Carlos Tavares: "Necesitamos saber si los políticos están a favor o no de la movilidad"

Stellantis fue uno de los pocos gigantes mundiales con presencia en el Salón del Automóvil de París, una cita imprescindible en las últimas décadas pero a la que faltaron en esta edición decenas de fabricantes, poniendo de manifiesto la incertidumbre sobre el futuro de este tipo de eventos. De hecho, la propia Stellantis racionó su participación en la feria parisina, limitando a tres el número de marcas representadas: DS, que acudía con el renovado DS 3; Jeep, que presentaba en público por vez primera el Avenger; y Peugeot, que mostraba el 408. Pero de las otras marcas del grupo en Europa, como Fiat, Alfa Romeo, Opel o Citroën, que simboliza casi tanto a la capital gala como el curso del Sena, ni rastro esta vez.

Con el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, teníamos concertado un encuentro, y este se produjo minutos antes de que el directivo portugués recibiera en su zona de exposición al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, que este año parece haberse volcado con el Salón de París y con el sector al que representa. Son tiempos de crisis y de transformación, y cada país se juega mucho. De hecho, Tavares aprovechó la presencia de Macron, con el que cenó la noche anterior en compañía de otros dirigentes del sector, para anunciar oficialmente la producción en las instalaciones de Mulhouse, en el este del país, de tres nuevos modelos eléctricos: los Peugeot e-308, e-308 Station Wagon y e-408.

"Nuestro compromiso con la neutralidad de carbono en 2038, por delante de todos nuestros competidores, beneficia a Francia, donde estamos, y seguirá siendo el líder comercial e industrial con 12 modelos eléctricos de Stellantis fabricados con orgullo y pasión por nuestros empleados en nuestras 12 plantas de ensamblaje y componentes", manifestó el CEO de Stellantis. "Al optar por producir los futuros Peugeot e-308 y e-408 en nuestra planta de Mulhouse, Stellantis confirma que está dando a cada una de sus instalaciones industriales francesas un futuro para la era de la postcombustión".

El grupo liderado por Carlos Tavares se propone presentar 28 vehículos eléctricos de batería (BEV) adicionales totalmente nuevos hasta 2024, y la compañía producirá en Francia un total de 12 vehículos BEV en cinco fábricas en 2024, con una capacidad instalada de producción de un millón de vehículos. Además, se producirán componentes eléctricos clave, como e-motores, cajas de cambios y baterías e-DCT en siete emplazamientos del país y, como destacan desde el grupo, "utilizando tecnologías francesas".

Una estrategia de defensa del tejido industrial francés que anima a preguntar a Tavares sobre la notoria presencia de marcas chinas, e incluso de Vietnam, en la cita parisina, donde la industria asiática más joven parecía haber ocupado rápidamente los huecos dejados por los grandes de la automoción alemanes, italianos, suecos, británicos, japoneses o coreanos, desaparecidos de la feria. "La ofensiva china no es ninguna sorpresa, ya sabíamos que venían, y lo hacen con unos precios muy competitivos; pero Stellantis es líder en Europa en el mercado electrificado, y estamos en todos los frentes, desde la construcción de gigafactorías a la producción de transmisiones eléctricas", explicaba el CEO de Stellantis.

No obstante, Tavares volvió a reclamar de los políticos europeos "una posición clara, y que digan si están a favor o están en contra de la movilidad de las familias, y si están a favor o no de que un usuario coja el coche el sábado por la mañana para viajar junto a los suyos y ejercer su libertad de usar un vehículo particular". En este sentido, el CEO de Stellantis explicó que durante su encuentro con Macron la noche anterior recordó al presidente francés que "los políticos han sido los que han elegido la tecnología, no la industria, y que eso es una muestra de dogmatismo, cuando la industria es más partidaria del pragmatismo".

"Dogmatismo contra pragmatismo", insistió Carlos Tavares ante las dos decenas de jurados del premio europeo 'Car of the Year' que acudimos al encuentro. "Si ellos quieren que la gente se mueva con coches eléctricos, tendrían que haber asegurado antes que habría energía eléctrica limpia suficiente, y de eso quizá estamos todavía a 20 años. Tú tardas ahora diez veces más en recargar tu eléctrico que en repostar combustible, y necesitaremos unos 10 años para contar con la infraestructura de recarga necesaria, y otros 10 años para que la energía sea limpia".

Stellantis quiere alcanzar las emisiones neutras de carbono en 2038, con una reducción que para el 2030 debería suponer ya el 50% en relación a los datos de 2021. Y a finales de esta década el grupo quiere marcar la pauta en la venta de coches eléctricos, logrando que sean ya el 100% de sus matriculaciones en Europa y el 50% en Estados Unidos, pues en 2030 confían en contar ya con 75 vehículos eléctricos de batería en sus gamas y tener unas ventas anuales de cinco millones de vehículos BEV. Pese a ello, Tavares explica que será duro: "Un eléctrico que cueste 25.000 euros no se verá igual en un país que en otro, porque para unos será asequible y para otros caro. La clave está en bajar el precio de la batería, y esa será la forma de competir con las marcas chinas".

Al respecto, el CEO de Stellantis insiste en una demanda que viene repitiendo desde hace tiempo: "Se debería proteger a la industria europea en este periodo de transición hasta el 2035, porque la llegada de fabricantes chinos supone un riesgo añadido, y nuestra industria necesita tiempo para llevar a cabo esta transformación". Y el directivo portugués no cree que la nueva norma sobre emisiones Euro 7 sea la mejor forma de ayudar a nuestra industria: "Trabajar en su cumplimiento absorbe una enorme cantidad de dinero y de tiempo de nuestros ingenieros, y preferimos invertir ya esos recursos en la electrificación. Pero el objetivo debería ser alcanzar las cero emisiones, no la electrificación como tal".

En cuanto a la marcha del grupo, Carlos Tavares se mostró muy satisfecho con la evolución de Alfa Romeo, que ya le parece "una marca asegurada tras la llegada del Tonale, porque es un producto rentable que garantiza beneficios". En idéntico sentido se pronunció sobre DS Automobile, "también con un beneficio muy alto", mientras que el principal responsable de Stellantis quiso destacar el "gran trabajo que se está haciendo con las marcas americanas del grupo, pues Jeep, RAM y Dodge están duplicando la rentabilidad en Norteamérica en relación a nuestra competencia".