Probamos la Triumph Speed 400, una moto básica, excelente para el día a día

Tanto la Triumph Speed 400 como su gemela Scrambler 400 son las primeras monocilíndricas producidas por el fabricante británico desde que John Bloor rescatara la marca a mediados de los años ochenta, consiguiendo reflotarla y convertirla en uno de los puntales de la industria motociclista europea. Diseñada en Hinckley (Reino Unido), la producción de este motor está a cargo de Bajaj, el fabricante indio, y también en las plantas de Tailandia y Brasil de Triumph. La comercialización de este modelo arrancó el pasado verano en India, antes de llegar a Europa en 2024.

La Speed 400 y su gemela se encuadran en el catálogo de las Modern Classics de Triumph, motos de apariencia clásica dotadas de la más avanzada tecnología. El nuevo motor, bautizado como TR en homenaje a la histórica serie Trophy, es un diseño absolutamente nuevo que no guarda relación con ningún otro producto de la marca. Tiene una cilindrada de 398 centímetros cúbicos, culata de cuatro válvulas, doble árbol de levas y refrigeración líquida, aunque el cuidado diseño del cilindro, con un aleteado, sugiera la imagen de los antiguos modelos refrigerados por aire.

Alcanza una potencia de 40 CV a 8.000 rpm, y un par motor de 37,5 Nm a 6.500 rpm, según datos oficiales, lo que encuadra esta nueva Triumph en el segmento de las motos A2. Con sus 170 kilos de peso, la Speed 400 muestra un rendimiento difícil de alcanzar por otros modelos de similares características, dado que su equipamiento tecnológico es de primer nivel, con acelerador electrónico, embrague antirrebote, control de tracción desconectable y ABS de doble canal. Realmente no hay muchas motos con semejantes características dentro de su categoría.

Comparte el chasis tubular de doble cuna y basculante de aluminio con su gemela Scrambler, pero la parte ciclo de ambos modelos es diferente. La Speed 400 monta llantas de 17 pulgadas en ambas ruedas, disco delantero de 300 milímetros de diámetro con pinzas de cuatro pistones de anclaje radial y disco de 230 mm detrás. Las suspensiones están encomendadas a una horquilla invertida de 43 mm de diámetro y 140 mm de recorrido, y un amortiguador trasero de 130 mm, regulable en precarga.

La instrumentación es sencilla: cuenta con un velocímetro analógico y una pequeña pantalla LCD donde aparece el cuentarevoluciones y la marcha engranada, además de una variada y completa información; y también dispone de una toma USB en un lateral de la zona de la dirección. El faro redondo le confiere las formas clásicas que corresponden con su estilo, pero cuenta con una óptica LED de aspecto moderno que no desentona con el conjunto.

Aunque se trate de una moto sencilla y muy básica, los acabados corresponden con lo que cabe esperar de Triumph, un producto de primer nivel, que estéticamente entra por los ojos. Su atractivo es innegable, y ello se suma a un precio realmente competitivo que, seguramente, deja descolocada a la competencia: su PVP es de 5.395 euros. La relación calidad/precio es inmejorable.

En marcha

Como decimos, al primer vistazo te enamora por su cuidada estética y su refinado acabado. A pesar de tratarse de un motor monocilíndrico, su respuesta es suave y sin vibraciones, con un perfecto equilibrado de su funcionamiento. La posición de conducción es de lo más natural. La altura del asiento es de 790 mm, lo que facilita que cualquier usuario pueda poner ambos pies en el suelo, y teniendo en cuenta su bajo peso (170 kilos), la moto resulta de lo más manejable y da mucha confianza.

Los mandos son suaves, no tiene manetas regulables pero su ajuste es óptimo. El embrague se acciona sin esfuerzo y la palanca de cambios carece de dureza, así que el manejo de las marchas es fácil. La postura es cómoda, llevas los pies bastante abajo (a veces, sin querer, no resulta difícil arrastrar la puntera de la bota) y las rodillas bien estiradas, y como el manillar está en un término medio de altura, la posición de conducción es idónea, lo que unido al buen mullido del asiento hace que devores kilómetros sin molestias.

No ofrece grandes prestaciones, como cabe esperar de un motor de estas características, pero puedes rodar con soltura por encima de la velocidad del tráfico y siempre hay potencia de sobra para ir más allá. Puedes ver 160 km/h en el marcador sin tener que aplanarte sobre el depósito, y todavía le queda recorrido al motor, que monta una sexta muy larga y hace que no llegues al régimen máximo. Si lo quieres encontrar, tienes que hacerlo en quinta, llevando el motor hasta las 10.000 rpm.

Para sacarle partido a sus 40 CV hay que rodar siempre a regímenes altos, pero para moverte en los límites de velocidad legales no hay que exprimir el motor, que siempre responde de forma constante. No obstante, ese tipo de conducción de alta velocidad por autovía o autopista no encaja con la filosofía de esta moto. Su mundo está en el día a día de la ciudad, donde se maneja con ejemplar agilidad, así como en las vías interurbanas, donde su dinamismo es excelente, y en las salidas de fin de semana por carreteras secundarias. La Speed 400 no se deja impresionar por ninguna montura si se trata de hacer puertos y curvas, porque disfruta de un equilibrio extraordinario.

El buen rendimiento de la parte ciclo, con una suspensión firme pero no rígida, y un equipo de frenos que va más que sobrado, hace de su uso en carretera una verdadera delicia. Puede que le falte el empuje de un motor más potente, de una cilindrada superior, pero realmente no es necesario. La Speed 400 te da todo lo que necesitas para disfrutar de una relajada ruta por carretera, solo o en compañía, porque el asiento del pasajero también está cuidadosamente acabado y ofrece mucha comodidad.

Y todo ello, como decíamos, por un precio difícil de superar, de 5.395 euros; y con un consumo ciertamente bajo, en torno a los 4 l/100 km, de modo que con su pequeño depósito de sólo 13 litros puedes disfrutar de más de 300 kilómetros de autonomía. Es decir, la Speed 400 te ofrece mucho por muy poco.

Ficha técnica. Triumph Speed 400

Motor: Monocilíndrico, DOHC, 4 válvulas, refrigeración líquida.

Cilindrada: 398 c.c.

Potencia máxima: 40 CV a 8.000 rpm.

Par máximo: 37,5 Nm a 6.500 rpm.

Distancia entre ejes: 1.377 mm.

Altura de asiento: 790 mm.

Peso: 170 kg.

Frenos: ABS de doble canal, disco de 300 mm delante, un disco de 230 mm detrás.

Neumáticos: 110/70-17 delante y 150/60-17 detrás.

Depósito de combustible: 13 litros.