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Más de lo mismo: España sigue alejándose de la media europea en electrificación
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Solo 4.717 cargadores más en 2022

Más de lo mismo: España sigue alejándose de la media europea en electrificación

Muchos vaticinaban para el final del 2022 el punto de inflexión hacia la electromovilidad en España, al menos en lo referido a infraestructura de recarga. Pero el último informe de Anfac es un jarro de agua fría, otro más, al describir la realidad

Foto: Plaza de aparcamiento reservada a la recarga de vehículos eléctricos. (Anfac)
Plaza de aparcamiento reservada a la recarga de vehículos eléctricos. (Anfac)

Cada tres meses, la patronal española de los fabricantes de automóviles, Anfac, publica el llamado 'Barómetro de la Electromovilidad', una útil herramienta para tomar el pulso al proceso, impuesto por la Unión Europea, hacia la electromovilidad. Es decir, hacia un territorio comunitario en el que, a partir del 1 de enero de 2035, solo se venderán turismos y vehículos comerciales nuevos dotados de mecánica sin rastro alguno de combustión. Y el informe trimestral, como ya hemos explicado en anteriores ocasiones, se fija en dos puntos para conocer si vamos a la velocidad necesaria para alcanzar los objetivos marcados: el porcentaje de vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables) y el número de puntos de recarga pública. Datos con los que se calcula un índice que también permite la comparación con el resto de países, donde también cada tres meses se elabora un estudio similar.

Y, como en la película 'El Día de la Marmota', la realidad descrita por el informe de Anfac es machaconamente reiterativa a la hora de fotografiar la pobre situación española en esta materia, pues lejos de recuperar el terreno perdido en los últimos años en relación a la media europea y a los países de nuestro entorno que deberían servirnos de referencia, nos seguimos hundiendo en la cola continental. De hecho, a lo largo de todo el 2022 nuestro indicador de electromovilidad pasó de 11,8 puntos sobre 100 a 15,3 sobre 100, lo que supone solo 3,5 puntos de mejora cuando la media europea creció 7 puntos, alcanzando ya los 33,7 puntos sobre 100

placeholder En 2022 se vendieron en España 78.316 turismo electrificados, muy lejos del objetivo.
En 2022 se vendieron en España 78.316 turismo electrificados, muy lejos del objetivo.

Tal y como destacaba la patronal de los fabricantes al presentar semanas atrás la 'Hoja de Ruta 2023-2025', el ritmo de desarrollo de la electrificación en Europa "se está partiendo en dos, reflejando dos grupos con diferentes velocidades, y donde España circula en el vagón de cola". En el grupo de cabeza, por ejemplo, Alemania, Países Bajos o Reino Unido crecen por encima de la media continental, destacando también el caso de Portugal, que gracias a una fiscalidad adaptada a los nuevos objetivos y a diversas medidas dirigidas a favorecer el desarrollo de la electromovilidad, se sitúa ya al nivel de la media en Europa tras haber acelerado su ritmo de desarrollo. Por el contrario, situada casi 15 puntos por debajo de la media continental, España se arrastra por el fondo, al nivel de países como Hungría, Chequia o Italia, que también muestran índices de electromovilidad bajísimos.

No obstante, el informe de Anfac, cerrado a 31 de diciembre de 2022, muestra que todas las comunidades mejoraron su índice a lo largo del pasado año, aunque fuese muy ligeramente, siendo Madrid la región mejor posicionada, con un total de 21,5 puntos sobre 100, seguida por Navarra (18,7 puntos) y Cataluña (18,5 puntos).

Baja proporción de electrificados

Durante el 2022, el indicador de penetración del vehículo electrificado logró una valoración media de 23,2 puntos en nuestro país, lo que representa un aumento de solo 3,6 puntos que nos deja en el antepenúltimo puesto del ranking europeo en ese capítulo. En esos mismos 12 meses, la media europea creció 7,4 puntos, el doble que en España, situándose ya en un total de 51,2 puntos sobre 100.

Porque a pesar de que las matriculaciones de vehículos electrificados crecieron el año pasado un 17,1%, esos 78.316 turismos electrificados se quedan muy lejos del hito mínimo fijado como objetivo para el 2022, que era de 120.000 nuevas ventas, en línea con el plan de reducción de emisiones para 2030 fijado desde el Gobierno.

Penúltimos en cargadores públicos

Pero, si cabe, la situación es aún peor en lo que se refiere al desarrollo de la infraestructura de recarga, pues si a comienzos del pasado año muchos defendían que habría un antes y un después en el segundo semestre del 2022, cuando prácticamente iban a instalarse cargadores eléctricos por todas partes, la realidad es que cerramos ese ejercicio ocupando las últimas posiciones en el ranking europeo. Penúltimos, para ser más precisos, solo por delante de Hungría. En 2022 alcanzamos una valoración de 7,3 puntos sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga, lo que representa un aumento de 3,3 puntos, pero la media europea creció en ese mismo periodo 6,7 puntos, hasta alcanzar una valoración total de 16,2 puntos. Además, si alguien se da por satisfecho con los 3,3 puntos de aumento en España, quizás debería comparar nuestra cansina progresión con la experimentada por Portugal, que solo en 2022 ascendió 13,7 puntos, hasta situarse ya por encima de la media europea con 20,5 puntos.

