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Manual del oligarca ruso: cómo lavar dinero en Reino Unido en seis cómodos pasos
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Oligarcas por un día

Manual del oligarca ruso: cómo lavar dinero en Reino Unido en seis cómodos pasos

Nadie podría sospechar todo lo que hay detrás la solemnidad de Westminster. Todo empieza con compañías fantasma y termina silenciando cualquier información crítica

Foto: Ilustración de un billete de 200 rublos, vista a través de un cristal roto. (Reuters/Dado Ruvic)
Ilustración de un billete de 200 rublos, vista a través de un cristal roto. (Reuters/Dado Ruvic)
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Estimado lector, quiero que se meta en la piel de un oligarca ruso. Pongamos que lleva mucho tiempo asociado a Vladímir Putin, quien le ayudó tras la caída de la Unión Soviética y que, como agradecimiento, le dio luego el control de una empresa estatal o alguna que arrebató ilegalmente a un opositor político. El presidente ruso exige su parte para cimentar su posición en el Kremlin. Pero usted tiene ahora miles de millones de dólares que tiene que blanquear. No se preocupe, 'Londongrado' le abre las puertas de par en par. Solo tiene que seguir los seis pasos que se detallan a continuación.

Los lazos británicos con Moscú no comienzan en 1991, sino que se remontan a la década de los 50. En ese momento, Reino Unido luchaba por encontrar su lugar en el mundo pos imperial, funda un sistema tremendamente opaco donde básicamente no se hacen preguntas, no se verifican datos. Nadie podría sospechar todo lo que hay detrás la solemnidad de Westminster, una de las democracias más antiguas de Europa

Foto: El Parlamento británico aplaude en pie el discurso del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. (Reuters/Jessica Taylor)

Pero las instituciones soviéticas tenían la habilidad de ocultar sus transacciones financieras detrás de 'compañías pantalla' (ficticias) registradas en lugares como Jersey, y, según los medios británicos, se cree incluso que la propia KGB usó la discreción –o llamémoslo secretismo– que proporcionaban los territorios extraterritoriales del Reino Unido para mover su dinero sin ser detectado.

Dado que muchos de los nuevos ricos rusos procedían de la élite gobernante soviética, no sorprende que enviaran su dinero a través de las mismas vías que sus predecesores. A medida que avanzaba la década de los 90, una serie de escándalos hizo que los fiscales de EEUU y Suiza comenzaran a prestar más atención a la avalancha de fortunas de dudosa procedencia. Pero no fue el caso del Reino Unido y Londres aprovechó la oportunidad para sacar rédito a su repentina ventaja competitiva como un importante centro financiero donde básicamente oligarcas campan a sus anchas.

No se trata de ningún secreto. Desde hace años, activistas y periodistas, como Oliver Bullough –autor de 'Butler to the World: cómo Gran Bretaña se convirtió en el sirviente de magnates, evasores de impuestos, cleptócratas y criminales'– llevan denunciando esta situación a través de libros, artículos o incluso 'Cleptotours'. Pero ha sido necesaria una guerra para que Downing Street comience a prestar atención.

Estos son los sencillos pasos a seguir para lavar dinero en Reino Unido:

1. Crear una 'compañía pantalla'

Lo primero que hay que hacer es crear una 'compañía ficticia' con la que nadie te pueda relacionar. El año pasado, en el Reino Unido se crearon 810.316 empresas. De éstas, 62.259 se encuentran en el edificio de Kemp House en City Road. No están ahí físicamente, solo están pagando para decir que esa es su dirección. Por supuesto, no significa que todas ellas estén cometiendo irregularidades. Muchos empresarios tienen razones legítimas para utilizar este mecanismo. Pero otros no. Darte de alta es increíblemente sencillo. Y la clave es que puedes registrar de manera 'online' la compañía bajo cualquier nombre porque nadie lo comprueba: pones Espinete y Don Pimpón y en dos días tienes los documentos.

2. Propiedad de la 'Compañía pantalla' offshore

Todas las formas de sociedades en el Reino Unido se deben incorporar y registrar en Companies House, el registro mercantil. La clave es que permite registrar la propiedad de cualquier empresa en un destino 'offshore'. Puedo crear una empresa en un paraíso fiscal como Seychelles para convertirla en la dueña de la empresa 'Espinete y Don Pimpón' que previamente había creado y nadie sabrá quién es en realidad el propietario. En teoría, se supone que debes decirle a Companies House la identidad del verdadero propietario. Pero en la práctica, a nadie le importa si lo haces o no. “Este es un engranaje crítico en la máquina de lavado de dinero”, explica Oliver Bullough en un didáctico video que en apenas unos días acumula cerca de dos millones de visitas.

