Probamos el nuevo Kia Sportage, con gran variedad de mecánicas y desde 23.500 euros

La quinta generación del Sportage ya está aquí, un modelo fabricado en Europa y desarrollado específicamente para los gustos de los usuarios de nuestro continente que estrena la plataforma N3 de la que, por ejemplo, también se beneficia el nuevo Hyundai Tucson, segundo coches más vendido en nuestro país el pasado año. Y Kia tiene también puestas grandes esperanzas en su nuevo Sportage, pues según explicaba semanas atrás Eduardo Dívar, director general de Kia España, el objetivo para 2022 es vender 12.000 unidades, una quinta parte de los 60.000 vehículos que en total quiere matricular su marca en el mercado español, aunque estiman que hay margen de crecimiento hasta las 18.000 unidades del Sportage este año.

Y argumentos no les faltarán para que eso se cumpla, aunque Kia reconoce que el Sportage compite dentro del segmento de los SUV compactos con otro Kia, el Niro, y éste se renueva también este año, lo que añade incertidumbre a las ventas de uno y de otro. A la espera de probar esa nueva generación del Niro, ya desvelada, nos centraremos esta vez en el Sportage, con el que acabamos de tener nuestro primer contacto dinámico, pues hace nos meses ya habíamos tenido ocasión de conocerlo en directo pero sin posibilidad aún de conducirlo. En cambio, carreteras y autovías de Madrid y Toledo nos han permitido probar dos de las muchas versiones que componen su gama inicial: el 1.6 T-GDi de gasolina con 150 CV, sistema de hibridación suave MHEV y etiqueta eco de la DGT, y el 1.6 T-GDi HEV de tracción delantera (también se ofrece con tracción total), que es la variante híbrida autorrecargable de 230 CV, y también goza de distintivo eco.

Solo dos dentro de una oferta realmente extensa, pues Kia ha preferido traerlo todo y observar cuáles son las preferencias del público de cara a una hipotética simplificación de la gama más adelante. Desde enero, por ejemplo, ya se ofrecen todos los Sportage de gasolina con etiquetas ecológicas C y eco, mientras que a partir de marzo la familia se reforzará con las versiones diésel, disponibles con etiquetas C y eco también, y desde mayo estará disponible el Sportage PHEV, con mecánica híbrida enchufable de 265 CV y etiqueta cero emisiones.

Los precios arrancan en los 23.500 euros de la versión 1.6 T-GDi 4x2 150 CV Concept, y si queremos esa misma variante mecánica de gasolina con etiqueta C pero más equipada, el acabado Drive sube a 26.679 euros. Y los clientes que busquen un Sportage de motor diésel asequible deberán apuntar al 1.6 CRDi 4x2 115 CV, también con etiqueta C y con precios de 26.576 euros si elegimos el nivel de entrada Concept y 28.976 con acabado Drive.

A partir de ahí, todos los Sportage de los que ya conocemos sus precios (la factura de la versión PHEV aún no se ha hecho pública) tienen etiqueta eco, y arrancan en los 27.679 euros de la versión 1.6 T-GDi MHEV 4x2 de 150 CV con cambio manual y acabado Drive. Además, este mismo motor, dotado de hibridación suave, puede combinarse con el cambio automático de doble embrague 7DCT (a partir de 32.679 euros, pero ya con acabado Tech, aún más equipado). Y si el cliente quiere un Sportage con motor 1.6 T-GDi MHEV, pero dotado de cambio 7DCT y también de tracción 4x4, la potencia del motor se ve incrementada a 180 CV y los precios empiezan en los 38.729 euros, con acabado Tech.

