Italia da puerto a tres naves con más de 500 migrantes y suaviza su postura

Las autoridades italianas han dado este viernes permiso para atracar en sus puertos a tres naves humanitarias con más de 500 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo central, en lo que implica un cambio de política tras el pulso a las ONG del pasado mes para forzar un reparto de solicitantes de asilo en la Unión Europea (UE). "Por parte de Italia nunca faltará una respuesta solidaria, pero es preciso que se respeten las reglas, también por parte de las ONG", alegó desde la Cumbre Euromediterránea de Alicante (España) el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani.

Italia, gobernada por la ultraderechista Giorgia Meloni desde el pasado octubre, ha respondido a las solicitudes de puerto seguro de tres barcos humanitarios con más de 500 inmigrantes salvados en aguas del Mediterráneo central en los últimos días.

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Se trataba del Geo Barents de Médicos Sin Fronteras (MSF), con 248 inmigrantes después de evacuar a un niño de 14 años y a una madre que dio a luz a bordo (junto a otros cuatro hijos); el Humanity 1 de la organización alemana SOS Humanity con 261 rescatados y la Louis Michel con 33.

Esta última, financiada por el artista urbano Banksy, pudo entrar la pasada madrugada en el puerto de Lampedusa, el enclave italiano más meridional, ante las costas de Túnez.

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Más tarde, por la tarde, MSF recibió el permiso de las autoridades italianas para llevar al puerto de Salerno, al sur de Nápoles, a sus rescatados. Para ello tendrá que navegar 24 horas en condiciones meteorológicas adversas pero la ONG lo calificó de "buena noticia". Y después la Humanity 1, que había solicitado en cinco ocasiones el permiso para atracar en Italia, recibió el beneplácito para hacerlo en la ciudad de Bari, en la región de Apulia, el tacón de la "bota italiana", según avanzan los medios locales.

La rápida respuesta de hoy de Italia contrasta con la situación hace apenas un mes, cuando el Gobierno de Meloni y Matteo Salvini ignoró durante días las peticiones de las naves de las ONG, a las que acusan de fomentar el flujo migratorio desde África con su sola presencia.

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Primero les prohibieron atracar pero después abrieron sus puertos para imponer desembarcos selectivos, es decir, aceptando solo a los inmigrantes vulnerables, aunque acabaría permitiendo bajar a todos.

El pulso llegó incluso a provocar una crisis con París ya que una de las naves rechazadas entonces, la Ocean Viking de la organización SOS Méditerranée, tuvo que dejar atrás las costas italianas para poner rumbo al puerto galo de Tolón (sur) con 230 migrantes.

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La estrategia tenía por objetivo tratar de avivar el debate del reparto europeo de los solicitantes de asilo ya que Roma considera que los flujos migratorios del Mediterráneo central deben gestionarse mediante un ejercicio de solidaridad comunitaria.

Apenas dos semanas después, la Comisión Europea presentó un plan de acción que aspiraba a reforzar el mecanismo de solidaridad pactado para ayudar a los países de la UE que reciben más migrantes irregulares.

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Precisamente, poco después de que Italia abriera sus puertos a las tres naves mencionadas, el embajador alemán en Roma, Viktor Elbling, anunció que su país se ha hecho cargo de los primeros 164 solicitantes de asilo llegados a Italia. "La solidaridad funciona. Alemania ha acogido al mayor número de inmigrantes desde Italia mediante el mecanismo de solidaridad acordado. Son vidas, no números. Colaboramos estrechamente con Italia en este sentido", tuiteó.

Esta semana Meloni participó en una cumbre en Tirana entre la UE y los Balcanes Occidentales y celebró que "por primera vez" la cuestión migratoria era una "prioridad" para Bruselas.

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Pero puso el acento en un factor importante: Italia, por su posición geográfica, está en una "tenaza" entre el flujo migratorio del Mediterráneo central por el sur, desde las peligrosas costas africanas, y el que pasa por Europa del Este y llega a su frontera norte.

Las llegadas de inmigrantes por esta última vía ha ido en aumento en los últimos tiempos y desde el 1 de enero al 25 de octubre de este año se detectaron 4.101 inmigrantes irregulares, frente a los 1.350 del mismo periodo del año pasado.

Por eso, los delegados del Gobierno de las provincias norteñas de Gorizia, Trieste, Udine y Bolzano han ordenado reforzar los controles fronterizos. Por eso Tajani pidió también desde Alicante que los socios europeos "contribuyan a reducir la conflictividad" en el área balcánica para no perjudicar el flujo migratorio.