En el ámbito nacional, la mejora media de 3,3 puntos en el barómetro se explica principalmente por el despliegue de puntos de recarga rápida, y eso mismo es lo que ha situado a Castilla y León en cabeza, con un índice de infraestructura de recarga de 14,1 puntos, seguida por Navarra (11,2) y Cataluña (11,1). En el extremo opuesto encontramos a Andalucía, farolillo rojo español con 4,2 puntos.

placeholder Solo el 1,4% de los cargadores de acceso público en España alcanzan los 250 kW de potencia.
Solo el 1,4% de los cargadores de acceso público en España alcanzan los 250 kW de potencia.

Y es que al concluir el 2022, en España había solo 18.128 puntos de recarga de acceso público, que son 4.717 puntos más que un año antes pero nos dejan muy lejos de los 45.000 puntos de recarga con que deberíamos haber cerrado el pasado ejercicio, de acuerdo con los objetivos del PNIEC. Así las cosas, se convierte en una tarea hercúlea, o más bien improbable, que cerremos el 2023 con los 80.000 puntos que, como mínimo, se marca como meta nuestro Gobierno, que para este año también tiene programadas unas ventas de 250.000 vehículos electrificados... imposibles de alcanzar a este ritmo.

Por otro lado, del total de nuevos puntos de recarga instalados durante el 2022, el 55% (2.582 puntos) correspondían todavía a potencias de 22 kW o menos. De hecho, a 31 de diciembre solo el 21% de los puntos de recarga de acceso público que había en España superaban los 22 kW; y la fotografía de la electromovilidad en nuestro país sale aún mucho más borrosa si constatamos que solo el 1,4% de los puntos permiten la carga a 250 kW o más.

En este sentido, Anfac sigue demandando para España una red de recarga con suficiente capilaridad, cantidad y calidad, como recoge su 'Hoja de Ruta 2023-2025' y ya desarrolló hace tiempo al presentar las 16 medidas para el despliegue de puntos de recarga, así como el mapa de infraestructuras de recarga de acceso público a nivel nacional y por comunidades autónomas. Para su director general, José López-Tafall, "la electrificación de nuestra movilidad es, más que un compromiso, una exigencia, y más tras la confirmación por parte del Parlamento Europeo de la prohibición de los vehículos de combustión para 2035. Pero los resultados del barómetro de electromovilidad para 2022 evidencian que el nivel de exigencia requerido no está yendo acorde con el nivel de medidas para facilitar esta transición. En 2022 no se han logrado los objetivos mínimos ni de infraestructura de recarga ni de mercado necesarios para cumplir con las reducciones de emisiones marcadas para 2030".

Y López-Tafall insiste: "Desde el sector ya hemos advertido que el ritmo de electrificación está siendo muy lento. Hay oferta existente, pero tanto la demanda como el desarrollo de puntos de recarga públicos están siendo claramente insuficientes. Nos enfrentamos a un plazo de 12 años en el que solo se van a poder vender vehículos cero emisiones. Si queremos que este cambio sea una oportunidad y no un riesgo real para nuestra industria y su empleo, es necesario acelerar y actuar desde ya mismo. Desde Anfac hemos planteado nuestra hoja de ruta 2023-25, donde manifestamos las medidas con carácter urgente que se han de poner en marcha, amén de avisar de lo innecesario de la normativa Euro 7 de emisiones. El sector se ha comprometido a cumplir la normativa de emisiones vigente; venderá vehículos cero emisiones en 2035 si así lo exige la ley, pero no tiene sentido invertir tiempo, talento y dinero en hacer más eficientes vehículos de combustión con fecha de caducidad como exigiría la Euro 7/VII, y que penalizarían la apuesta por la electrificación con un exiguo resultado en materia de reducción de emisiones".

Cada tres meses, la patronal española de los fabricantes de automóviles, Anfac, publica el llamado 'Barómetro de la Electromovilidad', una útil herramienta para tomar el pulso al proceso, impuesto por la Unión Europea, hacia la electromovilidad. Es decir, hacia un territorio comunitario en el que, a partir del 1 de enero de 2035, solo se venderán turismos y vehículos comerciales nuevos dotados de mecánica sin rastro alguno de combustión. Y el informe trimestral, como ya hemos explicado en anteriores ocasiones, se fija en dos puntos para conocer si vamos a la velocidad necesaria para alcanzar los objetivos marcados: el porcentaje de vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables) y el número de puntos de recarga pública. Datos con los que se calcula un índice que también permite la comparación con el resto de países, donde también cada tres meses se elabora un estudio similar.

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