Así van los Giulia y Stelvio Tributo Italiano, una serie especial de Alfa Romeo limitada al 2024
La serie Tributo Italiano rinde homenaje a los orígenes de la marca, con detalles deportivos y mucho equipamiento. Y aunque también llegará al Tonale, esta vez nos centramos en el Giulia, que hemos probado con motor diésel, y en el Stelvio
Por primera vez en la historia de Alfa Romeo, la firma milanesa ha lanzado una serie especial global. Es decir, su gama actual, formada por la berlina Giulia y los SUV Tonale y Stelvio (a la espera de la presentación en abril del nuevo Milano), ofrece en todos los casos el nuevo acabado Tributo Italiano, que, como su propio nombre indica, rinde homenaje a los orígenes italianos de la marca. Tanto, que este acabado solamente se puede configurar con los colores de la bandera italiana: verde, blanco y rojo. Y únicamente estará a la venta durante este 2024, hecho que convierte en mucho más exclusivo a este nivel de acabado, que se caracteriza principalmente por incluir de serie casi todo el equipamiento disponible, al margen de la incorporación de diferentes elementos que acentúan la estética deportiva de los modelos.
Y es que, coincidiendo con la llegada de las versiones especiales Tributo Italiano en el inicio del año, Alfa Romeo ha actualizado el posicionamiento de sus acabados en las gamas Giulia y Stelvio. Ahora, el nivel Sprint marca el acceso a la gama, y por encima se sitúa el Veloce, mientras que a continuación aparece el Tributo Italiano y, por último, encontramos el Quadrifoglio. Si nos centramos en los nuevos Tributo Italiano, sus elementos estéticos más destacados son, como decíamos, los tres colores disponibles para la carrocería sacados de la bandera italiana (Rosso Alfa, Verde Montreal y Bianco Alfa), combinados siempre con el techo en negro, la bandera tricolore en las carcasas de los retrovisores, la parrilla delantera con inserción en V ( en Giulia y Stelvio va en negro) o las llantas de aleación (de 19 pulgadas en el Giulia y de 21 en el Stelvio), todas ellas combinadas con pinzas de freno Brembo rojas.
Mientras, en el interior, los asientos de cuero perforado cuentan con detalles en rojo, el distintivo Tributo Italiano bordado en los reposacabezas y costuras rojas en el tablero, los asientos y los paneles de las puertas. Y no solo son cuestiones estéticos, pues el acabado Tributo Italiano también está equipado de serie con aire acondicionado bizona, volante calefactado con levas de cambio de aluminio integradas en la columna de dirección, iluminación ambiental, asientos delanteros ventilados y calefactados, o un sistema de sonido prémium equipado con 14 altavoces de Harman Kardon, incluido un subwoofer.
Respecto a las motorizaciones posibles, tanto Giulia como Stelvio pueden combinar el acabado Tributo Italiano con una opción diésel, el 2.2 JTDM de 160 CV con tracción trasera, y dos propulsores de gasolina: un 2.2 Turbo de 210 CV y un 2.0 Turbo de 280 CV, ambos con transmisión automática de ocho velocidades y tracción total Q4. El Giulia parte desde los 57.900 euros, mientras el Stelvio lo hace desde 67.750 euros. En el caso del Tonale Tributo Italiano, que tendremos ocasión de probar en el próximo mes de marzo, las mecánicas son distintas a las de Giulia y Stelvio, pues ofrece un motor híbrido suave 1.5 de 160 CV TCT desde 52.050 euros y con etiqueta eco, y el Q4 Plug-In Hybrid de 280 CV, ya con distintivo cero de la DGT y que arranca en 61.050 euros.
Suspensión 'casi' de Quadrifoglio
Con motivo de su llegada a España, hemos podido conocer a fondo tanto el Giulia como el Stelvio con este nuevo acabado especial, conduciendo durante varias horas la versión del Giulia Tributo Italiano con motor diésel 2.2 JTDM de 160 CV. En sí, la berlina no presenta cambios mecánicos, salvo en la suspensión delantera, con el fin de mejorar su rendimiento. De hecho, los responsables de la marca italiana afirman que los cambios introducidos, con unos amortiguadores electrónicos con ajustes específicos, buscan un rendimiento similar al de las versiones Quadrifoglio.
Y tras realizar un recorrido próximo a los 250 kilómetros, casi en su totalidad por autopista y con un pequeño porcentaje de carreteras secundarias, comprobamos que el Giulia es un coche cómodo para realizar largos desplazamientos. Su suspensión es firme, pero no es un problema a la hora de pasar un bache o atravesar un badén. De hecho, encaja a la perfección con su talante, ya que permite que el coche vaya muy asentado sobre el asfalto. Además, se caracteriza por tener reacciones ágiles, ya que su dirección es muy directa y con un simple movimiento del volante notamos cómo el coche vira de forma instantánea hacia el lado que le hayamos indicado.
Respecto a su propulsor de 160 CV, al ralentí o circulando a baja velocidad el sonido del motor se introduce en el interior, aunque no resulta molesto. De hecho, a una velocidad sostenida de 120 km/h el habitáculo está bien insonorizado, y es posible mantener una conversación sin mayor problema. La potencia es suficiente para mover con garantías a la berlina italiana, y el par motor es de 450 Nm, de manera que acelera de cero a 100 km/h en 8,2 segundos y anuncia una velocidad máxima de 220 km/h. Asociado a la transmisión automática de ocho velocidades, esta también saca buena nota, ya que los cambios de marcha son rápidos, efectivos y permiten que la conducción sea fluida. Además, tiene un consumo reducido, pues homologa un gasto medio de 5,3 l/100 km en el ciclo WLTP.
Además, con el acabado Tributo Italiano se incluyen de serie un amplio listado de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), como el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de señales de tráfico y la asistencia de mantenimiento de carril, así como un detector de punto ciego, el detector de tráfico cruzado trasero o una cámara de alta resolución que ofrece una vista de 360 grados, entre otros.
Por primera vez en la historia de Alfa Romeo, la firma milanesa ha lanzado una serie especial global. Es decir, su gama actual, formada por la berlina Giulia y los SUV Tonale y Stelvio (a la espera de la presentación en abril del nuevo Milano), ofrece en todos los casos el nuevo acabado Tributo Italiano, que, como su propio nombre indica, rinde homenaje a los orígenes italianos de la marca. Tanto, que este acabado solamente se puede configurar con los colores de la bandera italiana: verde, blanco y rojo. Y únicamente estará a la venta durante este 2024, hecho que convierte en mucho más exclusivo a este nivel de acabado, que se caracteriza principalmente por incluir de serie casi todo el equipamiento disponible, al margen de la incorporación de diferentes elementos que acentúan la estética deportiva de los modelos.
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