Nos subimos por primera vez en el Aston Martin DB12, un lujoso cupé para una nueva era

El lanzamiento del Aston Martin DB12 no solo supone la llegada de un nuevo actor al exclusivo catálogo de modelos del fabricante británico, también representa el inicio de una nueva era para la firma británica, pues es el primero de los vehículos deportivos de última generación de la marca. Anunciado el pasado mes de mayo, hace unos días pasó por Madrid la primera unidad del nuevo modelo, todavía preserie y que se mostró en las instalaciones de Aston Martin Madrid, el concesionario de la firma inglesa en la capital, y El Confidencial ha tenido ocasión de conocerlo de primera mano, aunque haya sido todavía en parado. Las primeras unidades llegarán a nuestro país, con suerte, en diciembre de este año o, en su defecto, en el primer trimestre de 2024. Y, para los más curiosos, "ya hay seis unidades vendidas en nuestro país", según nos confirman los responsables de Aston Martin Madrid.

En el primer contacto visual con el coche, sin lugar a dudas, el DB12 impresiona. Y no lo hace solo por su diseño, pues se trata de una suma de factores. Desde su lujosa pero radical silueta, pasando por las líneas de su nueva parrilla frontal, los retrovisores exteriores sin marco o la impresionante anchura del vehículo si lo miramos de frente. Porque este GT o Gran Turismo, como lo queramos llamar, es un cupé de 2+2 plazas que mide 4,73 metros de largo, 1,98 de ancho (2,15 contando los retrovisores) y 1,30 de altura, con una distancia entre ejes de 2,81 metros. Además, este DB12 es seis milímetros más ancho en la vía delantera y 22 en la trasera que el DB11, puntos que se traducen en una mayor agresividad en la parte estética y más espacio interior.

En el frontal se ha incluido una abertura de mayor tamaño para el radiador, debido a que el motor V8 de cuatro litros, que desgranaremos más adelante, requería mayor refrigeración. A ambos lados de la parrilla se ubican unos nuevos faros LED, con unas características luces de conducción diurna y elaborados detalles en la superficie. De hecho, en el morro está presente la evolución de la icónica insignia de las alas de Aston Martin, que denotan la importancia del vehículo para la marca de Gaydon y simboliza el inicio de esa nueva era.

En el lateral hay más detalles, como las llantas de aleación forjadas de 21 pulgadas, ocho kilos más livianas que las de 20 pulgadas usadas en su predecesor, y se asocian a neumáticos Michelin Pilot Sport 5 S fabricados conforme a las especificaciones precisas de Aston Martin. Además llaman la atención desde el primer momento los nuevos retrovisores que incorpora, que no tienen marco, y los tiradores de las puertas están enrasados en la carrocería. Mientras, en la trasera, el DB12 no difiere en exceso del DB11, pues encontramos las formas redondeadas propias del anterior modelo, las ópticas en forma de C y el alerón activo sobre el maletero.

El interior es totalmente nuevo

En el DB12, Aston Martin ha optado por renovar por completo el interior, con más tecnología y la misma calidad en los materiales utilizados y en los detalles que sus antecesores. De entrada, el puesto de conducción impresiona por la posición, al ir mucho más tumbados que en un vehículo convencional; y aunque es fácil acceder a todos los mandos del habitáculo, apenas veremos el capó delantero. De hecho, destaca la consola central elevada y la combinación de dos pantallas de 10,25 pulgadas con un sistema de infoentretenimiento propio de la marca, algo inédito en Aston Martin. En nuestro primer contacto con el cupé británico no tuvimos ocasión de toquetear el sistema, pero el fabricante afirma que el tiempo de reacción de la pantalla es muy rápido.

La artesanía sigue siendo un aspecto esencial de los Aston Martin, ya que todos sus vehículos se terminan a mano. Prueba de ello es la elección de la marca inglesa en los asientos del DB12, con un refinado cuero. Dentro del coche es fácil comprobar cómo Aston Martin apuesta por buscar un equilibro entre los comandos físicos y digitales. "Somos conscientes de la necesidad de equilibrar las órdenes enviadas a través de las pantallas táctiles con las ventajas que ofrecen los interruptores físicos", aseguran desde la marca. Por ello, en el DB12 encontramos botones para operaciones mecánicas básicas como la selección de marcha, de los modos de conducción, la calefacción o la ventilación. De hecho, también hay interruptores para la anulación de los sistemas ESP, del reglaje del chasis y del sonido de escape, así como para activar o desactivar el asistente de mantenimiento de carril o el sistema de control de la distancia de estacionamiento.

El GT británico también incluye un nuevo sistema de navegación que ofrece conectividad en línea y que permite al conductor buscar, por ejemplo, un restaurante, leer las opiniones y seleccionarlo como destino. O, incluso, buscar un destino en la aplicación de Aston Martin y enviarlo directamente al DB12. Este nuevo mapa 3D con tonos tenues ofrece instrucciones intuitivas y claras, que incluyen orientación sobre los carriles e información superpuesta del estado del tráfico en tiempo real. Además, hay disponible una vista de satélite para aquellos que deseen ver los detalles, con una función de descarga dinámica para visualizar el entorno durante la conducción. Esta conectividad en línea permite realizar actualizaciones y diagnóstico inalámbricos (OTA).

