El poder terapéutico de los animales

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Zucca, un labrador retriever, acompaña a un niño durante una sesión de dentista en Santiago, Chile | Reuters
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Zucca, un labrador retriever, acompaña a un niño durante una sesión de dentista en Santiago, Chile | Reuters

Atila, un perro entrenado para acompañar a pacientes con enfermedades mentales, se queda dormido durante una sesión en un centro de Elizondo, España | Reuters
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Atila, un perro entrenado para acompañar a pacientes con enfermedades mentales, se queda dormido durante una sesión en un centro de Elizondo, España | Reuters

Honor, un pony empleado para terapia en un hospital infantil de Nueva York | Reuters
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Honor, un pony empleado para terapia en un hospital infantil de Nueva York | Reuters

Una niña ciega camina con un perro durante una sesión de Terapia Asistida con Animales en Tecpan, a casi 90 kilómetros de Ciudad de Guatemala | Reuters
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Una niña ciega camina con un perro durante una sesión de "Terapia Asistida con Animales" en Tecpan, a casi 90 kilómetros de Ciudad de Guatemala | Reuters

Una niña abraza a Joca durante una sesión terapeútica en el Hospital infantil Sabara, en Sao Paulo | Reuters
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Una niña abraza a Joca durante una sesión terapeútica en el Hospital infantil Sabara, en Sao Paulo | Reuters

Kristina Hazelett, presa de 35 años, juega con un perro en una celda del MCSO Animal Safe Haven para animales maltratados, en Phoenix, Arizona | Reuters
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Kristina Hazelett, presa de 35 años, juega con un perro en una celda del MCSO Animal Safe Haven para animales maltratados, en Phoenix, Arizona | Reuters

Zucca, un labrador retriever, acompaña a un niño durante una sesión de dentista en Santiago, Chile | Reuters
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Zucca, un labrador retriever, acompaña a un niño durante una sesión de dentista en Santiago, Chile | Reuters

Desmond Allen lee un libro a Ginger durante un programa para animales abandonados en Berks, Pensilvania | Reuters
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Desmond Allen lee un libro a Ginger durante un programa para animales abandonados en Berks, Pensilvania | Reuters

Un niño nada con delfines durante una sesión terapeútica en el Delfinario de Kiev | Reuters
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Un niño nada con delfines durante una sesión terapeútica en el Delfinario de Kiev | Reuters

Hay enfermos que reciben cada día un poco de ayuda de perros, gatos, caballos y otros animales. A los pacientes les permite romper la monotonía del ingreso hospitalario, salir de la habitación para encontrarse con el animal y pasear y jugar con él, y también conlleva un aumento de las emociones positivas y que se sientan más seguros, ilusionados, felices y especiales.

Solo se ven unas horas a la semana pero la relación afectivo-emocional entre pacientes con, por ejemplo, una dolencia oncológica, psiquiátrica o una lesión medular ingresados en un hospital y perros de asistencia llega a ser tan intensa y placentera que les permite "desconectar" y hacer "menos penosa" la estancia.

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