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El aviso de los mercados a Reino Unido podría salvar fiscalmente a la Italia de Meloni
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El aviso de los mercados a Reino Unido podría salvar fiscalmente a la Italia de Meloni

La semana pasada se eligió un nuevo Gobierno italiano que prometió reducir los impuestos y aumentar el gasto para impulsar la economía

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La coalición de extrema derecha que se hizo con la victoria, liderada por Giorgia Meloni, ya ha recibido una advertencia sobre el impacto que podrían tener tales medidas por los acontecimientos en el Reino Unido.

El nuevo Gobierno del Reino Unido, dirigido por la primera ministra Liz Truss, presentó a principios de mes el mayor paquete de recortes fiscales en décadas como parte de un plan de crecimiento.

Foto: Antonio Tajani, junto al presidente del PPE, el alemán Manfred Weber. (EFE/EPA/Fabio Cimaglia)

La libra cayó a un mínimo histórico frente al dólar, los costes de endeudamiento del Gobierno se dispararon, los prestamistas empezaron a retirar productos hipotecarios y el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir comprando bonos después de que el rendimiento del ‘gilt’ británico a 30 años superase el 5% por primera vez desde 2002.

Si la política fiscal relajada del Gobierno del Reino Unido puede causar tanto caos en los mercados en solo unos días, ¿qué pasaría si Italia, que tiene una de las cargas de deuda más altas del mundo, siguiera un camino similar?

Los economistas no esperan cambios radicales, al menos a corto plazo, pero la cuestión se plantea porque, antes de las elecciones, el partido de Meloni, Hermanos de Italia, abogaba a favor de recortes fiscales, la supresión de un aumento previsto de la edad mínima de jubilación y de ayudas para hacer frente al aumento de la factura energética. Los detalles completos, incluyendo las estimaciones de costes, aún no se han hecho públicos.

Foto: Tubería del gasoducto Medgaz en Almería. (Reuters/ Jon Nazca)

El proyecto de presupuesto de Italia para 2023 será el primer indicador clave de lo que está por venir. Deberían compartirlo con la Unión Europea a mediados del mes que viene, pero se espera que se retrase debido a la transición a un nuevo Gobierno.

"Los inversores mirarán con nerviosismo al nuevo Gobierno en busca de señales de divergencia fiscal en comparación con la Administración anterior", prevé el economista principal de ING, Paolo Pizzoli. "Hay mucho que depende de ello". Añadió en una conversación con 'Barron’s' que "es casi imposible predecir el futuro de la política fiscal".

Las consecuencias de que el nuevo Gobierno se desvíe demasiado de las normas presupuestarias de la Unión Europea con una política fiscal laxa podrían ser graves. En primer lugar, Italia podría perder su parte del programa NextGenerationEU, el paquete de recuperación económica tras el covid-19 de la UE, valorada en 800.000 millones de euros.

Foto: Giorgia Meloni, en la sede de su partido en Roma, el 26 de septiembre. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

La parte que le corresponde a Italia es la mayor, con un total de 191.500 millones de euros en subvenciones y préstamos hasta 2026, de los cuales ya ha recibido 46.000 millones. Pero el resto depende de que el país implemente una serie de cambios y cumpla los objetivos de inversión que acordaron Mario Draghi, el primer ministro saliente, y la UE.

Según el economista de UBS Felix Huefner, los pagos "son un factor clave de las perspectivas macroeconómicas de Italia", ya que representan cerca del 11% del producto interior bruto de 2021. La deuda pendiente del país ascendió hasta un 150,8% del PIB en 2021, la segunda más alta entre los países de la eurozona, pero esa cifra aumentaría al 162% en 2027 si no hay una mejora del déficit presupuestario, y advierte que el manifiesto del partido de Meloni podría aumentar el riesgo de que así sea.

Italia no tiene moneda propia, a diferencia del Reino Unido, por lo que las consecuencias de una política fiscal atrevida y relajada en este momento se dejarían sentir en el mercado de bonos italiano, más que en los tipos de cambio. Pero el Gobierno italiano no podría contar con la intervención del Banco Central Europeo para bajar los costes de los préstamos, como hizo el Banco de Inglaterra.

Foto: Giorgia Meloni, ganadora de las elecciones en Italia.

Aunque el BCE cuenta con un programa de compra de bonos de emergencia, el Instrumento para la Protección de la Transmisión, que se creó para "contrarrestar dinámicas de mercado improcedentes y desordenadas" que amenazan seriamente con perturbar el funcionamiento de la política monetaria en la eurozona, la presidenta Christine Lagarde ha dicho que el banco central no utilizará el IPT para corregir "errores de política".

Cabe destacar que Meloni ha afirmado que se ceñirá a las normas fiscales de la UE y que hará pleno uso de los fondos de la NextGenerationEU, a pesar de pedir algunas revisiones. Su aliado Matteo Salvini, sin embargo, ha pedido mayores recortes fiscales y medidas que limiten los costes energéticos para las empresas, dos políticas que aumentarían el déficit.

Los economistas no esperan que el nuevo Gobierno italiano se desvíe demasiado de la senda macroeconómica trazada por Draghi, al menos no por ahora.

Los fondos a gran escala puestos a disposición por medio del NGEU y la condicionalidad del IPT sirven de mecanismo de disciplina para el nuevo Gobierno

El economista de JPMorgan Greg Fuzesi opina que la posibilidad de perder tanta financiación y apoyo de la UE debería mantener al nuevo Gobierno italiano bajo control. Afirma que "los fondos a gran escala puestos a disposición por medio del NGEU y la condicionalidad del IPT sirven de mecanismo de disciplina para el nuevo Gobierno italiano".

Añade también que es menos probable que se repita la crisis de la deuda soberana europea de principios de la década de 2010, porque el bloque cuenta ahora con una "larguísima lista de instrumentos", como el IPT, para evitar la fragmentación entre los 19 países que utilizan el euro.

Esto no quiere decir que el nuevo Gobierno italiano no vaya a tener un encontronazo con Bruselas en un futuro no muy lejano. Las normas de la UE que exigen que los Estados miembros mantengan el déficit presupuestario por debajo del 3% del PIB y la deuda pública por debajo del 60% del PIB, suspendidas por el covid hasta finales de 2023, son una piedra en el zapato de Meloni.

*Contenido con licencia de 'Barron’s'

La coalición de extrema derecha que se hizo con la victoria, liderada por Giorgia Meloni, ya ha recibido una advertencia sobre el impacto que podrían tener tales medidas por los acontecimientos en el Reino Unido.

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