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¿Otra Guerra Fría? No, gracias: la UE no debe imponer su moral de buenos y malos
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¿Otra Guerra Fría? No, gracias: la UE no debe imponer su moral de buenos y malos

El Movimiento de los Países No Alineados es uno de los foros internacionales más grandes del mundo. La UE debería buscar tratar a los países en desarrollo como Estados individuales con sus propios intereses y objetivos

Foto: Reunión del 60º aniversario del Movimiento de Países No Alineados en 2021. (Reuters/Andrej Cukic)
Reunión del 60º aniversario del Movimiento de Países No Alineados en 2021. (Reuters/Andrej Cukic)

Hasta hace poco, el concepto del Movimiento de los Países No Alineados había quedado bastante olvidado en la esfera internacional. Esto fue antes de que el representante permanente de Uganda en las Naciones Unidas publicó en su Twitter una explicación de por qué su país se abstuvo en la resolución de marzo de la Asamblea General de la ONU sobre la invasión rusa de Ucrania. El representante de Uganda sostuvo que, "como futuro presidente del Movimiento de Países No Alineados (MPNA), la neutralidad debe de ser un principio rector. Uganda continuará llevando a cabo un rol constructivo en el mantenimiento de la paz y la seguridad en el plano regional y global".

La resolución fue aprobada por aplastante mayoría, pero el sentido del voto de los países africanos dejó a muchos analistas europeos con dudas. ¿Ha vuelto el Movimiento de los Países No Alineados? Si es así, ¿Qué impacto tiene esto en cómo Europa está gestionando las consecuencias de la guerra de Ucrania?

El Movimiento de los Países No Alineados es una asociación descentralizada de, principalmente, países en vías de desarrollo. Fue establecida en 1961 bajo el liderazgo de Gamal Abdel Nasser (Egipto), Kwame Nkrumah (Ghana), Jawaharlal Nehru (India), Sukarno (Indonesia) y Josip Broz Tito (Yugoslavia). Se conformó como una alternativa a tener que escoger un bloque en el mundo bipolar entre Estados Unidos y la URSS durante la Guerra Fría. Con 120 miembros, el Movimiento de los Países No Alineados es uno de los foros internacionales más grandes del mundo: 53 de sus miembros son del continente africano, 39 de Asia y 26 de América Latina y el Caribe, junto con 17 Estados con el estatus de observador y 10 organismos internacionales con este mismo estatus.

Foto: Protesta climática en Alemania. (Sean Gallup/Getty Images)

Del continente europeo, únicamente forman parte del MPNA Bielorrusia y Bosnia y Herzegovina. En conjunto, reúne a más de 4 mil millones de personas, lo que representa aproximadamente el 60% de la población mundial. Pero, si añadimos a la población de los 17 países observadores, entre los que están China, Brasil y Ucrania; este número asciende a 6.390 millones de personas, suponiendo más del 82% de la población global. Estos datos son muy relevantes, ya que muestran el potencial que tiene este foro.

De los 35 países que eligieron la abstención en la votación de la Asamblea General, 28 forman parte del MNPA. En cuanto a los cinco Estados que votaron en contra, cuatro son países no alineados, siendo el quinto la Federación Rusa.

Muchos países, especialmente aquellos que forman parte del Movimiento de los Países No Alineados, no quieren verse involucrados en este conflicto y renuncian a tener que escoger un bando. El Ministro de Asuntos Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, expresó este sentimiento a principios del mes de junio cuando dijo: "Europa debe salir de la mentalidad de que los problemas de Europa son también los problemas del mundo, pero los problemas mundiales no conciernen a Europa". India fue uno de los países que se abstuvo en la resolución de marzo.

Pero incluso India, el mayor promotor del Movimiento de los Países No Alineados cuando estaba en su apogeo, se ha distanciado de los principios de este foro desde los años 90, mostrando en ocasiones una política exterior de alineamiento múltiple con varios países como respuesta a los cambios en el panorama internacional. Se podría argumentar que el liderazgo de India en este foro fue instrumentalizado por Nueva Delhi para alcanzar un rol internacional por encima de sus capacidades en aquel momento. Pero esta fase está en el pasado. De forma similar, Indonesia, miembro fundador y fiel a la causa del MNPA, voto a favor de la resolución de la Asamblea General. Indonesia también ostenta actualmente la presidencia del G20; y, como India, podría estar usando múltiples foros para implantar su agenda de política exterior. El otro país que mostraba su apoyo incondicional al movimiento era Yugoslavia, pero ha desaparecido como entidad estatal tras su desmembramiento.