Foto: Roman Abramovich. (Getty/Clive Mason)

3. Mover el dinero negro de Chipre a Londres

Putin te ha pagado miles de millones. El 'pequeño detalle' es que te ha realizado el ingreso en Chipre, que es donde se mueve la mayoría del dinero ruso. Por lo tanto, necesitas que alguien lo lleve hasta el Reino Unido. Pero no es inconveniente alguno porque las oficinas de Londres de entidades como Deutsche Bank o HSBC están dispuestos a hacerlo. “Los bancos con sede en Gran Bretaña son conocidos por mover dinero sucio. A veces llegan a ser penalizados. Pero pagan la multa con un pequeño porcentaje de sus ganancias y cada a uno a lo suyo como si no hubiera pasado nada”, matiza Bullough

4. Gastar el dinero

Una vez el dinero llega a Londres es el momento de gastarlo. Solo un ejemplo: Entre 2006 y 2016, Zamiza Hajiyeva, esposa del ex presidente del Banco Internacional de Azerbaiyán, llegó a utilizar 54 tarjetas de crédito distintas para gastar 16,3 millones de libras en los grandes almacenes Harrods. Terminó siendo detenida, pero constituye casi una excepción porque la Agencia Nacional contra el Crimen no tiene los recursos necesarios para luchar contra los superricos. Un caso fallido contra una rica familia kazaja, que terminó en un largo proceso judicial, le acabó costando a las autoridades 1,5 millones de libras en facturas legales, un tercio de su presupuesto internacional anticorrupción. En lugar de dar más recursos económicos, el Gobierno de Boris Johnson ha anunciado la creación de una nueva “unidad de cleptocracia” dentro de la Agencia Nacional contra el Crimen, como si cambiar el letrero de la puerta fuera a asustar ahora a los oligarcas.

Foto: Vista del distrito financiero de 'la city' de Londres. (EFE/Neil Hall)

5. Comprar una mansión

Harrods podría ser una opción apetecible. Pero, sin lugar a dudas, lo mejor que pueden hacer los oligarcas con su dinero de dudosa procedencia es comprar mansiones en el Reino Unido porque, dadas las leyes británicas de propiedad, es prácticamente imposible que las víctimas de sus delitos puedan recuperar algún día el dinero robado. Y es más, el sistema británico no solo permite que las 'compañías pantalla' del Reino Unido compren propiedades, sino además permite que las 'empresas ficticias' con sede en otros países y paraísos fiscales posean propiedades en suelo británico sin tener que decir quiénes realmente son los propietarios. Unas 87.000 propiedades en Inglaterra y Gales pertenecen a 'empresas offshore', lo que impide saber quiénes son sus verdaderos dueños o si fueron compradas con dinero delictivo. Casas por un valor total de 1.500 millones de libras han sido compradas por rusos con vínculos con el Kremlin o acusados de corrupción.

Propiedades valoradas en casi 430 millones de libras se encuentran en el distrito de Westminster -a pocos metros del Parlamento- y más de la mitad está en manos de empresas en territorios británicos de ultramar y dependencias de la Corona. En el exclusivo barrio de Belgravia, donde está el código postal más caro de planeta, hay casas por más de 10 millones de libras cada una que nadie sabe a quién pertenecen. Sus propietarios son empresas registradas en las Islas Vírgenes, Panamá o la Isla de Man, entre otros.

Foto: Johnson y Putin, en una reunión en 2020. (EFE/Alexei Nikolsky)

A los rusos les gusta además la ostentosidad. La mansión de Witanhurst –en Highgate, junto al parque de Hamspead Hill–, es la segunda vivienda más grande de Londres después del palacio de Buckingham. Está valorada en 300 millones de libras. El palacete consta de más de 60 habitaciones y un bajo de 3.800 metros cuadrados, con piscina, párking para 25 coches y sala de cine. Aquellos que trabajaron en la obra firmaron contratos vitalicios de confidencialidad. Se compró a través de una empresa en extranjero. Fue una investigación de la revista New Yorker en 2015 quien reveló que su propietario era Andrei Guriev. “El camino de Moscy a Kiev pasa por Belgravia. Durante décadas, el dinero robado en Londres ha ayudado a mantener a Putin en el poder. Es uno de los fracasos de la política británica más espectaculares desde la II Guerra Mundial. Solo una nueva guerra ha forzado a nuestro políticos a actuar, pero el récord hasta ahora es que los políticos han actuado con total cobardía y complicidad”, apunta Bullough

6. Silenciar preguntas incómodas

Queda claro, por tanto, que en el Reino Unido el sistema no hace preguntas. Y quien las plantee, periodistas o activistas incómodos, quedan silenciados, ya que el país cuenta con unas de las leyes de difamación más estrictas del mundo. Los oligarcas simplemente tienen que contratar un buen bufete de abogados de Londres, que están más que felices de aceptar su dinero, y llevar las voces críticas hasta el Tribunal Superior.

