Atrapados en la nieve: las 10 cosas que deberíamos llevar en el coche para viajar en invierno

Si hacemos caso de la predicción meteorológica para las próximas tres semanas publicada por la AEMET, no parece que vayamos a tener este año una blanca Navidad, limitándose el pronóstico de nevadas a corto plazo para algunas zonas de los Pirineos. Es decir, que hasta el día de Reyes tendríamos las precipitaciones más o menos normales para la época, y temperaturas nada extremas, con una primera semana hasta Nochebuena con algunas heladas, una segunda semana hasta Nochevieja de ambiente normal y una primera semana del año que, con las reservas oportunas porque aún resta mucho tiempo, tendría temperaturas superiores a las habituales para ese periodo. O, dicho de otra manera, no hay temporal a la vista.

Pero el invierno, que comienza oficialmente este jueves, es largo, y quienes utilicen el coche con frecuencia, ya sea por motivos profesionales, familiares o de ocio, harían bien en prepararlo de cara a la estación más fría del año. Si vivimos en la costa mediterránea, o en cualquiera de nuestras islas, este tipo de recomendación puede sonar exagerado, pero realmente hay pocos lugares en nuestra geografía que puedan librarse de la nieve en medio de un buen temporal. Porque territorios que suenan más a playa que a hielo, como Mallorca, Alicante o Murcia, también pueden vivir escenarios de crudo invierno. Y no digamos cuando nos movemos hacia el interior o ascendemos a cotas más altas.

Probablemente no lo usaremos

Lo primero que habrá que hacer es preparar el vehículo, comprobando el nivel del líquido anticongelante o verificando el estado de todas las luces o de los neumáticos, incluido el de repuesto, si es que nuestro coche tiene. Pero en este caso no nos vamos a ocupar de asuntos mecánicos, más vinculados al mantenimiento general, sino de lo que podríamos llamar el kit de emergencia invernal. Algo parecido a esa mochila que muchos tienen a mano en sus casas cuando viven en zonas de alto riesgo sísmico, pero en versión viaje. Y nuestro consejo es preparar también una pequeña mochila con lo básico, echarla mañana mismo al maletero de nuestro coche... y olvidarnos de ella; porque lo más habitual será que nunca debamos usarla, ya que las probabilidades de quedarnos inmovilizados por una gran nevada son mínimas. Tan bajas como las de chocar de frente contra otro vehículo, y no por eso la gente renuncia al airbag o al cinturón de seguridad. Se llama ser previsor, y bastará con sacar la mochila del coche cuando llegue abril y no haya habido ningún contratiempo. Pero si la cosa se tuerce durante el invierno, y para ello bastará con un poco de nieve, algún camión cruzado y decenas de automovilistas obstaculizando la carretera por no tener cadenas, agradeceremos ese kit de emergencia, con 10 elementos esenciales.

Las cadenas, todo un clásico

Los vehículos no traen cadenas, porque no son obligatorias, pero en muchas ocasiones sí es obligatorio el uso de cadenas, de modo que nuestro kit debería incluir unas. Y aunque siguen existiendo las de toda la vida, algo pesadas y complejas de colocar si no hemos ensayado antes, ahora hay modelos mucho más ligeros y manejables, como las fundas de tela, que ocupan muy poco espacio. Aunque también podemos evitar el uso de cadenas si equipamos nuestro coche con neumáticos de invierno o de todo tiempo: si lucen el símbolo con la montañita y un copo de nieve dentro, son tan efectivas como las cadenas y podremos acceder con seguridad a zonas nevadas o heladas.

Los otros nueve elementos útiles

Una mochila de tamaño medio será suficiente para colocar las otras nueve cosas que componen nuestro kit de emergencia invernal para el coche. Y empezaremos por un elemento que nos permitirá salir de apuros relacionados con la batería: unos cables arrancadores.

Pero si las cadenas o los cables de arranque no han conseguido ponernos en movimiento, puede que haya que afrontar unas horas de espera dentro del vehículo, y es entonces cuando agradeceremos el tercer elemento del kit: una ligera manta de viaje, porque si toca pasar unas horas en el habitáculo, arroparse para echar una cabezada nos sabrá a gloria.

Además, y como cuarto elemento, podremos incluir algo de ropa de abrigo, como unos guantes, un gorro, un par de calcetines (calarse los pies no es difícil si pisamos nieve) o uno de esos livianos chubasqueros plegados que apenas abultan. Porque colocar unas cadenas en medio del temporal, con nieve y viento, pero mal abrigados, puede convertirse en un suplicio. De hecho, recomendaríamos echar a la mochila unos guantes de ábrigo y otros de trabajo, porque cada uno nos será útil en un determinado momento.

Como quinto ingrediente para nuestra mochila, una linterna. Pero con pilas que tengan suficiente carga, aunque la mejor idea será echar también una caja de pilas de repuesto. De nuevo ponemos como ejemplo la instalación de las cadenas, porque de noche y con un tiempo de perros, la linterna será nuestro mejor aliado.

Además, deberíamos incorporar al kit algunas herramientas básicas, como unas tijeritas, alicates o un par de destornilladores, así como un rollo de cinta americana o un mechero.

El séptimo elemento, que hoy no debe faltar en cualquier viaje, es un cargador para el teléfono móvil, pero que sea compatible, lógicamente, con la toma del coche.

Y como estamos hablando de viajes invernales y de temporales, no puede faltar en la mochila un rascador para el hielo que nos permita limpiar los cristales fácilmente y sin dañarlos.

Como noveno elemento, también podemos echar a la mochila un pequeño kit de primeros auxilios con algunas cosas básicas, como tiritas, gasas, solución antiséptica, algodón y medicamentos esenciales que nos puedan sacar de un apuro, como un calmante.

Por último, nuestro consejo es echar a esa mochila salvadora unas botellitas de agua y algunos alimentos que ocupen poco espacio, como un paquete de galletas, bolsas de frutos secos o unas barritas energéticas. Como decíamos al principio, lo más probable es que superemos el invierno sin haber necesitado jamás nada de esto en nuestros viajes, y será entonces el momento de sacar las cosas del maletero. Aunque, bien mirado, algunos de los elementos de nuestro kit pueden venirnos muy bien durante el resto del año.