Un estudio prevé que el 50% de los coches vendidos en España en 2026 serán eléctricos

El informe correspondiente al ‘IV Observatorio de la Movilidad Sostenible en España’, elaborado por la consultora Grant Thornton en colaboración con la Fundación Ibercaja y Mobility City, y que desglosa la situación del sector de la movilidad, así como las tendencias para evolucionar hacia una movilidad sostenible relacionadas con el medioambiente, la tecnología y los nuevos hábitos de la población, recuerda que nuestro país necesitará multiplicar por 15 el número de cargadores eléctricos públicos, de modo que pasemos de los 15.000 actuales a superar los 350.000, necesarios para cumplir los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030).

Esa es, a juicio de los autores del estudio, una de las dos condiciones principales de cara a la efectiva descarbonización de la movilidad y la implantación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) en 149 localidades españolas. La otra será el rejuvenecimiento del parque automovilístico, ya que en España, actualmente, el 63% de los vehículos tienen más de 10 años de antigüedad y la media al concluir el 2022 se situó en 14 años, siendo fundamental trabajar en la renovación del parque para no correr el riesgo de que los avances conseguidos en materia de electrificación se vean minimizados. En ese sentido, Mar García Ramos, socia de Automoción y Movilidad de Grant Thornton, opina que “la prioridad es renovar el parque de vehículos y alcanzar una movilidad que incluya atributos definidos y claros, como la sostenibilidad, la seguridad, la inclusividad o la eficiencia”.

Esta vez, el Observatorio de la Movilidad Sostenible insiste en resaltar la movilidad como un derecho fundamental, porque todas las personas deben tener acceso a opciones de transporte seguras, eficientes y sostenibles, con independencia de su situación económica o geográfica. Para ello, la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible es una pieza clave conformada por tres ejes fundamentales: fija la movilidad como un derecho social vinculado con la sostenibilidad y la salud, aboga por la digitalización del sector como forma de ofrecer soluciones a las necesidades de los ciudadanos y destaca la necesidad de una inversión eficiente que ofrezca una mayor calidad al usuario. Según García Ramos, “es preciso avanzar hacia una movilidad que satisfaga las necesidades de personas y empresas por igual, que fomente la innovación sin prejuicios tecnológicos y que redunde en mayor riqueza para el país”.

Pero el informe de Grant Thornton defiende que la transformación de la movilidad cuenta en la actualidad con varios obstáculos a los que se enfrenta el sector, como la falta de un criterio común en las normativas que aplican las ciudades para definir las ZBE, la necesidad de mayor información a los usuarios sobre las normativas que afectarán a la circulación de los vehículos en las ciudades o la falta de infraestructura de recarga, lo que retrasa la proliferación del vehículo eléctrico.

No obstante, y en referencia al periodo 2023-2030, el estudio presentado ayer en Zaragoza contempla una revitalización del volumen de ventas en el mercado español, que podría recuperar cifras comprendidas entre 1,3 y 1,4 millones de vehículos al año, un restablecimiento que, no obstante, podría verse afectado por varias tendencias que ya están modificando la realidad del sector, como las nuevas modalidades de propiedad o uso de los vehículos, la comercialización generalizada del vehículo eléctrico, la entrada de nuevos competidores en el mercado o el desarrollo de nuevos canales de venta y la digitalización de los procesos.

Para José Luis Rodrigo Escrig, director general de Fundación Ibercaja, “la labor conjunta entre empresas privadas y entidades públicas es imprescindible para lograr la transición hacia una movilidad más sostenible, donde los ciudadanos sean los protagonistas y los partícipes de este cambio necesario y requerido a nivel mundial”. Al respecto, el canal de venta a particulares a través de los concesionarios ya está perdiendo peso progresivamente a favor del mercado de empresas, sobre todo en lo que se refiere a compañías de renting y grandes clientes. Una situación que, como destaca el informe, se debe principalmente al incremento del sector del renting y a nuevos hábitos de compra y perfiles de consumidores.

