Dónde y cómo cargar nuestro coche eléctrico o híbrido enchufable

Hablamos del coche electrificado a diario, parece que ya no hay otra cosa que no sea el coche eléctrico o híbrido enchufable, pero para muchos la manera de enchufar uno de estos vehículos es todavía poco conocida. En este artículo les explicamos las claves, dónde y cómo poder enchufar en función de si es un coche eléctrico o híbrido enchufable y cómo adaptarse a la nueva realidad del coche enchufado.

Las distintas compañías eléctricas están desarrollando los equipo necesarios para poder hacer realidad, de la manera más rápida posible, el coche eléctrico. El objetivo es satisfacer todas las necesidades de los clientes. Poder cargar en casa, en la oficina, en un parking mientras se hace la compra, en una gasolinera mientras se toma un café. Todas estas modalidades de carga ya son una realidad, por lo que si estás pensando pasarte a la movilidad sostenible solo tienes qué elegir cómo quieres cargar.

La forma de recargar un vehículo depende, antes que nada, del tipo de electrificación de nuestro coche. La tecnología electrificada más sencilla es la híbrida y una opción aún más sencilla, la mild hybrid o híbrida suave. Son vehículos que tienen una batería pequeña de menos de 2 kWh y generalmente de 48 V, que solo se recarga con el funcionamiento del coche, en las frenadas o retenciones. En este caso no es un coche enchufable sino lo que Toyota denomina "auto-recargable".

El segundo paso es el híbrido enchufable, un modelo que combina un motor térmico, de gasolina o diesel, con uno eléctrico. Lleva una batería de entre 10 y 20 kWh, lo que le permite recorrer unos 50 km con el motor eléctrico y sin encender el de gasolina. Y la opción más completa es la del coche eléctrico, que incorpora una batería a partir de 35 o 40 kWh y que puede llegar hasta los 100 kWh.

En función del tipo de coche que vayamos a enchufar estará el tipo de recarga que deberemos hacer. Si pretendemos cargar una batería de 100 kWh en el enchufe de casa tendremos que estar al menos dos días para conseguirlo. Por eso hay diferentes tipos de enchufes y de posibilidades de recarga.

La opción más normal de recargar un coche enchufable es la de utilizar el enchufe de casa, el del garaje, uno convencional. En este caso podremos cargar a 2,3 o 3,7 kW según nuestra instalación eléctrica. En ese enchufe conectaremos el cargador que incorporan todos los vehículos eléctricos o híbridos enchufables. Es el sistema más sencillo, porque solo requiere tener una instalación eléctrica bien hecha y segura en casa o el trabajo.

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El segundo escalón es el de la carga semi-rápida en cuyo caso necesitaremos un aparato específico como es el wallbox. En este caso, tenemos una conexión segura y eficaz que cuenta con su propio cable para enchufar el coche. La gama de equipos de tipo wallbox es muy completa y oscila desde los 7,4 hasta los 22 kW y puede ser monofásico o trifásico. En cualquier caso, funciona con corriente alterna, la misma que tenemos en nuestra casa, pero adaptada.

En función del equipo que vayamos a utilizar tendremos uno más sencillo, que solo permite conectar un solo coche y que recarga desde el momento de enchufarlo. También hay equipos más sofisticados, gestionados a través del móvil. Estos equipos también permiten conectar dos vehículos y se puede ajustar y programar el horario de carga a las horas valle en el precio de la energía.

Por último están los de carga ultra-rápida, equipos caros y sofisticados que permiten cargar entre 50 y 400 kW y que son instalaciones profesionales, de uso público. En este caso funcionan con corriente continua y permiten hacer cargas completas de un coche eléctrico en menos de una hora incluso los de las baterías más grandes. Con uno de 350 kW de la red Ionity se puede cargar el 80% de la batería en solo 5 minutos.

Este tipo de cargadores son los que forman parte de las redes de alta capacidad que poco a poco se están instalando por todo el mundo. La primera fue la de Tesla y eso le ha permitido a la marca norteamericana ir un paso por delante del resto de fabricantes en la revolución del coche eléctrico. Ahora la red de Ionity, auspiciada por un grupo de fabricantes de automóviles, Volkswagen, Audi, Merceces o Ford, entre otros, a los que se acaba de añadir el grupo Hyundai.

No todos los coches se pueden enchufar en los diferentes tipos de puntos de recarga. En general, todos los vehículos se pueden enchufar en una toma doméstica con el correspondiente cargador. Sin embargo los puntos ultra-rápidos solo se pueden utilizar en los vehículos 100 % eléctricos. En el caso de los híbridos enchufables, en general solo se pueden conectar con un enchufe doméstico de casa o bien en un wallbox de corriente alterna y con una potencia de hasta 22 kW.

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Por ejemplo, el último coche que hemos conducido eléctrico, el Audi e-tron Sportback, tiene todas las opciones de recarga. Permite cargar con corriente alterna de un wallbox hasta 22 kW, mientras que en corriente continua puede cargar hasta 150 kW. Esto significa que podemos enchufarlo en un enchufe convencional de casa y que tardaremos un montón de horas en cargarlo. En un wallbox de 11 kW el tiempo de recarga será de hasta 12 horas y si lo hacemos en un punto ultrarrápido de 150 kW, el 80 % de la batería estará cargado en 30 minutos.

Además, aunque el máximo de carga es de 150 kW, el coche se puede enchufar en un punto que tenga más potencia de carga. Lo que ocurre es que solo utilizará los 150 kW para los que está preparado. Es decir, se puede conectar en un punto de la red Ionity con 350 o incluso 400 kW, pero el coche seguirá cargando a 150 kW.

Futuro eléctrico

Esto es lo que hay hasta ahora, pero tanto los fabricantes de automóviles como las compañías eléctricas buscan soluciones de futuro para facilitar aún más el uso del vehículo eléctrico. Por ejemplo, hace años que se trabaja en la carga por inducción desde el suelo. Recientemente se han puesto en marcha algunos proyectos a nivel europeo para poder recargar autobuses de esta forma.

El objetivo es evitar que tenga que pararse durante horas y no llenar la ciudad de estaciones de recarga. De esta forma en la parada final del recorrido, con una instalación en el suelo permitiría en solo 10 o 15 minutos poder recargar su batería nuevamente. También sistema de pantógrafos, como los utilizados por los tranvías antiguamente, pero ahora sería de alta capacidad para permitir su recarga muy rápida.

Incluso se trabaja en tramos de carretera con corriente por inducción desde el asfalto, lo que haría que los vehículos pudieran circular por una autopista y no solo no gastar la electricidad de de sus baterías, sino ir recargándolas.

Pero sin duda el futuro es el vehículo eléctrico movido por hidrógeno. Varios fabricantes ya tienen en fase desarrollo camiones de gran tonelaje movidos por hidrógeno, aunque es una tecnología para la que todavía faltan unos años y la necesaria infraestructura de recarga. Y Toyota, Hyundai, Honda o Mercedes ya tienen vehículos movidos por hidrógeno a la venta en el mercado internacional.