar carros, sino que hay un trabajo muy importante de formación de las tripulaciones y de la instrucción del mantenimiento", agregó.

Al menos una docena de Ejércitos europeos suman unas 2.000 unidades del Leopard 2, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos —aunque no se sabe cuántos estarían operativos para la batalla—. Berlín confirmó esta semana que mandará 14 unidades Leopard 2 —que llegarán "entre marzo y abril"— y dio luz verde a sus socios para hacer lo propio. El propio fabricante de los carros, la empresa alemana Rheinmetall, dijo que tiene hasta unos 139 disponibles para enviar al frente si fuera necesario, aunque no se sabe tampoco su estado de funcionamiento.

España posee una flota de 347 Leopard 2. Algo más de un centenar (108) son del modelo 2A4, alquilados en 1995 y comprados una década más tarde por 16,2 millones de euros. La mitad de estos carros están en servicio en los regimientos de caballería Montesa y Alcántara de las comandancias de Ceuta y Melilla. Y la otra mitad están fuera de servicio desde 2012, tras inundarse el hangar en el que están almacenados en Zaragoza. Su estado, según declaró Robles el año pasado, "es lamentable". Los 239 restantes son Leopardo 2E, producidos por Santa Bárbara Sistemas en Sevilla, con base en el modelo alemán Leopard 2A6, a un precio estimado de unos 11 millones de euros por carro, de los que un grupo está desplegado en el destacamento de la OTAN en Letonia que visitó Robles el viernes.

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La ministra especificó que España "contribuirá con el envío de Leopards 2A4 en adecuado estado de funcionamiento". No está claro si esto podría indicar que se mandarían algunas unidades de Ceuta y Melilla, que posteriormente serían reemplazados con los ejemplares reacondicionados de Zaragoza, o enviar directamente los que se puedan recuperar del almacén. En la víspera, Robles ya dijo que están en contacto con la industria para determinar cuántas unidades se pueden salvar. Además, anunció que su homólogo ucraniano, Oleksii Reznikov, ha solicitado apoyo de nuestras Fuerzas Armadas para formar a los futuros pilotos de los Leopard. "Le hemos dicho que sí", dijo Robles, reiterando el compromiso de "España con OTAN y con los ciudadanos de Ucrania".

Estados Unidos también está respaldando este plan con el envío de una treintena de sus propios Abrams M1, cuyo traslado podría demorarse aún más, y son más complicados de operar y mantener.