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Olvídese de la banca: los verdaderos dueños de Wall Street ya son otros
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Olvídese de la banca: los verdaderos dueños de Wall Street ya son otros

Los gestores de activos se están transformando en enormes y complejos mercados financieros que forjan multimillonarios por docenas

Foto: Bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
Bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
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Los enormes fondos de inversión están tomando el control del sistema financiero. Las principales firmas ya controlan cantidades que rivalizan con las economías de grandes países. Están abriéndose paso en nuevas áreas de negocio, desdibujando las líneas que definen quién hace qué en Wall Street y relegando a los bancos, antaño dominantes, a un segundo plano.

En la actualidad, las gestoras de activos tradicionales y alternativos controlan ya el doble de activos que los bancos estadounidenses, lo que les confiere un control cada vez mayor sobre los hilos de la economía norteamericana.

Las compañías como Blackstone, Franklin Templeton, BlackRock y KKR, son cada vez más complejas y similares entre sí. Esto, según los inversores, entraña riesgos desconocidos para los mercados.

Los directivos de estos fondos insisten en que la expansión, por llamativa que sea, aún está en sus inicios. Son buenas noticias para ellos. El vertiginoso crecimiento se está traduciendo en una enorme riqueza, sobre todo en el sector de la inversión privada o "alternativa". Según datos de Forbes, el capital riesgo ha generado más multimillonarios que ningún otro sector en los últimos años. Así es cómo está cambiando el panorama:

Titanes del billón de dólares

Las grandes gestoras se fortalecen ofreciendo nuevos tipos de productos para captar cuota de mercado. Las más poderosas se están convirtiendo en grandes mercados financieros, sobre todo para las instituciones y para los más ricos, pero también están llegando cada vez más a los inversores de clase media. Los bancos se consolidaron de la misma manera durante la década que culminó con la crisis financiera.

Los fondos de capital riesgo y deuda privada, como Apollo Global Management y Blackstone, gestionan dinero en su mayoría para instituciones, pero cada vez venden más productos a inversores particulares. Los colosos de los fondos de inversión, como BlackRock, están haciéndose aún más fuertes mediante la creación o compra de operaciones de fondos privados.

Las gestoras de activos están suplantando a los bancos como fuentes de financiación para las empresas y los consumidores

Las gestoras de activos también están suplantando a los bancos como fuentes de financiación para las empresas y los consumidores estadounidenses, al tiempo que se integran en el sector de los seguros.

Los altos ejecutivos de los fondos privados sostienen que precisan compromisos a largo plazo con los clientes, lo que los hace más estables que los bancos que dependen de los depósitos, como el Silicon Valley Bank.

"Estamos entrando en una zona gris, conforme las empresas de gestión de activos se insertan en diferentes sectores de los servicios financieros", señaló Tyler Cloherty, director ejecutivo de la consultora Deloitte, que asesora a gestoras de fondos. "La gran pregunta que me hacen es '¿qué podemos hacer para ofrecer alternativas a los clientes minoristas? Es algo muy complejo".

"Estamos entrando en una zona gris, conforme las empresas de gestión de activos se insertan en sectores de los servicios financieros"

El repunte del crecimiento se produjo a raíz de la crisis financiera de 2008, cuando la nueva regulación limitó las inversiones y los préstamos de los bancos, abriendo las puertas a la expansión de las gestoras de fondos. Los bancos centrales mantuvieron los tipos de interés bajos durante la mayor parte de la década siguiente, lo que llevó a los inversores a abandonar las cuentas de ahorro y los bonos del Tesoro en favor de los fondos gestionados.

Desdibujando las líneas

En 2008, los bancos estadounidenses y las gestoras de fondos se situaban prácticamente a la par, con unos 12.000 millones de dólares en activos. En la actualidad, según un análisis del Wall Street Journal de datos de la Reserva Federal, HFR, ICI y Preqin, las gestoras de activos tradicionales, las gestoras de fondos privados y los hedge funds controlan unos 43,5 billones de dólares, casi el doble de los 23 billones de dólares de los bancos.

Los grandes bancos han respondido asemejándose más a las gestoras de fondos y reforzando sus equipos de inversión. Goldman Sachs declaró este mes unos ingresos de unos 4.000 millones de dólares en el primer trimestre, procedentes de la gestión de activos y patrimonios, duplicando así los obtenidos por su célebre división de banca de inversión.

Las gestoras de fondos públicos, por su parte, crecieron enormemente, sobre todo ofreciendo fondos cotizados y fondos de inversión a bajo coste basados en índices. Cuatro de las mayores gestoras—BlackRock, Fidelity, State Street y Vanguard— controlan unos 26 billones de dólares, el equivalente a toda la producción económica anual de Estados Unidos.

Los activos del capital riesgo y de los fondos de deuda se han duplicado hasta casi alcanzar los seis billones de dólares

Pero en los últimos cuatro años, los activos del capital riesgo y de los fondos de deuda se han duplicado hasta casi alcanzar los seis billones de dólares, muy por encima de la tasa de crecimiento del 31% de los fondos públicos. Las empresas empezaron a vender fondos de crédito privado a sus principales clientes: fondos de pensiones y dotaciones que ya habían llegado al límite con el capital riesgo. Además, las gestoras de fondos también avanzaron con nuevos inversores, como compañías de seguros y particulares.

