Autonomía, carga rápida… Los cinco puntos fuertes del nuevo híbrido enchufable de Mazda

El último miembro de la familia Mazda, el MX-30 e-Skyactiv R-EV, como no podía ser de otro modo, es un SUV eléctrico. Este segundo híbrido enchufable recupera una de las señas de identidad del fabricante, su motor rotativo. Pero, esta vez, no es el propulsor principal, sino que funciona como extensor de la autonomía del motor eléctrico, de modo que el que impulsa las ruedas es este último.

Desde la autonomía o su diseño hasta la experiencia de conducción y planes de ahorro en el precio, desgranamos los cinco puntos fuertes del nuevo PHEV de los de Hiroshima:

1. Autonomía

En el MX-30 e-Skyactiv R-EV hay que distinguir entre dos autonomías, la eléctrica y la total. La primera es la distancia que el coche puede recorrer sin necesidad de tirar del motor de combustión. En este caso, es entre 85 y 110 kilómetros, según el ciclo urbano WLTP, lo que permite realizar las actividades del día a día con cero emisiones. En cambio, cuando el rotativo entra en juego, y gracias a un tanque con capacidad para 50 litros de combustible, la autonomía se extiende hasta los 680 kilómetros sin necesidad de repostar en una gasolinera ni de recargar la batería. Lo que también convierte a este híbrido enchufable en un compañero para viajes largos.

2. Experiencia de conducción

Otra de las características de los Mazda es la experiencia de conducción. El fabricante japonés busca una conexión entre el conductor y el vehículo, similar a la que los jinetes sienten con sus caballos; lo que denominan la filosofía Jinba Ittai. Esto lo trasladan a todos sus vehículos, sean de combustión o eléctricos.

En el caso del nuevo PHEV, han incorporado algunas novedades para que el movimiento sea lo más fluido posible. Esto lo consiguen, entre otras tecnologías, gracias a que el motor eléctrico entrega el par a las ruedas de una manera suave y progresiva, sin brusquedades. También al control dinámico del vehículo, llamado G-Vectoring Control Plus, que permite mayor estabilidad en maniobras más complicadas como curvas, firmes deslizantes o cambios de carril a velocidades altas, al aplicar una ligera fuerza de frenado en las ruedas exteriores cuando el conductor mueve el volante a la posición central. Además, con las levas en el volante puede controlarse con mayor facilidad la velocidad, variando el nivel de regeneración del vehículo.

Lo mismo ocurre con la frenada: su sistema de freno regenerativo, unido al freno fricción, detecta la presión con la que el conductor pisa el pedal de freno, determinando la fuerza necesaria y evitando, así, frenazos violentos.

3. Recargas más sencillas y rápidas

El último lanzamiento de los de Hiroshima puede recargarse de dos maneras, a través del motor rotativo empleando la energía de la gasolina y mediante el conector en un punto de recarga, ya sea público, mediante carga rápida en corriente continua o en casa, mediante un enchufe Schuko (tipo F) o un cargador de pared. En un punto de carga rápida de 36 kW o más, teniendo la batería al 20%, se recarga en 25 minutos hasta el 80%. Este tiempo aumenta hasta los 50 en una carga normal trifásica de corriente alterna de 11 kW, y hasta la hora y media con una normal monofásica de corriente alterna de 7,2 kW.

Lo bueno es que este PHEV viene equipado de serie con los cables, modo2 y modo3, para cargarlo de todas las formas que acabamos de explicar. Y otro punto importante es que actúa como un suministrador de electricidad a externos: hasta una potencia de 1500 W, utilizando la toma de corriente del maletero.

4. Diseño y sostenibilidad

Otro punto que miman especialmente los de Hiroshima es el diseño de sus vehículos, tanto en su interior como en su exterior. Su interpretación del concepto japonés Kodo busca la belleza en la simplicidad y practicidad. Ese menos es más, con líneas sutiles y minimalistas, y un diseño aerodinámico en el que no nos olvidamos que estamos ante un SUV coupé. Son muy características sus puertas free-style, que ya vimos en su versión 100% eléctrica, el MX-30. Al elevarse, consiguen que el acceso al coche sea más sencillo y cómodo, especialmente en los asientos traseros.

Además, es un todocamino sostenible desde el origen. Ya no solo porque sea un híbrido enchufable, sino porque incorpora mejoras que permiten disminuir su peso, como el tamaño del motor rotativo o el de la batería; o para evitar pérdidas de combustible (su sistema de inyección directa o de recirculación de los gases de escape). En todos los casos, estas innovaciones están destinadas a reducir las emisiones. Sin embargo, esto no implica que el coche sea menos potente. Son 170 CV los que gasta este híbrido enchufable.

En su interior, se han usado materiales naturales y más respetuosos con el medioambiente, como corcho en los espacios de almacenaje y consola flotante central; o textiles hechos a partir de plástico PET reciclado. Asimismo, la pintura del exterior se seca a una temperatura de unos 80ºC, baja comparada con la media; y se utiliza una pistola de alta precisión que distribuye el color exactamente donde se necesita. Con ello, han podido reducir un tercio de las emisiones de CO₂ generadas en el proceso de pintura.

5. Ahorro en el precio de compra

Y finalmente, el precio. Gracias al plan MOVES III, destinado a incentivar la compra de vehículos menos contaminantes, este Mazda podría obtener un descuento de 5.000 euros sobre su P.V.P. (entre 38.050 y 45.150 euros dependiendo de la configuración y edición elegida). Esto se debe a que es un PHEV (híbrido enchufable) con etiqueta cero emisiones de la DGT.

De forma adicional, el fabricante tiene en marcha una campaña de lanzamiento con descuentos y beneficios especiales. Para más información, consultar en la web de la marca.

Todas estas características son algunos de los atractivos de un SUV que está llamado a ser un buen competidor en un mercado que tiende hacia la electrificación, pero sin perder potencia ni eficiencia.