Despunte del eléctrico hacia 2026

En otro de sus apartados, el informe explica que la conjunción de medidas sobre la oferta y la demanda deberían hacer crecer de manera sensible las ventas de vehículos eléctricos puros, que para 2026 podrían incrementarse de forma drástica si se dan las condiciones referidas a infraestructura de recarga. Para ese año, de hecho, el informe pronostica unas matriculaciones de vehículos eléctricos muy favorables en nuestro país, al prever que el 50% de los 1,3 millones de vehículos matriculados en ese ejercicio podrían ser eléctricos.

En cuanto a las ZBE, el informe de la consultora defiende que, junto con el crecimiento del coche electrificado, transformarán la movilidad, al recordar que casi el 11% de las emisiones totales de efecto invernadero en España están ocasionadas por el transporte urbano, del que el vehículo privado es el causante del 75%. Para los autores, las ciudades tienen un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización, y una de las medidas que se ha mostrado más eficaz es la creación de áreas de circulación restringida para vehículos contaminantes en los municipios de más de 50.000 habitantes. La implantación de las ZBE a partir de este año afectará a 149 ayuntamientos que engloban al 53% de la población española; pero para asegurar el buen resultado de dicha iniciativa será imprescindible que tengan unos criterios homogéneos en todas las ciudades y comunidades autónomas, lo que requerirá una coordinación más eficaz entre Administraciones.

Impulsar la movilidad electrificada será, según el estudio ahora presentado, esencial para el futuro de las ZBE y para combatir el cambio climático; y mientras que hasta 2020 las cuotas de mercado de vehículos eléctricos en España eran casi insignificantes, se percibe un punto de inflexión a partir de 2021 por la incidencia de factores como una mayor concienciación de la sociedad, la utilización de nuevas modalidades de movilidad, cambios legislativos o la optimización de los vehículos y sus trenes motrices.

Del coche a la bici y el patinete

Otra de las conclusiones del informe apunta a la aparición de nuevas tendencias en la movilidad que vienen marcadas por el usuario. Destacan que, según datos de la DGT, el número de expediciones de permisos de conducir en personas con edades entre 18 y 20 años ha descendido un 27,4% desde 2010, y un 40% de los encuestados en esa franja se plantea el cambio de un transporte privado de combustión por el uso de un medio de transporte de movilidad urbana como la bicicleta o el patinete.

Por otra parte, el 30% de los ciudadanos estaría dispuesto a dejar de tener un vehículo en propiedad y sustituirlo por el uso de servicios como el carsharing.

Peligros para nuestra industria

En lo que respecta al sector del automóvil en nuestro país, el informe del ‘IV Observatorio de la Movilidad Sostenible en España’ estima que la evolución del empleo en las actividades relacionadas con el vehículo eléctrico vendrá determinada por las tendencias que afectan al sector industrial de automoción, y especialmente en relación a dos posibilidades: en primer lugar, la desindustrialización a causa de la bajada importante del volumen de vehículos producidos en España, y, como segundo riesgo, la deslocalización de puestos de trabajo desde España hacia otros países de la Unión Europea con un coste laboral más bajo.

El informe destaca que el sector español de la automoción genera un empleo de calidad, con un 84% de los contratos indefinidos, dando trabajo a dos millones de personas y promoviendo la contratación en otras industrias, ya que por cada empleo creado por un fabricante se generan 7,5 en otros sectores. Pero con un entorno tan volátil y cambiante, la consultora opina que será necesario generar empleo flexible y adaptado a las nuevas necesidades del mercado, mediante nuevos planes de formación profesional.

Para Mar García Ramos, “el cambio en la industria implica también un cambio en las necesidades de los perfiles de los trabajadores hacia personal especializado en las nuevas tecnologías relacionadas con la movilidad sostenible y la digitalización. El éxito lo habremos obtenido si ninguna persona trabajadora pierde su empleo porque este haya dejado de ser necesario. Se deben centrar los esfuerzos en la recualificación para poder reubicar a los trabajadores en las nuevas tareas relacionadas con la movilidad sostenible y la digitalización”. Según la responsable de Automoción y Movilidad en Grant Thornton, el desarrollo del vehículo eléctrico será un claro ejemplo del trasvase de mano de obra del sector del automóvil tradicional hacia industrias relacionadas con la energía e infraestructuras de recarga, lo que exige nuevas necesidades formativas y cualificaciones.