Foto: El embajador keniano ante la ONU, Martin Kimani. (Naciones Unidas/Loey Felipe)

En el actual contexto de preocupación por el resurgimiento de un mundo bipolar con dos bandos enfrentados, es importante destacar que el Movimiento de los Países No Alineados no está construido como un bloque unitario en las votaciones de la Asamblea General. Es más, no tiene una constitución formal, ni tampoco un secretariado. Por ello, dentro de esta organización descentralizada no hay un consenso, como se refleja en el sentido del voto de estos países en la resolución de marzo. En efecto, la gran mayoría de los países no alineados votaron a favor de esta resolución. Puede que Europa esté descontenta con el hecho de que algunos se abstuvieran o votasen en contra, pero Rusia tampoco tiene mucho que celebrar.

Sin embargo, los responsables políticos europeos no deben de asumir que, entre otros, los países africanos comparten sus intereses, valores y principios. Para recabar apoyo internacional para su posición en la guerra de Ucrania, los europeos deben encuadrar este conflicto bajo los principios del derecho a la libre determinación y la defensa de la integridad territorial. Con estos principios se identifican muchos países del grupo de los no alineados, y es probable que la Unión Europea tenga más éxito con esta aproximación que usando una narrativa basada en la moralidad, en la que la UE y sus aliados son los 'buenos' y Rusia y los países que no la condenen son los 'malos'.

Asimismo, por su propia historia y experiencia, muchos de los países en vías de desarrollo y del movimiento de los no alineados sienten que los países del mundo occidental carecen de la superioridad moral para imponer cuál es la narrativa y los principios a seguir en este contexto bélico. Para ser realmente efectivos, los países europeos deben basar sus relaciones con los países no alineados en intereses comunes y proponer acuerdos que conlleven beneficios mutuos. Esto también significa que la Unión Europea necesita cambiar la aproximación generalista en sus políticas hacia el continente africano y, en su lugar, tratar a cada país de manera individual.

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A mayores, Europa debe abstenerse de promover una narrativa que compare la actual situación con la Guerra Fría, pues esto inevitablemente conducirá a que se aproxime el conflicto desde la perspectiva del enfrentamiento entre dos grandes potencias, justamente lo que trataba de evitar el Movimiento de Países No Alineados. No será fácil, pues Europa está ya bastante alineada; hecho amplificado por el abandono de la política de neutralidad por parte de Suecia y Finlandia para unirse a la OTAN. Esto también se extiende a la retórica que reviste a la competición con China, donde Estados Unidos parece haber aprendido esta lección, como se evidenció con las palabras de Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional de la presidencia de Biden: "La competición no implica una confrontación o conflicto. No estamos buscando una Guerra Fría, y no queremos dividir el mundo en bloques rivales en los que cada país deba de escoger un bando".

La agresión rusa a Ucrania ha tergiversado las suposiciones europeas de que se construiría un orden global basado en las normas internacionales, y la Unión Europea, por este motivo, está buscando actuar de manera geopolítica. Esencial para convertirse en actor geopolítico, la UE debe de guiar la narrativa de cuál es su propósito y motivaciones, en oposición a lo que sus rivales afirman y la concepción negativa que tienen potenciales aliados de ella. Ganar la batalla de narrativas es importante porque estas construyen la opinión pública, y esta es esencial en la política exterior, pues puede acrecentar o disminuir la habilidad de los gobiernos de conseguir sus objetivos. Para lograr una relación exitosa con los países que vienen del grupo de los no alineados, es necesario que Europa aprenda a actuar de manera geopolítica mientras que trata a estas naciones como aliados reales con sus propios intereses y objetivos.

Hasta hace poco, el concepto del Movimiento de los Países No Alineados había quedado bastante olvidado en la esfera internacional. Esto fue antes de que el representante permanente de Uganda en las Naciones Unidas publicó en su Twitter una explicación de por qué su país se abstuvo en la resolución de marzo de la Asamblea General de la ONU sobre la invasión rusa de Ucrania. El representante de Uganda sostuvo que, "como futuro presidente del Movimiento de Países No Alineados (MPNA), la neutralidad debe de ser un principio rector. Uganda continuará llevando a cabo un rol constructivo en el mantenimiento de la paz y la seguridad en el plano regional y global".

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