La ministra de Exteriores, Liz Truss, ha pedido ahora a los abogados del Gobierno que “encuentren literalmente cualquier forma” de tomar medidas enérgicas contra las llamadas 'Slapps' (demandas estratégicas contra la participación pública) donde los mega ricos explotan procedimientos legales largos y costosos para acallar a aquellos que investigan lo que no conviene que se sepa.

Foto: Evgeny Alexandrovich Lebedev, con la modelo Elizabeth Jane Hurley, acaricia un rinoceronte blanco. (Reuters)

Muchos estados de EEUU, así como algunas provincias canadienses han introducido leyes 'anti-Slapp'. No son todas iguales, pero generalmente implican que el investigador pueda presentar una solicitud ante el tribunal en una etapa temprana para que se desestime una demanda si se relaciona con contenido que es de interés público.

La principal abogada defensora de los medios, Caroline Kean, propuso en una entrevista con The Guardian que el investigador ni siquiera debería tener que presentar una solicitud, que podría ser costosa en sí misma, sino que el juez debería decidir automáticamente al comienzo de cada caso relacionado con el periodismo si se trata de interés público y, de ser así, debería detenerse y resolverse concediendo un derecho destacado a la réplica.

Qué está haciendo el Gobierno de Boris Johnson

El proyecto de Ley de Delitos Económicos se llevaba prometiendo desde 2016. Pero no ha sido hasta ahora cuando se ha presentado en el Parlamento, donde se espera que se apruebe por la vía rápida para estar listo tan pronto como la próxima semana. Básicamente está destinado a evitar que los oligarcas puedan comprar propiedades en el Reino Unido ocultando sus identidades a través de una red de empresas ficticias registradas en paraísos fiscales.

La legislación busca tres cosas claves: crear el tan esperado “registro de beneficiarios reales” –que estará a cargo de Companies House– para apostar por la transparencia, revisar “órdenes de riqueza inexplicables” y facilitar el enjuiciamiento de cualquier persona involucrada en el incumplimiento de sanciones.

Foto: Boris Johnson y Vladimir Putin en una imagen de archivo. (Reuters)

Sin embargo, tiene importantes lagunas que pueden dar ventaja a los oligarcas. Uno de los principales problemas es el tiempo que se da a los megáricos para declarar sus activos. En principio, iba a ser de 18 meses y finalmente se ha quedado en seis meses, en lugar de los 28 días que pedía la oposición. Y seis meses es tiempo más que suficiente para que los delincuentes vendan sus propiedades y encuentren otros activos en los que invertir.

Por otra parte, se ha votado en contra de la enmienda presentada por el 'tory' David Davis para que los activos se congelaran de inmediato cuando se anunciara el nombre de un oligarca antes de que fuera sancionados. Eso habría evitado a cualquier persona fichada formalmente por el Gobierno pudiera vender cualquier activo o sacarlo del Reino Unido, entre ellos, terrenos, casas, negocios, arte, joyería, yates, jets, oro o depósitos bancarios.

Y lo más preocupante de todo es que, al decidir cómo se debe declarar la propiedad, la 'titularidad real' se definirá como la posesión del 25% o más de un activo (pese a que la oposición había pedido reducir el umbral al 10%). Y los familiares quedan exentos. Por lo tanto, si un oligarca pone su mansión a nombre de su mujer y sus hijos, o aparece tan solo como propietario del 24% no tiene nada de lo que preocuparse.

Estimado lector, quiero que se meta en la piel de un oligarca ruso. Pongamos que lleva mucho tiempo asociado a Vladímir Putin, quien le ayudó tras la caída de la Unión Soviética y que, como agradecimiento, le dio luego el control de una empresa estatal o alguna que arrebató ilegalmente a un opositor político. El presidente ruso exige su parte para cimentar su posición en el Kremlin. Pero usted tiene ahora miles de millones de dólares que tiene que blanquear. No se preocupe, 'Londongrado' le abre las puertas de par en par. Solo tiene que seguir los seis pasos que se detallan a continuación.

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