Nuestro test con el Sportage 1.6 T-GDi MHEV 4x2 de 150 CV con cambio automático nos causó una muy grata impresión, pues el nuevo SUV de la firma coreana es un vehículo tremendamente agradable, con una estupenda calidad de terminación, buenos asientos y un diseño interior que calificaríamos de sobresaliente, pues es muy tecnológico pero, a la vez, muy intuitivo. Y el motivo es que mezcla innovaciones como sus grandes pantallas alineadas longitudinalmente (la instrumentación de 12,3 pulgadas y el panel táctil multifunción central, de idéntica medida) o el sistema que proyecta la retrovisión en el cuadro de instrumentos cuando activamos el intermitente (vemos el lado correspondiente) con algunos mandos convencionales que agilizan el acceso a funciones de uso habitual, como la climatización, la calefacción de asientos y volante, la selección de los modos de conducción... Un acierto total, en línea con otros productos de la marca, que da lecciones de ergonomía a la mayoría de fabricantes europeos.

Y el nuevo Sportage, que mide 4,52 metros de longitud por 1,87 de anchura y 1,65 de altura, resulta también convincente por amplitud y por funcionalidad, ya que su maletero homologa 591 litros en las versiones de gasolina sin ningún tipo de hibridación (587 en los HEV, 571 en los diésel, 562 en los MHEV de gasolina, 540 en el inminente PHEV y 526 en los MHEV diésel) y puede ampliarse hasta los 1.780 litros si abatimos por completo el respaldo posterior, que en favor de una mayor versatilidad están dividido en secciones 40:20:40.

En cuanto al dinamismo, el nuevo Sportage presume de un estupendo equilibrio entre confort de marcha y eficacia de comportamiento, con suspensión bien puesta a punto que no consiente mucho balanceo en curva y guía al coche por su sitio, frenos potentes y de buen tacto (discos ventilados en las cuatro ruedas), y una dirección precisa que tiene menos de dos vueltas y media entre topes en toda la gama, de modo que hasta en vías de montaña el manejo es sencillo. Y eso es algo que extendemos tanto a esa primera versión probada, de 150 CV como al Sportage HEV de 230 CV que probamos después, más potente y rápido, pero que también se comporta de cine pese a sus mayores prestaciones. Sin embargo, y a la espera de realizar un test de consumo más concienzudo, nos dió la sensación que la versión 1.6 T-GDi MHEV 150 CV gasta un poco más de la cuenta, siendo muy sensible al ritmo de marcha elegido. En cambio, nos pareció que el Sportage híbrido autorrecargable se mostraba menos sediento, aunque la ruta realizada con uno y con otro no era la misma y será mejor aguardar a tener más datos.

Si el cliente quiere un diésel con hibridación suave MHEV está de enhorabuena, porque Kia contempla esta excelente tecnología, que combina el ahorro de los motores de gasóleo con la etiqueta eco de los modelos electrificados. En este sentido, la factura básica corresponde al 1.6 CRDi MHEV 4x2 136 CV, que con acabado Concept cuesta 28.176 euros, o 30.576 con el equipamiento Drive. Y ojo, porque podemos asociar esta mecánica diésel MHEV de 136 CV al cambio automático 7DCT (desde 35.576 euros con el acabado tech) y a la tracción total 4x4, pudiendo escoger a su vez entre caja manual (desde 36.376 euros la versión Tech) y cambio 7DCT (desde 38.476 euros, también en versión Tech).

Y también con acabado GT-Line

Por último, los Sportage 1.6 HEV 230 CV, con su mecánica híbrida autorrecargable, están disponibles con tracción delantera 4x2 (desde 31.450 euros, con acabado Drive) y con tracción total 4x4 (desde 38.026 euros, pues arranca en el acabado Tech). Y tanto estos Sportage HEV como la mayoría de las versiones comentadas anteriormente están disponibles también con el acabado superior GT-Line, que además de un equipamiento más completo (llantas de aleación de 19 pulgadas, techo panorámico, tapicería GT-Line, levas en el volante, asientos delanteros ventilados y sistema de audio Premium Harman Kardon), implica una personalización exterior más deportiva: parrilla frontal, más detalles en el color de la carrocería que en el resto de versiones, cubrecárter cromado, retrovisores exteriores negros, techo negro, paragolpes específico, difusor posterior cromado...