Estos son los radares de la Dirección General de Tráfico que detectan cuándo frenas

• El top 10 de los radares fijos de la DGT que más multas ponen en las carreteras españolas
• El radar que más multa de Madrid lleva cuatro años descalibrado

Los radares de la DGT tratan de evitar que los conductores vayan por las autovías y autopistas a mayor velocidad de la que deberían, pero hay una práctica muy común entre quienes ya saben dónde se encuentran ubicados los distintos radares: ir conduciendo por encima del límite de velocidad hasta que se acercan a ellos, dar un frenazo para reducir el ritmo, y una vez pasan el radar volver a ir más rápido.

Sin embargo, este truco cada vez es menos fiable, y ahora es más fácil ser pillado desde que la DGT introdujo hace un tiempo los conocidos como radares antifrenazo, que combinan un radar móvil y uno fijo para "cazar" a quienes traten de burlar el sistema.

TE PUEDE INTERESAR

¿Cómo saber si un radar de la DGT está activo y te puede multar? Esto es en lo que tienes que fijarte

J. García González

El método es el siguiente: hay un radar móvil y, unos pocos metros después, uno fijo. De esta manera, captan una mayor distancia recorrida y, si el conductor frena justo antes del radar fijo, el radar móvil anterior lo detectará.

Radares antifrenazo y de cascada

De manera similar, aunque no exactamente igual, funcionan los que se conocen como radares en cascada. La diferencia es que en estos cambia el orden, y tenemos primero el radar fijo y a continuación el móvil: con esta disposición, los conductores que tras pasar un radar fijo se confían y aumentan la velocidad podrán ser multados, al ser detectados por el posterior radar móvil.

Radares antifrenazo y de cascada funcionan de manera similar, con diferente disposición

Tanto los radares antifrenazo como los radares en cascada se encuentran habitualmente en puntos de las carreteras que son especialmente susceptibles a los accidentes, como puedan ser cruces peligrosos, para servir así como medida extra y controlar que los vehículos no superen los límites de velocidad y así reducir los riesgos.

En los últimos tiempos, la DGT ha hecho un mayor esfuerzo por evitar que los conductores sepan la ubicación exacta de sus radares, y en el caso de los antifrenazo y de cascada, conocerlo puede resultar aún más complicado ya que combinan dos tipos diferentes de radar. Además, ser pillado por este tipo de sistemas puede acarrear doble sanción: una multa por el exceso de velocidad, y otra por un frenazo repentino e injustificado, lo cual tiene previstas sanciones de 200 euros en el reglamento.