Lo importante de la filtración del Pentágono no es solo Ucrania... sino todo lo demás

Es probable que la aparición de decenas de documentos secretos del Pentágono en servidores y chats de internet sea la filtración más extraña de toda la historia. Tanto, que muchos observadores sospechan que puede tratarse de algún tipo de maniobra de desinformación —bien para confundir a las autoridades rusas ante una posible contraofensiva de Kiev, bien para dañar las relaciones entre EEUU y sus aliados, dependiendo de quién sea el último responsable—, en parte porque una gran cantidad de los documentos hace referencia al conflicto en Ucrania. Por este motivo, han sido las referencias a las vulnerabilidades ucranianas las que más han llamado la atención de medios y analistas. Pero no es lo único que aparece en estos documentos secretos, y el resto es, si cabe, aún más interesante, por lo que tiene de sorprendente.

Según ha confirmado una fuente oficial al diario The Washington Post, la mayoría de estos informes fueron preparados para el jefe del estado mayor de EEUU, el general Mark Milley, y otros altos cargos militares, pero muchos otros funcionarios y contratistas estadounidenses con credenciales de seguridad también tenían acceso a ellos. En total, cientos, tal vez miles de filtradores potenciales. Algunos de los documentos aparecían marcados como exclusivamente para funcionarios estadounidenses bajo la etiqueta "Secret/NoForn" —en contraste, por ejemplo, con los señalados como "FVEY" para ser compartidos con los Five Eyes, la alianza de inteligencia entre países anglosajones, o los distribuidos a servicios de Inteligencia aliados en la OTAN—, lo que indica que, casi con certeza, el responsable es un ciudadano de EEUU.

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De ser auténticos —y por ahora Washington los está tratando así—, los documentos muestran no solo que EEUU ha logrado un importante grado de penetración en la cúpula dirigente rusa que le permite conocer de antemano sus próximos movimientos militares, sino también que el Pentágono espía a los líderes ucranianos y a otros aliados, como Corea del Sur, para conocer los debates internos acerca de proporcionar ayuda letal a Ucrania. De acuerdo con el New York Times, que ha tenido acceso a medio centenar de estos informes, otros harían referencia a Canadá, China, Israel, Oriente Medio y el teatro militar del Indo-Pacífico, así como a la estrategia antiterrorista de EEUU. La mayoría de ellos son o bien análisis muy cortos o diapositivas sobre cuestiones específicas. Por este motivo, el contenido que ha trascendido son apenas unas pinceladas breves con las presuntas conclusiones de la comunidad de Inteligencia estadounidense acerca de estas cuestiones.

China, Hungría, Canadá…

Uno de los documentos, por ejemplo, estima que China podría utilizar los ataques de Ucrania dentro de territorio ruso "como una oportunidad para presentar a la OTAN como la agresora, y podría incrementar su ayuda a Rusia si considera que esos ataques son significativos", según reporta CNN. Otro —uno de los marcados como exclusivamente para funcionarios de EEUU— señala que el Reino Unido planea desplegar uno de sus nuevos portaviones de la clase Reina Isabel en el Pacífico Sur para contrarrestar la influencia china en la región. También evalúa las prioridades del Partido Laborista, ahora en la oposición, pero con buenas perspectivas electorales, y la posible reacción de Pekín si un futuro Gobierno laborista diese marcha atrás en estos planes en el Pacífico.

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Otro informe, supuestamente escrito por analistas de la CIA, indica que el Gobierno de Viktor Orbán en Hungría, pese a su pertenencia a la OTAN y a la UE, considera a EEUU "uno de sus principales adversarios geopolíticos" (al menos mientras la Administración Biden siga al frente del país, dadas las estrechas relaciones con el entorno del expresidente Donald Trump y otras prominentes figuras republicanas), según Yahoo News. Un documento adicional detalla los planes de apertura de una instalación de reparación de armamento ruso en los Emiratos Árabes Unidos, otro aliado tradicional de EEUU en Oriente Medio, en coordinación con Moscú, si bien no indica si el propósito es que estas armas sean utilizadas en Ucrania, lo cual podría dañar las relaciones entre Washington y Abu Dabi.

En la filtración, se hace referencia también a Canadá. En concreto, se advierte de que Zarya, un grupo de hackers al servicio del FSB, el servicio de Inteligencia interior de Rusia, podría haber penetrado la dirección de IP de una de las principales empresas canadienses de gasoductos en febrero. De tener éxito el ciberataque, "sería la primera vez" que la comunidad de Inteligencia de EEUU "ha observado a un grupo de hackeo prorruso ejecutar un ataque disruptivo contra sistemas de control industrial occidentales", señala el New York Times.

