Probamos la Triumph Street Triple 765 RS, una moto 'naked' con espíritu deportivo
La saga Street Triple es una de las más consolidadas en el catálogo de Triumph, y la versión 765 RS se ha renovado por completo, ofreciendo una respuesta mejor sin perder un ápice de sus virtudes
Desde su vuelta a la vida en la década de los años 90 del pasado siglo, Triumph se ha distinguido por imprimir un carácter muy personal a todos sus modelos. Igual que otros fabricantes llevan a gala unas determinadas señas de identidad, en Triumph se distinguen por haber elegido una configuración singular, el motor tricilíndrico (que después ha sido incorporado por otros fabricantes), que reúne las virtudes de ofrecer una respuesta suave y lineal, y mucho par. Puede que sea una apreciación personal, pero considero que el motor de tres cilindros es la configuración ideal para una motocicleta, puesto que aúna una serie de características que contribuyen a crear una moto equilibrada.
En 2023, Triumph actualizó su saga Street Triple, y la ha dotado de un carácter deportivo como nunca. Son tres modelos: Street Triple R, Moto2 Edition y Street Triple RS, esta última, la moto que probamos hoy. Si ya por concepto esta naked es una moto deportiva, la asociación de Triumph con la categoría de Moto2 del Campeonato del Mundo de MotoGP, donde el fabricante británico se ha convertido en suministrador oficial de motores, hace que se acentúe la deportividad de la Street Triple.
Con su motor de 765 cc y 130 CV de potencia (ha ganado 7 CV con respecto a la versión anterior) y 80 Nm de par, la Street Triple RS es una moto que no tiene nada que envidiar a cualquiera de las deportivas del mercado. Sabemos que, por concepto, una naked, una moto sin carenado, tiene ciertas limitaciones, pero este modelo ofrece muchas satisfacciones para aquellos que busquen una moto deportiva, con carácter, para disfrutar en salidas de fin de semana e, incluso, en incursiones en circuito, pero que al mismo tiempo resulta útil para el día a día.
Además de su actualización mecánica, que no ha hecho que pierda ese atractivo pulso y el inconfundible sonido de su motor tricilíndrico, la Street Triple RS disfruta de una notable implementación electrónica. Lo vemos nada más dar al contacto, con una nueva pantalla de instrumentación TFT de 5 pulgadas, que ofrece cuatro visualizaciones diferentes y una completa información, y sobre la que te mueves con soltura e intuición.
Dispone de cinco modos de gestión: Road, Rain, Sport, Track y Rider, que es el programa que se puede personalizar, y en cada modo se configura un nivel de ABS, un mapa de motor (Road, Rain, Sport y Track) y uno de control de tracción (Road, Rain y Track). Todas las ayudas electrónicas, como el control de tracción, el antiwheelie y el ABS, están gestionados por una IMU, la unidad inercial que controla la posición en que se encuentra la moto en todo momento.
Con el modo Rain limita la potencia a 100 CV, y los sistemas de control se sitúan en la posición más intrusiva. El modo Road ofrece toda su potencia, pero con una respuesta más suave y menos control de tracción que en modo Rain. El modo Sport ofrece más vivacidad en la respuesta, y Track es más agresivo y tiene menos controles, haciéndolo ideal para hacer tandas en circuito. Además, la instrumentación viene dotada de cronómetro, y la propia pantalla tiene testigos luminosos que te indican la entrada en acción de algunos de los sistemas de control.
En marcha
La primera sensación que se tiene es la altura del asiento, 836 mm, que puede parecer un tanto elevada para su uso en ciudad. Sin embargo, su ligereza y estrechez alivia la situación. No obstante, Triumph ofrece como opción un asiento 28 m más bajo, y si no fuera suficiente, el concesionario tiene un kit que lo rebaja 10 mm más. También llama la atención la anchura de su manillar, que permite disfrutar de mayor brazo de palanca aunque el ángulo de giro no es muy grande; pero subido en la Street Triple te sientes cómodo. La posición no fatiga, no se cargan los antebrazos y el asiento es amplio. Invita a estirarse tanto como se pueda y a abrazar el depósito para afrontar la acometida del viento, y en esa postura, la posición no resulta incómoda.
