La apuesta eléctrica de BMW: el nuevo serie 7 y los 25 modelos que están por venir

BMW comenzó hace años su apuesta por el vehículo eléctrico creando su división BMWi con dos modelos como el i3 100% eléctrico y el i8, un espectacular deportivo híbrido enchufable. Tras estos dos modelos diferentes ahora llegan los vehículos eléctricos más normales, el Mini Cooper SE, el iX3 y pronto los BMW iNext e i4. El objetivo es tener 25 modelos electrificados en 2023 de los que la mitad deberían ser 100% eléctricos.

Todos los fabricantes están haciendo una gran apuesta por la electrificación de sus modelos por claros motivos medioambientales. Pero también lo hacen porque son la única manera de poder cumplir con las exigentes normativas de emisiones de la Unión Europea. En el caso de BMW, lleva años trabajando ya en esta línea con sus modelos de referencia en este sentido, los i3 e i8. Pero tras estos modelos llegan ahora vehículos más normales, de gran serie, que se corresponden con las variantes electrificadas de modelos muy conocidos.

Tal es el caso del nuevo Mini eléctrico, el Cooper SE, recién lanzado al mercado que se convierte en una variante más del Mini, fabricada en la misma línea de producción de Oxford junto al resto de versiones. También ocurrirá lo mismo con el iX3, la variante eléctrica del todocamino X3, aunque esta aporta muchas diferencias con respecto a las variantes con motor térmico.

Otra de las novedades previstas en este sentido por BMW es el nuevo Serie 7, su berlina de lujo de referencia en el mercado. Si el actual tiene versiones gasolina, diesel e híbridas, el nuevo Serie 7, en el que trabaja la compañía, ofrecerá cuatro tecnologías de mecánica diferentes. A las variantes diésel y de gasolina habituales, que se mantendrán en producción los próximos años, se añadirán otras dos nuevas.

Por un lado una variante híbrida enchufable con más de 60 km de autonomía eléctrica que supone un gran paso adelante. Pero sin duda la gran novedad es que por primera vez el Serie 7 se ofrecerá en una versión 100% eléctrica. Es decir, que el nuevo Serie 7 ofrecerá cuatro tecnologías diferentes, diesel y gasolina, a las que se añadirán los híbridos enchufables y eléctricos. La filosofía de BMW es muy clara con este modelo, como también ocurre con Mini; permitir a cada cliente elegir la tecnología más adecuada para asegurar una movilidad sostenible.

Las expectativas del grupo BMW para los próximos años en torno a la electrificación son muy ambiciosas: para finales de 2021, la compañía pretende tener en las carreteras más de un millón de vehículos con sistemas de tracción totalmente eléctricos o híbridos enchufables. Para entonces, el Grupo BMW ofrecerá cinco vehículos totalmente eléctricos de producción en serie.

Adios al i8

Los que ya están en venta son el BMW i3, cuya demanda aumentó por sexto año consecutivo, y el MINI Cooper SE, totalmente eléctrico, cuya producción comenzó en la planta de Oxford (Reino Unido) a finales de 2019. El BMW iX3 entrará en producción este año en la planta de Shenyang (China), seguido en 2021 por el BMW iNEXT en Dingolfing (Alemania) y el BMW i4 en la planta de Munich. Todos ellos estarán equipados con tecnología de propulsión eléctrica de quinta generación.

Solo dos años más tarde, en 2023, el Grupo BMW tendrá 25 modelos electrificados en las calles, de los que más de la mitad serán 100% eléctricos. La clave para lograr este objetivo es contar con vehículos inteligentes y con la ayuda de un sistema de producción muy flexible, que permita que un mismo modelo tenga diferentes tecnologías sin complicar su producción. El Grupo BMW espera entonces ver una curva de crecimiento pronunciado hasta 2025, con un promedio de aumento de las ventas de vehículos electrificados de un 30% anual.

Por su parte el espectacular i8 ha dejado de fabricarse para permitir centrarse en modelos más accesibles y de mayor volumen de ventas. Este espectacular deportivo, con sus puertas de apertura hacia arriba y su llamativo diseño estaba disponible con dos carrocerías diferentes, Coupé y Roadster. Un coche de más de 125.000 euros de precio de partida que ya forma parte de las mejores colecciones privadas de coches a nivel mundial, como un icono de diseño y tecnología.