Un motor a la altura

Las prestaciones del DB12 son de infarto, pues bajo su largo capó ubica un propulsor V8 con doble turbocompresor que entrega 680 CV y 800 Nm, lo que supone un aumento del 34% respecto al modelo DB11. Realmente nos encontramos ante el mismo bloque motor usado en el DBX 707, donde rinde 707 CV, pero esta versión está ganando una identidad propia, y en Aston Martin han preferido separar ambas variantes y caballajes. No obstante, con esta configuración el DB12 logra acelerar de cero a 100 km/h en 3,6 segundos, o alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h. El modelo ingles está asociado a una transmisión automática de ocho velocidades y tiene un peso en báscula de 1.685 kilos en seco (sin combustible ni líquidos en el motor, y sin conductor).

Y este incremento considerable de potencia en el DB12 se ha logrado por diversos medios. Por ejemplo, la optimización de las relaciones de compresión, el uso de turbocompresores con un diámetro mayor y la mejora de la refrigeración. Y es que para gestionar las grandes exigencias térmicas, Aston Martin ha optado por rediseñar por completo el sistema de refrigeración y se han añadido dos enfriadores auxiliares al radiador principal existente. Además, y con el fin de garantizar que las temperaturas deseadas del aire de admisión del motor se consigan en todo tipo de condiciones, se ha integrado un radiador adicional de baja temperatura en el circuito de agua del enfriador de aire de carga.

Por otro lado, el enfriador exterior auxiliar para el aceite del motor tiene ahora el doble de superficie que su predecesor, para poder dar respuesta a las necesidades del circuito de lubricación. La refrigeración se ha optimizado aún más gracias a la mejora del flujo térmico del aire, a un incremento del 56% en el tamaño de las aberturas para permitir la entrada de un caudal mayor de aire frío en los radiadores y a la ubicación de las tomas de aire centrales del capó, encima de los dos turbocompresores para permitir la salida del aire caliente.

La potencia bien acompañada

Estas mejoras van ligadas a otras innovaciones mecánicas, como un aumento notable de la rigidez estructural, un sistema de dirección asistida que se anuncia como excepcionalmente preciso y directo, o un diferencial electrónico trasero E-Diff que mejora la agilidad, y va conectado al sistema de control electrónico de estabilidad (ESC). Este último utiliza mediciones de la inercia en seis ejes para predecir el agarre disponible y, en conjunto, con el diferencial, que mejora sensiblemente la capacidad de viraje del vehículo en cualquier condición. Además, el DB12 permite al conductor elegir entre cinco modos de conducción predefinidos.

Esto son los programas GT, Sport y Sport+, que ajustan progresivamente el comportamiento dinámico, de tal manera que en cada paso se ofrece al conductor más libertad para explorar los límites del agarre y la tracción; así como el modo Mojado, que mejora la estabilidad en superficies con poco agarre, y el modo Individual que permite al conductor adaptar los sistemas del vehículo de forma precisa según sus preferencias en términos de ajustes del chasis, el tren motor, el sistema ESP y el control de tracción. Los modos de conducción se seleccionan en la consola centra, donde un mando giratorio permite desplazarse de forma rápida y sencilla por la secuencia de los cinco programas predefinidos. La consola central también incluye botones individuales de anulación para los sistemas ESP, del chasis y de escape, situados en la zona inferior izquierda respecto al mando giratorio. Permiten al conductor anular la prioridad del modo de conducción y seleccionar sus ajustes preferidos.

Mientras, la estructura de aluminio extrudido del DB12 presenta una rigidez torsional un 7% superior a la del DB11, gracias a los cambios en diversos componentes de los bajos, el refuerzo transversal del motor, los paneles de protección (delantero y trasero) de los bajos, el travesaño delantero y la mampara trasera. El efecto conjunto, según Aston Martin, es una extraordinaria mejora de la rigidez torsional, y también de la rigidez lateral (en particular, entre las torretas delanteras y traseras), lo que consigue que los puntos de fijación de los amortiguadores y el eje trasero sean más sólidos y estables. Esto mejora las prestaciones, el aislamiento y el refinamiento de la suspensión, así como las sensaciones en la posición central de la dirección y en el resto de las posiciones y de conexión general con el conductor.

Gracias a la introducción de una nueva generación de amortiguadores inteligentes y a una intensa labor de ingeniería asociada a los componentes principales, que presentan un aumento del 500% del ancho de la banda en la distribución de las fuerzas, facilita un intervalo de control y un refinamiento mucho más amplios. En cuanto al sistema de frenos, para garantizar que el DB12 disponga de una potencia de frenado a la altura de su velocidad, lleva montados de serie discos de fundición de 400 milímetros en el eje delantero y de 360 en el trasero, con las caras ranuradas y perforadas para mejorar la refrigeración térmica. El servofreno también se ha reajustado para mejorar la sensación del pedal, ideado para ofrecer al conductor mayor confianza gracias a un pedal firme, con una impresión inmediata de potencia de frenado combinada con una respuesta progresiva.

Y para resaltar sus credenciales de superturismo, el DB12 permite montar frenos cerámicos reforzados con fibra de carbono (CCB) de forma opcional. Los frenos CCB ofrecen mejores prestaciones de frenado y reducen la pérdida de potencia de frenado a temperaturas superiores a 800 grados centígrados; además, aminoran la masa no suspendida en 27 kilogramos, en comparación con el sistema de frenos de serie, lo que a su vez mejora la calidad de la conducción y la respuesta de la dirección.