Es noticia
La "flota en la sombra" de Putin: la estrategia rusa para burlar las sanciones petroleras
  1. Mundo
La ruta de la seda se tiñe de negro

La "flota en la sombra" de Putin: la estrategia rusa para burlar las sanciones petroleras

Las restricciones al precio del barril en 60 $ han obligado a los buques rusos a buscar nuevas rutas comerciales. Sortear estas sanciones económicas es la nueva prioridad de Moscú

Foto: Un petrolero de crudo navega en Estambul. (Reuters/Yoruk Isik)
Un petrolero de crudo navega en Estambul. (Reuters/Yoruk Isik)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

A principios de diciembre, los corredores navieros del puerto de Turquía empezaron a divisar una extraña cantidad de barcos en el estrecho del Bósforo y Dardanelos. Llevaban bandera rusa, transportaban petróleo crudo y eran viejas embarcaciones a las que les quedan pocos años de vida antes de convertirse en chatarra. Su misteriosa procedencia llevó a los agentes portuarios a correr la voz de que una "flota en la sombra" aguardaba para cruzar el paso que atraviesa el corazón de Estambul. El origen de estos buques apuntaba a Irán y Venezuela, ambos estados, al igual que Rusia, comparten veto sobre su petróleo. Lo que llevó a pensar que estas naves podrían ser utilizadas para burlar las sanciones sobre el tope de 60 dólares al barril de crudo transportado por mar que impusieron la Comisión Europea, el G7 y Australia sobre Rusia. Y no se equivocaron.

Si bien esta "flota en la sombra" de viejos buques petroleros no es suficiente para sortear el embargo del petróleo ruso, entonces: ¿cuál es el verdadero propósito de estas embarcaciones? Quizá buscar compradores dispuestos a desafiar las sanciones de Occidente, o tal vez amortiguar el impacto económico de una Rusia que lleva 10 meses de guerra soportando el desgaste de sus mercados. Algo que si está claro es que un número considerable de barcos se ha incorporado a los operadores vinculados a Moscú con un propósito que todavía está por descubrirse. Aunque investigaciones recientes apuntan a que el destino de estos barcos es el contrabando.

Foto: Militares ucranianos disparan un proyectil. (Reuters/Stringer)

La "flota en la sombra" representa una pequeña parte de todos los petroleros que Rusia tiene a su servicio para transportar el combustible que abunda en el país. Concretamente, la consultora energética Rystad dijo al Financial Times que "Rusia añadió 103 nuevos petroleros en 2022". Entre los diferentes tipos de buques que conforman esta flotilla, Braemar, la Agencia Internacional de Energía, contabilizó que empresas de operaciones navieras vinculadas a Rusia compraron 29 superpetroleros (VLCC), los cuales pueden llegar a transportar (cada uno) hasta dos millones de barriles. Y estas embarcaciones de gran tamaño no son las únicas que adquirieron las empresas vinculadas al Kremlin. Hasta 31 petroleros Suezmax (con capacidad de un millón de barriles) y 49 petroleros Aframax (700.000) terminan de engrosar las filas de "la flota en la sombra".

Todo este sospechoso enjambre de barcos adquiridos recientemente por Rusia comparten ciertas similitudes: "Tienen entre 12 y 15 años (una edad avanzada para un buque de estas características), han prestado servicios a Irán y Venezuela, y tratan de esconder su geolocalización para burlar las sanciones económicas impuestas por la Comisión Europea, el G7 y Australia", explica el Financial Times. Ante esto, ya han salido a la luz las primeras irregularidades de "la flota en la sombra", que confirman todas las sospechas infundadas.

Foto: EC.
TE PUEDE INTERESAR
El veto al petróleo ruso acelera el nuevo orden energético mundial
The Wall Street Journal. Benoit Faucon y Summer Said

"La flota en la sombra"

El Kapitan Schemilkin (un petrolero ruso) "intentó ocultar su ubicación para romper las sanciones económicas", relata una investigación de Global Fishing Watch, que ha sido confirmada por el Financial Times. La organización no gubernamental, que se dedica a salvaguardar la pesca, inició el seguimiento del Kapitan Schemilkin, ya que el dudoso estado del buque y su antigüedad podía poner en peligro la fauna marina del golfo. Lo que encontraron no fueron fugas en el buque ruso. En su lugar, demostraron que el Kapitan "falsificó datos AIS (Sistema de Identificación Automática) para ocultar su actividad en torno a Malta y Chipre", relata GFW.

Un mes después, se comprobó que la embarcación estaba navegando en círculos por aguas griegas retransmitiendo posiciones falsas para tratar de burlar las sanciones de Occidente. Pero no fue el único petrolero que modificó el AIS para esconder su posición. Otros buques rusos optaron por emitir recorridos geométricos, que poco tienen que ver con la normal navegación de barcos de este estilo.

La organización usó imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea para demostrar que el buque no estaba en los lugares que decía estar. "Rechmortrans, el propietario del Kapitan Schemilkin, con sede en Rostov", no respondió a las preguntas lanzadas por el Financial Times para aclarar estas actuaciones. Estas iban dirigidas a justificar las irregularidades y, entre otras cosas, aclarar lo que sucedió con uno de los buques de la empresa estadounidense en 2021, el cual recibió sanciones después de realizar dos viajes a Venezuela.

*Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Otra de las prácticas que presuntamente pueden realizar este tipo de embarcaciones es la de resucitar barcos. Parece imposible, pero para Corea del Norte no era algo tan descabellado. Como en un juego de espías, el agente secreto toma la identidad de un fallecido. En este caso, un barco en el desguace resucitaba para cambiarle su nombre a un buque con sanción. Así, el petrolero que estaba condenado por los demás países podía circular por el mar con mayor libertad. "Desguazarán un barco viejo, pero lo mantendrán registrado en la [Organización Marítima Internacional] OMI. Luego hacen que un buque con sanciones adopte el nombre de ese buque antiguo y el número de registro de la OMI. Transmitirá bajo la identidad de la antigua embarcación", explica Foreign Policy.

Mientras este juego del gato y el ratón se traslada a los océanos, Europa, el G7 y Australia limitan casi a cero sus importaciones. Rusia tiene dos opciones: cumplir el tope de 60 dólares, lo cual descartó Vladímir Putin al firmar un decreto que prohíbe el suministro de petróleo crudo y productos derivados del petróleo a partir del 1 de febrero y durante cinco meses: "Están prohibidas las entregas de petróleo y productos petrolíferos rusos a entidades y personas extranjeras", o, la otra alternativa, buscar nuevos mercados en los que vender libremente el petróleo.

Foto: Militares indios arrían la bandera durante la ceremonia Beating Retreat. (EFE/EPA/Harish Tyagi)

La ruta de la seda petrolera

Rusia ha cerrado casi por completo el grifo del petróleo hacia Europa. Desde que entró en vigor el tope al precio del barril, se ha contabilizado que "el 90% del crudo transportado por mar de Rusia se redirigió a Asia", según datos de seguimiento de embarcaciones monitoreados por Bloomberg, en la semana del 5 al 9 de diciembre, fechas en las que entró el vigor la sanción.

"Moscú tiene mercado para vender su petróleo. La actuación de Rusia, como la de cualquier país, va a ser la búsqueda de rutas alternativas para dar salida a sus carburantes por encima del tope sin que puedan ser castigados. La capacidad del G7, Europa y Australia de sancionar a China e India (los países que se han mostrado más favorables a comprar petróleo ruso) es cero", explica Jordi Bacaria Colom, investigador sénior asociado al Barcelona Centre for Internatioanl Affairs (Cibod).

Un promedio de 2,73 millones de barriles por día se dirigen a China, India y Turquía. Una cifra cuatro veces mayor al volumen enviado a estos puertos antes de que comenzara la invasión rusa de Ucrania. Aunque estos datos son complejos de perseguir, ya que los buques que transportan el crudo se han convertido en la aguja en el pajar de los océanos.

Foto: Buque del GNL. (Alejandro Bolívar/EFE)

"Los petroleros rusos son cada vez más cautelosos desde que entró en vigor la sanción", señala la misma investigación citada. Una vez que los petroleros llegan al canal de Suez, donde el tráfico de barriles rusos ha aumentado casi un millón de barriles por día, saber cuál va a ser el siguiente destino se vuelve más complicado aún cuando el tráfico que pasa por el canal siempre apunta a Asia, en especial a China e India. Y es que ambos países siempre han tenido una buena relación energética con Rusia.

"La cooperación energética entre China y Rusia siempre se ha llevado a cabo con un espíritu de respeto y beneficio mutuo. Garantizar el suministro mundial de energía es de vital importancia", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning. Por su parte, India ha mostrado una postura más rotunda hacia sus vecinos. "Seguiremos comprando petróleo ruso porque las sanciones permiten comprar siempre que no se utilicen servicios occidentales", dijo el Ministerio de Petróleo, Gas Natural, Vivienda y Asuntos Urbanos en la India.

La amplitud del mar juega una carta a su favor, y Rusia sabe muy bien cómo aprovecharlo

Los envíos de petróleo a Europa han alcanzado la cifra más baja en todo el año y la producción de barriles rusos sigue igual. La diferencia de barriles ha encontrado su ruta. El mar báltico, el canal de Suez y el corredor continental de Asia son las nuevas vías favoritas de Moscú.

Ante esto, la amplitud del mar juega una carta a su favor, y Rusia sabe muy bien cómo aprovecharlo. Si las autoridades portuarias de China e India no exigen un seguro ni tampoco protegen el cumplimiento del precio al tope del barril —porque no lo respetan—, se establece un paraíso fiscal petrolero al que Europa, el G7 y Australia no le pueden echar la mano encima: "Es muy complicado realizar un control policial-militar de los barcos que circulan por los estrechos y canales, ya no solo hablamos del Mediterráneo. Comprobar de dónde viene el petróleo y a qué precio se vende requiere de una enorme capacidad para poder certificar que esos petroleros incumplen las sanciones", y hay que preguntarse "¿hasta qué punto estas medidas pueden ser contraproducentes?", explica Bacaria.

A principios de diciembre, los corredores navieros del puerto de Turquía empezaron a divisar una extraña cantidad de barcos en el estrecho del Bósforo y Dardanelos. Llevaban bandera rusa, transportaban petróleo crudo y eran viejas embarcaciones a las que les quedan pocos años de vida antes de convertirse en chatarra. Su misteriosa procedencia llevó a los agentes portuarios a correr la voz de que una "flota en la sombra" aguardaba para cruzar el paso que atraviesa el corazón de Estambul. El origen de estos buques apuntaba a Irán y Venezuela, ambos estados, al igual que Rusia, comparten veto sobre su petróleo. Lo que llevó a pensar que estas naves podrían ser utilizadas para burlar las sanciones sobre el tope de 60 dólares al barril de crudo transportado por mar que impusieron la Comisión Europea, el G7 y Australia sobre Rusia. Y no se equivocaron.

Petróleo Noticias de Rusia Unión Europea
El redactor recomienda