A medida que los fondos crecen, sus fundadores también ganan más dinero. Los gestores de fondos de capital riesgo figuran en 41 puestos de la lista de multimillonarios de los Estados Unidos publicada este mes por la revista Forbes, más que ninguna otra profesión. Estos inversores representan el 5,5% de todos los multimillonarios del país, casi el doble del 3% que constituían hace sólo 10 años.

Esta oleada podría continuar. El codirector general de KKR, Scott Nuttall, que en 2022 se sumó a la lista de multimillonarios de Forbes, ha anunciado a sus accionistas en una reunión celebrada este mes, que KKR duplicará el dinero que tiene bajo su control hasta alcanzar el billón de dólares en 2029. En la actualidad, sólo el 2% de las personas adineradas invierten en fondos alternativos, cifra que aumentará hasta el 6% en 2027, según Nuttall.

El fondo ha recaudado hasta ahora unos 3.000 M de dólares, lo que supone el mejor arranque de un fondo minorista de la empresa

Su competidor, Marc Rowan, director general de Apollo Global Management, asegura que su empresa aumentará los 650.000 millones de dólares que gestiona hasta alcanzar el billón en 2026. Blackstone, que superó el umbral del billón de dólares en julio, ha lanzado este año su primer fondo de capital riesgo dirigido a inversores particulares. El fondo ha recaudado hasta ahora unos 3.000 millones de dólares, lo que supone el mejor arranque de un fondo minorista de la empresa, según informó una fuente cercana al asunto. Blackstone ha recaudado más de 100.000 millones de dólares a través de fondos de deuda privada e inmobiliarios orientados a particulares.

Las gestoras de fondos públicos son mucho más grandes que sus homólogos privados, pero también menos rentables tras años de reducir las comisiones para hacerse con cuota de mercado. Cada vez son más las que, como Franklin Templeton y T. Rowe Price, están comprando gestores alternativos para aumentar sus beneficios.

La tendencia alcanzó su punto álgido en enero, cuando BlackRock cerró un acuerdo por la compra de Global Infrastructure Partners por 12.500 millones de dólares, el precio más alto jamás alcanzado por una gestora de activos alternativos, según Dealogic. Si la operación se lleva a cabo acorde a lo previsto, la lista Forbes sumará otros seis multimillonarios de entre los socios fundadores de Global Infrastructure. Otras gestoras de fondos tradicionales han tomado un enfoque más pausado—y menos costoso—, creando sus propios negocios de fondos privados.

Regulando el capital riesgo para las masas

Neuberger Berman, una gestora de fondos tradicionales nacida a raíz de la quiebra de Lehman Brothers, invierte aproximadamente un tercio de sus 463.000 millones de dólares en activos alternativos, frente al 10% de hace una década. La empresa, propiedad de sus empleados, obtuvo la mayor parte de los activos de inversores institucionales.

"Gran parte del futuro crecimiento estará impulsado por particulares que no disponen ni de experiencia ni de profesionales que les ayuden", afirmó George Walker, director general de Neuberger. Las gestoras de fondos tienen el deber de educar a los nuevos compradores y ofrecerles productos diversificados para minimizar así el riesgo, declaró. Neuberger lanzó en 2021 un producto llamado Access, que agrupa docenas de fondos privados y sus inversiones para ofrecer a los clientes de baja participación una cartera diversificada. El fondo duplicó su tamaño el año pasado hasta alcanzar los 1.000 millones de dólares.

Pacific Investment Management Co., la poderosa gestora de fondos de renta fija que gestiona alrededor de 2 billones de dólares, ha aumentado sus inversiones alternativas hasta los 165.000 millones de dólares, frente a los 10.700 millones de 2010, según informó una portavoz de la empresa. TCW, otra gestora de fondos de renta fija, ha duplicado sus inversiones alternativas en los últimos cuatro años hasta los 20.000 millones de dólares, alrededor del 10% de sus activos totales, según declaró una fuente al corriente del asunto. Ambas firmas incorporaron a gestores de carteras procedentes de empresas de capital riesgo y hedge funds para que las asesoraran.

Las entidades reguladoras abordan la cuestión de las gestoras de fondos desde varios ángulos

Las entidades reguladoras están abordando la cuestión de las gestoras de fondos masivos desde varios ángulos. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), aprobó en agosto nuevas normas para los fondos privados que exigen más transparencia a los inversores y prohíben los acuerdos paralelos con clientes institucionales.

El aumento de las ventas de fondos privados a particulares se produce en un momento en que las compras apalancadas por parte de fondos de capital riesgo rindieron un 8% el año pasado, el nivel más bajo desde 2011, según Preqin. La subida de los tipos de interés ha hecho que a los fondos les resulte más difícil vender las empresas de su propiedad y más caro comprar otras nuevas.

Las gestoras de fondos tradicionales están siendo objeto de escrutinio por su enorme influencia en las votaciones de los accionistas. En noviembre, una agencia reguladora interinstitucional aprobó una norma que permite a las grandes gestoras de fondos ser reguladas potencialmente como instituciones de importancia sistémica, al igual que los grandes bancos. Aun así, la decisión solo restablece una medida de la era Obama revocada por la administración Trump.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

Los enormes fondos de inversión están tomando el control del sistema financiero. Las principales firmas ya controlan cantidades que rivalizan con las economías de grandes países. Están abriéndose paso en nuevas áreas de negocio, desdibujando las líneas que definen quién hace qué en Wall Street y relegando a los bancos, antaño dominantes, a un segundo plano.

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