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La peor crisis de la era Macron: pierde a su ministro 'galáctico' con la dimisión de Hulot
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UNA ESTRELLA DE LA SOCIEDAD CIVIL

La peor crisis de la era Macron: pierde a su ministro 'galáctico' con la dimisión de Hulot

Respetado por la extrema izquierda y los de Le Pen, Hulot era el único 'galáctico' del Gobierno, una estrella de la sociedad civil sin pasado partidista. Se va en un momento muy delicado para el Elíseo

Foto: Nicolas Hulot, ante el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una visita a Bretaña, el 20 de junio de 2018. (Reuters)
Nicolas Hulot, ante el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una visita a Bretaña, el 20 de junio de 2018. (Reuters)

Emmanuel Macron ha perdido a su ministro florero, a su bandera verde. Nicolas Hulot no ha resistido la utilización política de su persona y después de tragar cientos de culebras ha tirado la toalla casi con nocturnidad, sin avisar al presidente ni al primer ministro. El Mbappé de la política francesa rompe su contrato político y provoca así la peor crisis de la era Macron.

Nicolas Hulot, un periodista que se lanzó al estrellato popular con el programa de televisión 'Ushuahia', es uno de los personajes que copan las listas de preferencias de los franceses desde hace años. Especializado en cuestiones ecológicas, los últimos jefes del Estado, desde Jacques Chirac hasta Nicolas Sarkozy o François Hollande, han intentado ficharle como una estrella de la política no partidista, un tesoro de la sociedad civil.

Solo Macron consiguió convencerle para que se endosara el maillot de ministro de Ecología y Transición Energética. Era el único 'galáctico' del gabinete Macron, sin pasado ideológico partidista y respetado desde la extrema izquierda hasta las orillas de los Le Pen. El nuevo presidente daba así una capa de 'greenwashing' espectacular y mediático a su nuevo Gobierno.

Macron respeta la dimisión de ministro de Ecología y cuenta con su ayuda

Pero las promesas de Macron pronto levantaron las dudas de Hulot. Aun así, puede considerarse orgulloso de haber frenado la construcción de un nuevo aeropuerto cerca de Nantes, que supuso una guerra de años entre agricultores, ecologistas y militantes de extrema izquierda, contra partidarios del desarrollo económico de la región, como el ex primer ministro socialista de Hollande, Jean-Marc Ayrault.

Poco más de lo que alegrarse, porque su deseo de reducir la energía nuclear en la producción de electricidad se ha enviado 'ad calendas graecas', y, sobre todo, a pesar de que Francia ha decretado el fin del uso de glifosatos a tres años, mientras que en la UE serán cinco, para Hulot la medida era un fracaso.

Foto: El presidente francés Emmanuel Macron durante unas sesiones de consultas de ciudadanos sobre Europa, en Epinal. (Reuters)

El exministro reconoce que los 'lobbies' han ganado la partida. La última bofetada fue el lunes por la tarde. Hulot se encuentra en una reunión sobre la reforma de la caza con el histórico lobista procazadores Thierry Coste. Hulot le increpa incluso por su presencia en la reunión, que finaliza con la decisión de rebajar el permiso de caza, de 400 euros a 200.

Cuando Nicolas Hulot afirma sentirse solo dentro del Gobierno, no exagera. Era la 'figura verde' de Macron, pero por encima de él se imponían siempre otros, como el ministro de Agricultura, un defensor del glifosato y de la agricultura tradicional que tantas denuncias provoca en Francia por el uso masivo de pesticidas.

Por eso Hulot confiesa que ya está harto de reducir su nivel de exigencia. “No estoy hecho para la política, tal y como se practica hoy”, sentencia Hulot. Es una pulla a Macron, al que acusa indirectamente de descafeinar todas las iniciativas del ministerio. Sus palabras dejan entrever también que el presidente presta más oídos a los 'lobbies' que a su flamante excolaborador. La prensa no ha tardado en publicar la lista de colaboradores de segundo rango en los ministerios, exmiembros de 'lobbies' de diferentes actividades.

placeholder El presidente francés, Emmanuel Macron, y el ya exministro francés de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, asisten a un encuentro en Rungis, cerca de París. (EFE)
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el ya exministro francés de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, asisten a un encuentro en Rungis, cerca de París. (EFE)

Haber dimitido a través de la radio y sin avisar a sus jefes es una bofetada monumental para el orgullo de Emmanuel Macron, acostumbrado a la fidelidad perruna de sus ministros. Con Hulot, el presidente pierde a la única persona que le plantaba cara sin complejos ni temores. El portavoz del Gobierno, Benjamin Grivaux, ha subrayado la “falta de cortesía de Hulot hacia el presidente”.

No sería de extrañar que desde oscuros gabinetes cercanos al poder se reabra algún dosier que oscurezca la figura de Hulot, como la acusación de violación que data de hace años o su connivencia con empresas multinacionales, poco 'greenfriendly', que patrocinaban sus programas de televisión y sus viajes.

El bombazo Hulot estalla en un momento muy delicado para el Elíseo. Una vez pasado el efecto Benalla, Macron ha anunciado una serie de medidas sociales y económicas

El bombazo Hulot estalla en un momento muy delicado para el Elíseo. En plena 'rentrée' política y una vez pasado el efecto Benalla, el Gobierno ha anunciado una serie de medidas sociales y económicas que han quedado oscurecidas por la dimisión del ministro de Ecología y sus consecuencias.

Macron bien podría aprovechar la crisis para remodelar su Gobierno, por tercera vez en solo dos años. La ministra de Cultura, Françoise Nyssen, está en la picota por el impago de tasas en las obras de las sedes de su editorial, Actes Sud. Además del 'olvido' de pago al fisco, Nyssen y su marido, al frente de la famosa casa de edición, habrían emprendido reformas sin consultar con las autoridades de protección de edificios históricos de París.

La oposición, de un extremo a otro, pasando por centristas y conservadores, intenta sacar tajada del caso Hulot. Sin muchas ideas, divididos entre familias y sin poder legislativo, los opositores solo cuentan de momento con los tropiezos de Macron para sacudirse la depresión. El guardaespaldas Benalla les dio ánimos para iniciar el ataque. Hulot les ofrece argumentos políticos para desacreditar la sinceridad ecológica del jefe del Estado y los supuestos lazos peligrosos que mantiene con los 'lobbies'.

Emmanuel Macron ha perdido a su ministro florero, a su bandera verde. Nicolas Hulot no ha resistido la utilización política de su persona y después de tragar cientos de culebras ha tirado la toalla casi con nocturnidad, sin avisar al presidente ni al primer ministro. El Mbappé de la política francesa rompe su contrato político y provoca así la peor crisis de la era Macron.

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