La Eurocámara votará por primera vez una resolución sobre la libertad de prensa en Marruecos

Salvo sorpresa, el pleno del Parlamento Europeo votará el jueves 19 de enero una resolución que denuncie la represión que padece la prensa en Marruecos, en su sesión en Estrasburgo. Hará especial hincapié en el caso del periodista Omar Radi, de 36 años, condenado a seis años de cárcel el pasado marzo.

El grupo parlamentario de La Izquierda, en el que está integrado Podemos, ha propuesto este miércoles votar una resolución cuyo título provisional es "La situación de los periodistas en Marruecos y especialmente el caso de Omar Radi", según indican fuentes de la Eurocámara. Los Verdes, los liberales de Renovar Europa (del que forma parte Ciudadanos) y los socialistas respaldaron la propuesta. El grupo Popular Europeo, en cuyas filas está integrado el PP español, se ausentó de la reunión, como lo hace en todas las reuniones en las que se debaten las denominadas resoluciones de urgencia.

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Será la primera vez en el último cuarto de siglo que se someta a votación en el Parlamento Europeo una resolución crítica con el incumplimiento de los derechos humanos por parte de Marruecos. Solo se le han reprochado hasta ahora sus excesos en política migratoria, especialmente el envío, en mayo de 2021, de más de 10.000 inmigrantes irregulares a Ceuta, la quinta parte menores de edad, para presionar así al Gobierno de España.

La propuesta de resolución de La Izquierda y Podemos no habría podido prosperar hace apenas un mes, pero el ambiente ha cambiado en la Eurocámara desde que a principios de diciembre las primeras detenciones de eurodiputados y exeurodiputados revelaron la existencia de una trama de corrupción presuntamente fomentada por las autoridades marroquíes y de la que también se aprovechó Qatar.

Los eurodiputados socialistas, que han sido tradicionalmente los principales valedores de Marruecos y en cuyas filas hay también más presuntos corruptos afectados por el Qatargate, acudieron a la reunión del miércoles con una propuesta de resolución aún más contundente que la de La Izquierda: "Violaciones de los derechos humanos en Marruecos, el caso del Hirak y del preso político Nasser Zefzafi".

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El "hirak" fue la rebelión pacífica de la región septentrional del Rif que Rabat aplastó en mayo de 2017. Zezafi era su líder y ahora cumple una condena a 20 años de cárcel. Otros tres líderes rifeños están también detrás de los barrotes. Cuando las autoridades marroquíes reprimieron ese movimiento, hace casi seis años, el Parlamento Europeo no formuló ninguna crítica.

Los socialistas renunciaron el miércoles a su proyecto de directiva en beneficio de La Izquierda. La conferencia de presidentes de grupos parlamentarios celebrará, el jueves 12, una reunión de mero trámite para ratificar lo pactado las vísperas por los coordinadores. A partir de ahí, cada grupo elaborará su propio proyecto de resolución sobre Marruecos y, la próxima semana, se debería llegar a una síntesis que será sometida a votación en el pleno del próximo jueves.

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La Izquierda tiene la intención de denunciar no solo el caso de Omar Radi sino el de al menos otros dos periodistas encarcelados en Marruecos. Toufik Bouachrine, director del extinto periódico Akhbar al Youm, fue condenado en apelación a 15 años de cárcel en septiembre de 2021. Souleiman Raissouni, redactor jefe de ese mismo diario, fue condenado en mayo de 2022 a cinco años.

Todos ellos fueron, en realidad, enviados a prisión por supuestos delitos sexuales recogidos en el código penal marroquí, aunque Omar Radi también lo fue por espionaje. Desde hace años en Marruecos no se pronuncian sentencias condenatorias contra periodistas influyentes por criticar al poder político, sino por delitos sexuales, lo que dificulta su defensa por parte de las ONG internacionales de derechos humanos. Al margen de estos tres periodistas hay, detrás de los barrotes en Marruecos, un puñado de blogueros y youtubers menos conocidos.

La diplomacia marroquí moverá ahora todos los resortes a su alcance para intentar que esa resolución sobre la libertad de prensa sea rechazada en el pleno o para que, por lo menos, sea edulcorada. Presionará primero a los socialistas españoles, según prevén fuentes parlamentarias. Iratxe García, una eurodiputada española, preside el grupo socialista en la Eurocámara.

Los socialistas europeos, y especialmente los españoles, se han desgañitado en el pasado para satisfacer a Marruecos. En octubre de 2021 llegaron a votar a la candidata propuesta por Vox para el premio Sajarov de derechos humanos, para impedir que entre los finalistas a ese galardón figurara la activista saharaui Sultana Khaya. El partido ultraderechista español presentó la candidatura de Jeanine Áñez, la expresidenta de Bolivia.

Todavía a mediados de diciembre una corta mayoría de eurodiputados socialistas y populares rechazaron en el pleno una enmienda de La Izquierda para adoptar contra Marruecos las mismas sanciones que contra Qatar por haber supuestamente corrompido a eurodiputados y asistentes parlamentarios. La trama de corrupción fue, en realidad, creada por Marruecos, según las revelaciones de la prensa belga, que desvela casi a diario los avances de la investigación judicial. Qatar aprovechó años después esa estructura existente para intentar mejorar su imagen en vísperas del Mundial.

España y Marruecos celebrarán el 1 y 2 de febrero una Reunión de Alto Nivel, como se denominan sus cumbres bilaterales, la primera en siete años. Ambos gobiernos apalabraron la cita para el 20 de diciembre de 2020, pero Rabat la canceló diez días antes y empezó así a desencadenar la crisis con España, que solo dio por cerrada cuando el presidente Pedro Sánchez escribió una carta al rey Mohamed VI alineándose con la propuesta de Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Esta consiste en otorgar una autonomía a ese territorio sin que se celebre un referéndum de autodeterminación en el que participaría la población saharaui.