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El documento da a entender que esta brecha fue detectada mediante inteligencia de señales o ciberespionaje, al indicar que el pasado 15 de febrero Zarya compartió capturas de pantalla con el FSB en las que se mostraba cómo los hackers podían variar la presión de las válvulas, desactivar las alarmas y forzar un apagado de emergencia de cierta instalación energética no especificada. "Los oficiales del FSB anticipaban que una operación exitosa causaría una explosión en la estación de distribución de gas, y estaban monitorizando las noticias canadienses en busca de indicaciones de una explosión", reza el informe.

¿Está el Mossad detrás de las protestas en Israel?

Quizás el aspecto más inesperado de la presunta filtración es la afirmación en un documento etiquetado como Top Secret de que altos cargos del Mossad, el servicio de Inteligencia israelí, "promovieron que funcionarios del Mossad y ciudadanos israelíes protestasen contra las reformas judiciales propuestas por el nuevo Gobierno de Israel, incluyendo diversos llamamientos explícitos a la acción contra el Gobierno israelí, de acuerdo con inteligencia de señales". Como han apuntado algunos comentaristas, esto indica que EEUU lleva a cabo acciones de espionaje contra uno de sus principales aliados.

Por ello, no es de extrañar que este haya sido el elemento que ha provocado una reacción más intensa por parte de los afectados. El gabinete del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un comunicado este domingo en nombre del Mossad, en el que aseguró que esta alegación es "mendaz y sin base de ningún tipo". Otros altos cargos israelíes también han rechazado su veracidad.

El Ejecutivo israelí ha asegurado que "el Mossad y sus principales funcionaros no han animado al personal de la agencia —ni lo hacen ahora— a unirse a las manifestaciones contra el Gobierno, otras manifestaciones políticas o cualquier actividad política". Y añade: "El Mossad y su alto personal en servicio no se ha implicado en ningún caso en el asunto de las protestas y está dedicado al valor del servicio al Estado que ha guiado al Mossad desde su fundación". "La aparente autenticidad de los documentos", advertía por su parte el diario New York Times en un artículo sobre los documentos relacionados con Israel, "no es un indicador de su exactitud".

El artículo, sin embargo, explica que algunos empleados de esta organización de Inteligencia solicitaron y recibieron permiso de la dirección para participar en las protestas a título personal, en tanto en cuanto no revelasen su afiliación con el servicio. Varios cientos de exempleados del Mossad, incluyendo a cinco antiguos directores, firmaron también un manifiesto en contra de la reforma promovida por el gabinete de Netanyahu, que supondría una reducción significativa de la independencia judicial en Israel.

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Algunos comentaristas israelíes señalan que los analistas estadounidenses parecen haber confundido las nociones de "permitir" y "animar", así como las acciones de los antiguos empleados con las de los actuales.

Wagner en Haití

Existe además otro documento referido a Israel, en el que se evalúan los escenarios que podrían llevar a este país a modificar su política actual hacia Ucrania y suministrar armamento letal a Kiev. Hasta ahora, el apoyo israelí se ha limitado a ayuda no letal y a asesorar a Ucrania en el desarrollo de un mecanismo de alerta temprana frente a los bombardeos con misiles rusos, basado en algunos sistemas creados y testados por el propio Israel. Sin embargo, hasta la fecha se ha negado a proporcionarle el sistema Cúpula de Hierro, que ya usa el propio Estado israelí, así como otras armas.

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Algunos de los informes hacen también referencia al Grupo Wagner, indicando que esta compañía paramilitar estaría tratando de obtener armamento de "proveedores turcos" a través de países intermediarios como Malí, sin que quede claro si las autoridades turcas son de algún modo parte de este esquema. También se señala que, además de la campaña en marcha en varios Estados africanos, Wagner estaría tratando de penetrar en Haití, y habría ofrecido sus servicios al Gobierno haitiano para hacer frente a la inestabilidad generada por las bandas armadas.

Por último, algunos materiales contienen información menos sensible, como una estimación de la eficacia del Gobierno de Guinea Ecuatorial en su respuesta al reciente brote de virus de Marburgo, o el desarrollo de las elecciones en Nigeria. Pero algunas de estas revelaciones son tan delicadas que varios expertos han señalado la posibilidad de que el verdadero responsable sea un Estado hostil, cuyo propósito sería torpedear la colaboración entre EEUU y algunos de sus principales aliados, en un contexto de gran agitación geopolítica en que la formación de bloques unificados proporciona ventajas indiscutibles. De momento, quedan muchos aspectos oscuros sobre los que la investigación —que ya han puesto en marcha las autoridades estadounidenses— podría arrojar luz en un futuro cercano. Mientras tanto, no se descarta que en los próximos días continúen apareciendo nuevos documentos del mismo lote que sigan poniendo en aprietos a sus autores, que probablemente nunca pensaron que su trabajo saldría a la luz de esta forma.