La geometría de la moto corresponde a su carácter deportivo, porque está cargada sobre el tren delantero y eso le da una seguridad al pisar el trazado. El bastidor y las suspensiones son rígidas, como cabe esperar, y esa combinación de rigidez y geometría cerrada hace que sea muy ágil en curva. A ello también contribuye su ligereza, porque peso sólo 188 kilos. Esa combinación entre agilidad, estabilidad y respuesta suave del motor hace que una salida en moto por la carretera sea una verdadera delicia. Pero, al mismo tiempo, en los modos más deportivos, la Street Triple RS se convierte en una divertida deportiva que se puede exprimir al máximo en un circuito.
Ofrece potencia desde abajo, sale con suavidad desde 2.000 rpm y el motor estira y estira hasta no tener fin, pues el corte de encendido se sitúa en torno a las 14.000 rpm, aunque no necesitas llegar a ese régimen para disfrutar de la moto. El quickshifter del cambio te permite subir y bajar marchas sin embrague y sin cortar gas, y su funcionamiento es impecable. La verdad es que es una faena que este sistema no esté ya implantado en todas las motos del mercado, porque cuando pasas de una moto que lo tiene a otra que no, sientes una sensación frustrante.
Como decimos, el motor está lleno, no tiene vacíos en la entrega de potencia, que rebosa en todos los modos y en todas las marchas, por lo menos para este que escribe. Es una moto que está al alcance de cualquiera porque, sea cual sea el ritmo que le quieras imprimir, más relajado o más vivo, es una máquina de lo más agradable y agradecida.
Su impecable parte ciclo da una confianza extraordinaria. El equipo de frenada, con dos discos de 310 mm de diámetro, bomba radial Brembo MCS y pinzas Stylema, ofrece una seguridad absoluta. Y, además, la actuación del ABS se puede configurar en modo Road y Track. Y las suspensiones, con una horquilla Showa y un amortiguador Öhlins, de alto nivel y completamente configurables en todas sus posibilidades, permiten ajustar la respuesta a tus necesidades y al asfalto por el que ruedes.
Si lo que necesitas es una moto deportiva sin renunciar a un uso habitual en tu día a día, no cabe duda que la Triumph Street Triple 765 RS puede darte muchas satisfacciones. Su PVP es de 13.395 euros, un precio más que razonable habida cuenta de su calidad, con impecables acabados, un equipamiento de primer nivel y una respuesta más que satisfactoria.
Ficha técnica. Triumph Street Triple 765 RS
Motor: Tricilíndrico en línea, DOHC, 4 válvulas, refrigeración líquida.
Cilindrada: 765 c.c.
Potencia máxima: 130 CV a 12.000 rpm.
Par máximo: 80 Nm a 9.500 rpm.
Distancia entre ejes: 1.399 mm.
Altura de asiento: 836 mm.
Peso: 188 kg.
Frenos: ABS de doble canal, doble disco de 310 mm delante, un disco de 220 mm detrás.
Neumáticos: 120/70-17 delante y 180/55-17 detrás.
Depósito de combustible: 15 litros.
Desde su vuelta a la vida en la década de los años 90 del pasado siglo, Triumph se ha distinguido por imprimir un carácter muy personal a todos sus modelos. Igual que otros fabricantes llevan a gala unas determinadas señas de identidad, en Triumph se distinguen por haber elegido una configuración singular, el motor tricilíndrico (que después ha sido incorporado por otros fabricantes), que reúne las virtudes de ofrecer una respuesta suave y lineal, y mucho par. Puede que sea una apreciación personal, pero considero que el motor de tres cilindros es la configuración ideal para una motocicleta, puesto que aúna una serie de características que contribuyen a crear una moto equilibrada.
- Honda recupera su modelo Hornet con la nueva CB750, presentada en Intermot Juan Pedro de la Torre
- Probamos la gama QJ Motor, que quiere ser protagonista en el mercado de la moto Juan Pedro de la Torre
- Probamos la Triumph Trident 660, mucho más que un simple modelo de acceso Juan Pedro de la Torre